La Fonoteca Nacional recibirá en comodato 553 cintas de carrete abierto y 227 casetes de Casa del Lago, institución perteneciente a la UNAM, esto es que resguardará documentos sonoros que incluyen discursos del escritor Juan José Arreola, música de jazz que desde los años 80 no se han podido escuchar y las lecturas que incluyó el proyecto Poesía en Voz Alta.

“Tenemos contabilizadas, hasta el momento, 553 cintas de carrete abierto y 227 casetes, son archivos de audio que tienen que revisarse, recatalogarse y ordenarse, hay muchas cosas que sabemos que existen como conferencias de Juan José Arreola, Raquel Tibol, Germán Dehesa, Eduardo Terrazas y Julio Labastida, entre otros grandes personajes del ámbito cultural mexicano”, detalló Cinthya García Leyva, directora de Casa del Lago.

Los documentos sonoros que aún se encuentran en Casa del Lago, pero que migrarán a la Fonoteca Nacional una vez que se levante la pandemia, datan de los años 50 del siglo pasado hasta la primera década del siglo XXI.

Destacan grabaciones de conferencias de Juan José Arreola, director de la Casa del Lago desde su fundación en 1959 hasta 1961; del filósofo Adolfo Sánchez Vázquez y del escritor Ramón Xirau; documentos sonoros de presentaciones, artes escénicas y conciertos de jazz coordinados en los años 70 por Olivia Revueltas; así como audios de la programación del Festival de Poesía en Voz Alta.

“Hay una importante colección de la historia de Poesía en voz Alta que además hemos tratado de impulsar en materia de archivo, hay muchísimas grabaciones y el peso del archivo está entre los años 70 y 80”, destacó García Leyva.

Hay grandes ciclos de jazz coordinados por Olivia Revueltas entre 1982 y 1987, quien fue el motor para que pudiéramos hacer la colaboración de preservación con la Fonoteca Nacional, añadió la directora.

“Ella grabó y después solicitó a Casa del Lago que pudiéramos salvar estos archivos que corrían el riesgo de no poderse escuchar más, ahí tenemos obras de grandes jazzistas, hay cosas del OFUNAM, de rock y conferencias históricas”, comentó.

El trabajo de los investigadores de Fonoteca Nacional será realizar un dictamen sobre el estado real de las cintas y, posteriormente, digitalizarlas.

“Estos acervos requieren de máquinas y herramientas que en su momento Casa del Lago tuvo para correr las cintas de carrete abierto pero que hoy no están en condiciones ideales. Lo que hemos querido es no manejar más estos archivos que por su antigüedad y materialidad se van desgastando. Queremos que su manejo sea cuidadoso, con especialistas”, indicó García Leyva.

REVIVIR UN ACERVO. Al respecto, Pável Granados, director de la Fonoteca Nacional, señaló que en este acervo sonoro existen cintas desde los años 50, es decir, cintas de carrete abierto cuando recién llegaron al país.

“Casa del Lago ya estaba trabajando con este tipo de soportes. Las cintas de carrete abierto seguramente llegaron a México en 1953 y sabíamos que Radio UNAM había comprado este tipo de cintas en 1956, aproximadamente, para pedirle a Alfonso Reyes que hiciera lecturas y fueran grabadas. Quiere decir que Casa del Lago fue de las primeras instituciones en nuestro país que se decidió a grabar institucionalmente su labor cultural”, expresó.

La Fonoteca Nacional pondrá a disposición pública el acervo sonoro en comodato a través de su Audioteca Octavio Paz.

“Queremos que las personas vuelvan a escuchar conferencias como la que dio Arreola en los años 60 que no se ha vuelto a escuchar, o los conciertos de jazzistas que durante los años 80 invitó Olivia Revueltas. Es darle nueva vida a un acervo importante que ya tenía tiempo sin consultar”, afirmó Pável Granados.

Por el momento, el equipo de la Fonoteca se dispone a catalogar y digitalizar las grabaciones para conocer qué audios resguardan las cintas.

“Lo que podemos saber que existe es lo que nos puede decir el inventario de Casa del Lago. Hemos hecho una descripción de lo que sabemos que hay en las cintas y sabemos que lo más antiguo es de 1956 y sabemos que hay conferencias de Arreola, pero tendremos más certeza a partir de la catalogación y digitalización”, detalló Granados.