La técnica de encapsulamiento utilizada en Ciudad de México durante la marcha de colectivas feministas no es una técnica policial legítima y supone un obstáculo a los derechos de las personas manifestantes, aseguró Amnistía Internacional.

“El encapsulamiento no puede ser utilizado como un símil de una detención, como vimos ayer, lo que vimos ayer fue que durante un transcurso muy amplio, algunas varias horas, grupos de mujeres que estuvieron encapsuladas no podían salir ni entrar a ese grupo y eso, de una manera, es prácticamente una detención arbitraria. Esas personas estaban detenidas porque estaban rodeadas por cuerpos policiales”, argumentó Edith Olivares, jefa de la Unidad de Derechos Humanos de Amnistía Internacional México, durante el diálogo organizado por el colectivo ‘Luchadoras’.

Indicó que aunque no está prohibido el uso de la fuerza, éste sí está reglamentado, toda vez que el derecho internacional señala que quienes pueden ser encapsuladas son las personas que ejerzan actos de violencia durante la manifestación y no un grupo completo de manifestantes, “eso es violatorio de derechos humanos”.

Explicó que el encapsulamiento debe ser por el menor tiempo posible, por lo que no puede ser extendido por horas y además hay que permitir que las personas que quieran salir, lo puedan hacer.

Agregó que incluso se puso en riesgo la integridad de las manifestantes puesto que pudieron darse ataques de pánico, claustrofobia o personas con necesidades que deban ser atendidas “y no sobra decir que en esta ciudad estamos en semáforo naranja y están siendo obligadas a mantenerse aún más cerca de lo que la propia normativa nos señala”.

En el caso de agentes químicos, explicó que, aunque está permitido su uso, las autoridades deben dar aviso de que los van a lanzar.

Respecto al argumento del gobierno capitalino de que no se permite el paso al Zócalo para evitar confrontaciones con los integrantes del Frente Nacional Anti-AMLO, consideró esta posición como incongruente siendo al final se registró un enfrentamiento entre manifestantes y policías.

Señaló que han visto, desde Amnistía Internacional, con preocupación la actuación de las fuerzas policiales en diferentes partes del mundo, por varias razones, entre ellas, un patrón que se caracteriza por detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza y abuso sexual hacia las mujeres, lo que, dijo, se repite en muchos lugares del mundo cuando son mujeres las que están protestando.