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Efectos de la vacuna: suben casos, “pero son más los beneficios”…

Las tasas de eventos de malestar en los vacunados son altos paras las novedosas vacunas COVID; aquí los datos para nuestros lectores, aunque con la aclaración de que sus beneficios superan con mucho a los eventos negativos

Efectos de la vacuna: suben casos, “pero son más los beneficios”…

Efectos de la vacuna: suben casos, “pero son más los beneficios”…

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Aunque no hay rastro de alarma o riesgo para la población, por el reducido porcentaje de casos, las reacciones adversas en las personas por la aplicación de vacunas contra la COVID-19 se han multiplicado en relación con las registradas en el esquema normal de vacunación en nuestro país.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, los llamados Eventos Supuestamente Atribuibles a la Vacunación o Inmunización (ESAVI) en torno al coronavirus alcanzan una tasa de entre 135 y 140 casos por cada 100 mil dosis aplicadas.

En contraste, los ESAVI presentados en los últimos años en el Programa Universal -PUV, el cual contempla biológicos básicos o aplicados en campañas o semanas nacionales de Salud-, se han situado entre 1.5 y 3 casos por cada 100 mil dosis.

Crónica analiza los números, con el objetivo de ofrecer a sus lectores la información más amplia posible, sin la mínima intención de desalentar el actual proceso de inmunización.

“Era predecible que habría más efectos ahora, porque es una enfermedad nueva, desconocida en todo el mundo, y las vacunas se han tenido de estudiar y elaborar sobre la marcha, y en todos los países han sido aprobadas de emergencia”, refiere el médico especialista Abraham García, del IMSS.

“Por ese mismo desconocimiento, algunos vacunados tienden a sentir cosas después de la aplicación, y todas las dolencias son atribuidas al biológico. Juega mucho la mente, el entorno, pero seguramente la mayoría serán muy ligeras y desaparecerán tan pronto llega la estabilidad emocional”.

Y sí: tanto en los datos históricos del PUV, como en los actuales del COVID, la mayoría de las secuelas son leves: en la vacunación cotidiana el índice de casos graves ha fluctuado entre 8 y 15 por ciento de todos los eventos. Hoy, en el marco de la pandemia, el número de sucesos de gravedad es aún más bajo: supera apenas el 1 por ciento del total de ESAVI.

Apenas el jueves pasado se confirmó el primer caso en México y el continente americano de trombosis (formación de cóagulos) provocada por la vacuna de AstraZeneca: se trata de un ingeniero de 94 años de nombre Francisco Aguirre, quien se encuentra hospitalizado, pero ya recibe tratamiento de inmunoglobulina y se mantiene estable. Antes, sólo se habían presentado casos similares en Europa.

Recién, el Comité de Farmacovigilancia de la Agencia Europea de Medicamentos determinó incluir la trombosis como efecto secundario del biológico. Sin embargo, apuntó, su probabilidad de ocurrencia es muy baja. Los principales síntomas son dificultad para respirar, dolor de pecho, hinchazón en extremidades, dolor abdominal persistente, cansancio extremo, visión borrosa y pequeñas manchas de sangre debajo de la piel.

El término ESAVI es el usado tanto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como por la Organización Panamericana de la Salud, y engloba “cualquier ocurrencia médica adversa que se produce después de la inmunización pero que no necesariamente está causalmente relacionada con el uso de la vacuna. El evento adverso puede ser una señal desfavorable o no planeada, un hallazgo de laboratorio anormal, un síntoma o una enfermedad”.

La diferencia de las cifras es notoria…

En 2014, por ejemplo, se notificaron mil 298 ESAVI en el suministro de 89 millones 257 mil 703 dosis, para una tasa de 1.5 por cada 100 mil, conforme a las estadísticas del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (CeNSIA), responsable del Programa en territorio nacional.

En 2015 (mil 066 ESAVI en 72 millones 25 mil 846 dosis), el índice fue de 2.3 por cada 100 mil; en 2016 (2 mil 151 ESAVI en 99 millones 850 mil 153 dosis) hubo 2.15 por cada 100 mil; y en 2017 (2 mil 456 ESAVI en 99 millones 462 mil 465 dosis) la cifra fue de 2.5 por cada 100 mil.

Parámetros similares se mantuvieron de 2018 a 2020.

En el caso de las seis vacunas empleadas en nuestro país para contrarrestar la COVID (Pfizer-BioNtech, AztraZeneca, SinoVac, Sputnik V y CanSino) se han reportado hasta el 8 de abril 14 mil 330 ESAVI en la administración de 10 millones 642 mil 873 dosis, lo cual equivale a 135 eventos por cada 100 mil aplicaciones. Un día antes, el 7 de abril, llegaron a 141.

Crónica documentó un par de casos: en ambos, las afectadas coincidieron en el apoyo a la vacuna, por ser muchos más los beneficios.

Uno, el de Laura Juárez, de 64 años, quien se vacunó el sábado 27 de marzo en el estacionamiento de Six Flags, en la delegación Tlalpan.

“Al siguiente día me sentí con el cuerpo cortado. Me enfermé de gripa, tuve dolor de cabeza y cansancio. Pero los síntomas me duraron sólo cuatro días. Fui con un médico particular y me dijo que era una consecuencia de la vacuna, algo completamente normal”, cuenta la mujer.

“Al principio pensé que me había afectado más por mi condición de diabética, pero luego el doctor comentó que no tenía nada que ver, son reacciones que tenemos algunas personas. Por fortuna, el malestar se fue. Sí anduve incómoda, pero ahora me siento más protegida contra el coronavirus. Fue una buena elección”.

Y el de Alejandra Jiménez, de 65, quien se vacunó la semana pasada en la delegación Coyoacán. “Sólo me dieron náuseas, principalmente después de las comidas. Sufro de vitíligo y una vecina me dijo que, por mi condición, no debí vacunarme. Consulté con un sobrino que es médico y me dijo que eso era un mito, que había tomado la mejor decisión. Las náuseas desaparecieron, y aquí estoy, vivita y coleando”.

Tanto en los diagnósticos de la SS como en las evaluaciones de los organismos internacionales se han enumerado diversos retos para nuestro país en relación con los ESAVI, como “la coordinación entre diferentes áreas involucradas para el seguimiento y estudio de los casos, la notificación oportuna de los médicos, la necesidad de un mayor presupuesto y la puesta en marcha de una plataforma en tiempo real para conocerlos de manera oportuna”.

En su determinación intervienen comités nacionales y estatales de expertos, los cuales se guían por un manual y utilizan formatos homologados de notificación…