Alrededor de las 8:30 pm del pasado viernes, Mabe Fratti salió al escenario con una sonrisa y un cello casi de su tamaño. Mencionó que se encontraba emocionada por formar parte de la primera edición del Pitchfork Music Festival en CDMX, e incluso más porque la acompañaba la saxofonista Eli Piña, para quien pidió aplausos.
El estilo de Mabe Fratti no pasó desapercibido. Su playera de imágenes de cráneos y sus pies en calcetines daban la sensación de que se encontraba ahí para disfrutar la noche en comodidad con los asistentes.
La multiinstrumentista inundó el Foro IndieRocks! con su aura de misterio. Capturó la atención del público por la manera en que tocaba su instrumento con tal habilidad en un panorama de combinaciones sonoras experimentales. No sólo eso, su voz podría describirse como hipnótica y profunda, tal como lo vivimos con la interpretación del tema “Desde el cielo”.
La presencia de la saxofonista Eli Piña en conjunción con el cello de Mabe Fratti nos llevaron por paisajes sonoros idílicos. Ambas dejaron notar la complicidad que existe entre ellas al mirarse o sonreír antes de empezar o terminar alguna canción. Su presentación fue, como el nombre de su rola, “Algo grandioso”.
Las luces se encendieron y la Sala (B) del Foro IndieRocks! se llenaba. Cuando el staff comenzó a preparar el escenario para la presentación de Andy Shauf, varios asistentes se preguntaban desconcertados si saldría con su banda, pues solo había una mesita y la guitarra del cantautor. Las suposiciones sobre un show acústico se confirmaron cuando Andy Shauf salió al escenario.
Al inicio, Andy tuvo algunos problemas con el sonido, pero no tardaron en solucionarse. Es difícil afirmar si la sorpresa de un show acústico emocionó o desagradó a la audiencia. Había quien conectó con esa intimidad, pero también quien se mostró decepcionado al toparse con algo que no esperaba.
La atmósfera de misterio que dejó Mabe Fratti se convirtió en un ambiente cálido y nostálgico con los primeros acordes de Andy Shauf. Su voz transportó al foro a una íntima nostalgia que hizo soltar algunas lágrimas en “Wasted on you” y dirigirle palabras de amor entre “Halloween Store” y “Norm”.
La voz de Andy en el escenario suena igual en vivo y la manera sutil de tocar las cuerdas de su guitarra provocó un entorno de emociones esperanzadoras. Como un regalo para sus fans de México y para el Pitchfork, estrenó una canción; no sin antes mencionar que se encontraba nervioso esperando que nos gustara.
Al setlist siguieron “The worst in you”, “Judy”, “Neon Skyline” recordándonos los paseos nocturnos y “Telephone”, la sensibilidad de estar a la espera de una llamada telefónica de quien nos gusta.
Andy Shauf hacía pequeñas pausas para beber agua o para contestarle un “I love you too” a los fans que le expresaban su cariño. Escuchamos “Covered in dust”, “To you”, “Satan” y “Quite like you”, que fue la canción más coreada de la noche y es que quién no se ha identificado con los versos “You know, I’ve never really met someone like you” al estar enamorado.
El concierto terminó con “Changes”, como si Andy quisiera decirnos que todo cambia, pero que siempre estará su música para acompañarnos. Antes de irse, se tomó unos segundos para saludar a los fans, firmar un vinil y tomarse un par de selfies.
Así finalizó este show del Pitchfork Music Festival, con dos artistas que en vivo crean una experiencia conmovedora en el espacio para abrazar la nostalgia y la vulnerabilidad del corazón.
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