Aunque ya habían escuchado rumores acerca del posible cierre del Penal Federal de Puente Grande, la noticia confirmada este lunes cayó de sorpresa en custodios, trabajadoras sociales, empleados administrativos y otros servidores públicos del Centro Federal de Readaptación Social número 2 “Occidente”.

El acuerdo que se publica hoy en el Diario Oficial de la Federación, firmado por Alfonso Durazo Montaño, secretario federal de Seguridad y Protección ciudadana, mediante el cual se desincorpora del sistema penitenciario del Gobierno de la República e implica el cierre de la prisión para personas detenidas por delitos del fuero federal ubicada en Jalisco, genera zozobra en los trabajadores de ese centro carcelario, que habrán de ser asignados y distribuidos en otras ciudades de la República.

De igual forma, los internos tienen que ser enviados a otros centros federales de readaptación. El pasado 1 de julio, ya se había hecho el traslado de 380 presos de ahí al de Bellavista, Michoacán.

El penal federal de Puente Grande fue inaugurado en 1993 y es tristemente célebre porque de ahí se fugó Joaquín “El Chapo” Guzmán, en enero del 2001.

Servidores públicos de esa prisión federal señalaron que habían escuchado que algunas áreas de ese complejo podrían ser cerradas, pero con el objeto de realizar remodelaciones, por lo que les sorprende el anuncio de que dejará de funcionar definitivamente.