Escenario

Carlos Bardem: “Los políticos son los principales contaminadores del planeta”

Entrevista. El actor español, junto a su hermano Javier y el cineasta Álvaro Longoria, filmó su viaje a la Antártida, de la mano de Greenpeace en Santuario, un manifiesto por salvar el planeta

Entrevista. El actor español, junto a su hermano Javier y el cineasta Álvaro Longoria, filmó su viaje a la Antártida, de la mano de Greenpeace en Santuario, un manifiesto por salvar el planeta

Carlos Bardem: “Los políticos son los principales contaminadores del planeta”

Carlos Bardem: “Los políticos son los principales contaminadores del planeta”

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

En enero del 2018, los actores y hermanos Carlos y Javier Bardem, así como el cineasta Álvaro Longoria fueron invitados por Greenpiece para dar un viaje en el barco rompehielos Artic Sunrise, que viajó a la Antártida con la idea de hacer mucho ruido con la misión de recoger firmas para apoyar un acuerdo proteccionista en la comisión del océano Antártico de la ONU (CCRVMA; Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos) en octubre de 2018.

“Llegué como ignorante porque no soy científico, pero cuando vi el Ártico pensé que era una maravilla, vi una preciosidad, pero al lado tenía una científica que me dijo ‘resulta, que es bonito pero ha perdido ya dos tercios del hielo que solía tener en estas fechas y si estos sigue así, en el 2040 no hay hielo en verano y si no hay hielo en verano se rompe la cadena de renovación de hielo’ y entonces entra la sorpresa y eso te lleva a la acción”, expresó el actor Carlos Bardem, en entrevista con Crónica, en el marco de la primera edición del Festival Internacional de Cine de Tulum (FICTU), en donde presentó Santuario, el filme documental que resultó de esa travesía.

Santuario es la historia de la lucha de los ecologistas por crear el mayor santuario marino de la tierra, en el Océano Antártico, a través de una campaña mediática, científica y política destinada a proteger la última área virgen del planeta. Longoria, quien antes trabajó con los hermanos Bardem en Hijos de las nubes, presentó el film en el Festival San Sebastián con el objetivo de visibilizar la problemática medioambiental y reclamar atención en contra de los intereses comerciales en el océano Antártico.

“Es un hermoso documental que huye ex profeso de cualquier tentación apocalíptica, es esperanzador, incluso cuando acaba con una pequeña derrota. Pero es porque se consiguen las victorias parciales y porque demuestra la voluntad de las personas que luchan por el planeta. Es un mensaje de no rendirse, de si me cerraste una puerta, vamos a abrir una puerta más grande. La única lucha que se pierde es la que se abandona”, expresó Carlos Bardem.

Producido por Morena Films y Pinguin Films, el documental se ha rodado en inglés y español a lo largo de diferentes localizaciones de la Antártida, Madrid, Berlín y Londres, con la idea de poner el dedo en la llaga del poder:

“Lo que queda claro es que el tema ya no se puede frivolizar como hacen los que quieren desacreditar el problema o negarlo; ya no se puede decir que los que luchan son unos loquitos ecologistas que buscan salvar ballenas; estamos hablando de la crítica más razonada, seria, profunda y radical al sistema económico mundial y político y al aparato más media que lo sostiene y lo publicita, esa es la lucha medioambiental”, expresó Bardem.

“Uno de los valores de Santuario es mostrar claramente cómo en un comité de 26 países, políticos de tres de ellos consiguen bloquear un acuerdo de algo tan sano y necesario como es hacer una zona de protección oceánica y cómo alegan cualquier pendejada para hacerlo como el ‘queremos hacer más pruebas científicas’, que son pretextos por ocultar los intereses comerciales”, añadió.

Y es que el actor deja en claro que algunas medidas sugeridas para protección del ambiente tienen un mensaje de doble moral. “Cada cierto tiempo sale una cortina de humo y ahora es decir ‘muchacho, chica, te tocó salvar al planeta, te toca salvarlo a ti, y lo vas a salvar no comprando popotes, no comiendo bistec y yendo con bolsa de tela al tianguis’, eso está muy bien y todos tenemos la obligación y derecho de responsabilizarnos de nuestro día a día”, dijo.

“Pero eso no basta, hay que volver con la cámara y les ponemos el dedo a los políticos porque son ellos los principales contaminadores del planeta, son ellos al servicio de intereses económicos a corto plazo, porque en vez de decir ‘chico, ya no uses popotes’, ¿por qué chingados no prohíben los popotes? Ahí entra el grito de ‘¡Ay no, la libertad del mercado!’ y hay incoherencia. A partir de ahí nos podemos dar cuenta de dónde está el origen de todos los desastres medioambientales”, agregó.

Carlos Bardem se dice consciente de que en el mundo hay muchas luchas sociales; sin embargo, es momento de priorizar. “Al final todas las luchas son necesarias, todas nos dignifican, pero hay que jerarquizar; y la primera debe ser proteger el planeta, porque sin él valen madre el resto de las luchas. No debemos permitir que se frivolicen o ridiculicen la lucha, estamos a punto de dejar de vivir en una utopía para empezar a vivir en una distopía, una película de desastres siendo los protagonistas”, enfatizó.

Al respecto, Carlos también habla del potencial que tienen las figuras públicas para difundir un mensaje más contundente: “Mi hermano tiene una fama planetaria y no es mi caso, pero bueno, hablamos mucho de la fama, que es un engorro porque pierdes la privacidad y la única utilidad que tiene es servir de bocina y altavoz para las causas que crees que son justas. Se trata de tener una visión del mundo más empática, porque si seguimos con egoísmo llegaremos irremediablemente a la autodestrucción”, mencionó y finalmente adelantó:

“Afortunadamente hay más gente. La nueva campaña de Greenpeace que se inicia tras lo de la Antártida que es la navegación de polo a polo de los tres barcos, deteniéndose en las zonas oceánicas con problemas, tuve el placer y privilegio de incluir a Manolo Caro y él se llevó a Isaac Hernández con él y han hecho una pieza preciosa a bordo de un barco de Greenpeace, en un mar de los sargazos para concientizar sobre el problema de los microplásticos en el Caribe”, concluyó.