Opinión

La cuatro “T” de la “4T”

La cuatro “T” de la “4T”

La cuatro “T” de la “4T”

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

¿Cuáles pueden ser, de entre muchas otras, cuatro palabras para definir la calidad de los recursos finales de la IV-T en materia electoral?

Muy sencillo, algunas comienzan con la “T” inicial.

Trampa, truco, topillo, transa.

Hay más, pero con esas es suficiente. Pero si usted no esta de acuerdo con la premisa inicial de este análisis, la cual a la letra dice: se trata del más marrullero gobierno de nuestra historia, mejor ni siga leyendo. Ahórrese la molestia y consulte al Fisgón o a Epigmenio Ibarra.

Pero si usted califica como burla tracalera el caso de Félix Salgado Macedonio y su hija marioneta, pues entonces estará de acuerdo en calificar a este régimen como “juanitista”.

¿Cómo serán las cosas si hasta la inexplicablemente senadora Nestora Salgado acusa a su partido de practicar soluciones monárquicas a los confliutos guerrerenses? Pues están como siempre han sido en Morena, aun cuando antes no se llamaba aaí este hervidero de tramposos.

Muchos lo recordamos, pero hay algunos quizá sin ese registro. Para ellos quiero reproducir algop de una columna de José Contreras publicada en “Crónica” en el lejano 2009, bajo el profético título de “Un país de “Juanitos”, el mundo ideal de AMLO”.

“El caso ignominioso y patético de Rafael Acosta, conocido ya como Juanito Pelele, dejó clara la orientación autoritaria y dictatorial que tiene el comportamiento del ex candidato del PRD a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador.

“El pasado martes, el tabasqueño humilló públicamente al candidato del PT a la delegación Iztapalapa, Rafael Acosta, quien sólo agachó la cabeza, al enterarse de que si ganaba la elección tendría que pedir licencia para dejar su lugar a la perredista Clara Brugada.”Desde ese templete, López Obrador dio instrucciones al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard —una autoridad constitucionalmente establecida—, para que cuando Acosta pida licencia proponga a la Asamblea Legislativa del DF que nombre como interina a Clara Brugada.

“Con esa acción, López Obrador se hizo de muchos Juanitos: Rafael Acosta, a quien ya ni siquiera le permiten hablar en los actos de campaña; Marcelo Ebrard, quien hasta el momento no ha replicado las órdenes recibidas y los próximos diputados locales del DF, quienes, en caso de que se cumpla la fantasía, deberán nombrar a Clara jefa delegacional.

“Pero no son los únicos Juanitos que ha creado López Obrador. En abril del 2008 doblegó a los diputados y senadores del PRD, a quienes obligó a mantener tomadas las tribunas de las dos cámaras del Congreso para evitar la aprobación de la reforma petrolera.

“El coordinador de la bancada del PRD en el Senado, Carlos Navarrete, no fue enterado de la sorpresiva acción de la toma de la tribuna y no estuvo de acuerdo con ella, pero se vio obligado a sumarse al bloqueo y a mantenerlo, por instrucciones precisas de López Obrador.

“Otro Juanito fue el propio Jesús Ortega, líder de Nueva Izquierda y actualmente dirigente nacional formal del PRD, a quien López Obrador obligó a no impugnar el proceso interno que hizo candidato a jefe de Gobierno del DF a Marcelo Ebrard, a pesar de que, según Jesús, estuvo plagado de irregularidades.

“Después de las elecciones del 2006, López Obrador obligó al jefe de Gobierno que había dejado como sustituto por dedazo, Alejandro Encinas, a respaldar y financiar con recursos públicos el plantón y bloqueo sobre Paseo de la Reforma que duró casi tres meses.

“Ese mismo año ordenó a dos senadoras y un senador del PRD pasarse a las filas del PT para que este partido, que sólo había conseguido dos escaños, tuviera formalmente un grupo parlamentario y con ello accediera a recursos por un millón 250 mil pesos al mes.

“Una de las senadoras que obedecieron las órdenes del tabasqueño fue Rosario Ibarra de Piedra, la histórica luchadora social que se había ganado el respeto de muchos sectores de la sociedad por sus convicciones.

“Sí, ella también se convirtió en una Juanita, para salvar el dinero que gasta en forma discrecional Alberto Anaya.

“Y recientemente, López Obrador ordenó a Ricardo Monreal que se pasara al PT, debido a que una de las primeras perredistas prestadas —Josefina Cota— se rebeló y el PT estuvo a punto de quedarse sin grupo parlamentario.”

Pero si esos eran recursos “geniales” desde la oposición, son ahora maniobras imperdonables desde la jefatura del Estado.

Un Estado tramposo, transgresor, transa y todo cuanto a la mente venga para definir al fullero brinca leyes.