“La muerte está siempre presente. La epidemia de la muerte es constante, la vida es una enfermedad que tiene una tasa de mortalidad de 100 por ciento. Nadie sale vivo de este mundo. Eso es evidente ahora para nosotros, pero ha sido evidente a lo largo de la historia para todos los seres humanos”, expresó ayer el filósofo Fernando Savater (España, 1947).

Durante su participación en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), el autor de Ética para Amador y La peor parte. Memorias de amor, reflexionó sobre la pérdida en el actual contexto de pandemia.

“No puedes escapar de la muerte, puedes prepararte o intentar olvidarte. A veces la muerte se hace espectáculo: hoy vemos enfermos y hospitales llenos de gente, crea un problema social porque en este caso es una enfermedad, en otros es por una guerra o bandas criminales. Eso es la espectacularización de la muerte porque la muerte sigue estando ahí”, afirmó

Savater recordó las palabras de Montaigne: no morimos porque estemos enfermos sino porque estamos vivos.

“Aunque la muerte que es un acontecimiento fundamental en toda la vida de los seres humanos no ha tenido un tratamiento filosófico específico. Se ha dicho tradicionalmente que la filosofía es una especie de preparación para la muerte, lo cual tiene su lado absurdo”, dijo.

El escritor español platicó a una amiga de Voltaire y el autor francés decía: “¿Prepararse para la muerte? He visto a todo mundo hacerlo a la primera perfectamente. El problema de la muerte es que no hay nada que decir, es el final de la reflexión”.

Savater también recordó su libro Las preguntas de la vida. “Como es un libro destinado a jóvenes, muchos me lo afearon, me dijeron: no empieces por eso, empieza por el amor, por la belleza…pero no, uno empieza a pensar porque se va a morir. Los dioses inmortales se portan como animales porque no tienen que pensar, nos les va a pasar nada, nosotros tenemos que pensar porque nuestra vida está en peligro”, enfatizó.

El problema es cuando las personas se enfrentan a la muerte del otro, del ser amado, agregó.

“Cuando hay una muerte de otro, de quien amas y de quien te importa mucho, eso sí te revela esa desaparición como algo tremendo, lo que da gravedad a la vida, lo que hace que la vida sea grave”, dijo.

AMAR VENCE LA MUERTE. Durante la charla, Fernando Savater habló de su reciente libro La peor parte. Memorias de amor, en el que plasma los 35 años que vivió con Sara Torres Marrero.

-¿Leer le ayudó a aliviar el dolor por la muerte de Sara?

-Alguien como yo que la lectura ha sido tan importante en su vida –pues es el placer más constante, quizá el primer placer que descubrí y el último que voy a dejar de tener–, siempre he estado leyendo y, de alguna manera, los libros han sido una especie de jardín privado. Me salía de la realidad e iba a mi jardín y ahí estaba solo con mis flores y personajes.

“Consuelo, no; distracción, sí. Para mí no ha habido consolación. Es verdad que me he refugiado hoy, diariamente, en la lectura y ahora que prácticamente ya no tengo grandes ocupaciones en la vida, en la mañana me pregunto qué voy a leer, qué libro tomaré para la tarde o qué película veré por la noche”, respondió.

La lectura es indispensable para los momentos de dolor e incluso, ayuda en los momentos de epidemias, indicó Savater.

“Te das cuenta de lo importante que es la cultura. La cultura te da una especie de parque temático íntimo en donde te puedes refugiar y puedes encontrar cosas, pero la persona que carece de cultura no tiene dónde refugiarse, está en la intemperie”, aseveró.

Para Savater, el amor sobrevive a la muerte y a las carencias. “Hasta que yo muera seguiré enamorado (de Sara) y eso es lo que te causa dolor porque estás enamorado de alguien que no puedes alcanzar. El amor sigue, de esa manera el amor triunfa sobre la muerte a costa de nuestro propio dolor”.

Con La peor parte. Memorias de amor, el escritor trató de hacer un libro que reuniera los recuerdos de Sara, para que los lectores se enamoraran de ella como lo hizo Savater.

“Hablo desde la ausencia, pero cuando la recuerdo es de manera vital y triunfando sobre la vida. Lo que trae el amor es que uno deja de vivir para algo y empieza a vivir para alguien. Eso es el cambio absoluto. Cuando empecé a escribir lo hacía para tener reconocimiento, para ganar dinero, pero de repente todo eso se borró cuando uno simplemente está viviendo para alguien”, confesó.