Metrópoli

Los "aceptados" y su peregrinar para llegar a su nueva escuela

Para Paola, quien reside en Ecatepec, las clases presenciales serán todo un reto, pues tendrá que recorrer una distancia de dos horas para poder asistir al Cetis 9, a la carrera técnica de Corte y Confección, la cual no le llama para nada la atención

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Los "aceptados" y su peregrinar para llegar a su nueva escuela

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

“Ni en mi primera, ni en mi segunda y mucho menos en la tercera opción, me quedé en la quinta escuela que elegí, ahora tendré que hacer dos horas de camino para poder ir a clases, comenta Paola, joven que ahora tendrá que estudiar Corte y Confección tras no quedarse en la prepa que ella quería.

Para la joven que recién terminó la secundaria de una forma “problemática”, como ella lo describe, asegura que la preparatoria será todo un reto, pues en los últimos meses de clases sólo se la pasaron viendo programas de TV y entregando PDF.

“Varias de las cosas que venían en el examen ni siquiera las vimos, aunque estudié por mi cuenta durante semanas esto no fue suficiente, tendré que esperar mínimo seis meses para solicitar un cambio de escuela”, narra la joven.

Aunque esperaba quedarse en la preparatoria número 9 una de la escuela con mayor demanda en la ciudad, el resultado de 62 aciertos que obtuvo no fue suficiente para quedarse, por lo que ahora tendrá que estudiar una carrera técnica en el Cetis 9.

Para la joven, quien reside en Ecatepec, las clases presenciales serán todo un reto, pues tendrá que recorrer una distancia de dos horas para poder asistir a clases.

“He pensado en tomarme un año sabático y presentar mi examen en la siguiente vuelta, pues no me sentiría cómoda estudiando algo que ni siquiera llama mi atención, el único problema es que mis padres no lo permitirán”, comenta molesta Paola.

Por su parte, Bertha, madre de Paola, comentó que, sin importar la preferencia de su hija, no permitiría que abandone la escuela, pues asegura que sin importar la institución lo primordial es continuar estudiando.

A diferencia de Paola, Martín, otro joven entrevistado por Crónica, no corrió con la misma suerte pues confiado en sus conocimientos eligió únicamente tres de 12 opciones, al no quedar en ninguna de las escuelas solicitadas, el Concurso de Asignación a la Educación Media Superior (COMIPEMS) le asignó el Bachilleres número 10, ubicado en la alcaldía Venustiano Carranza.

“Quería aplicar igual que mi hermano y quedarme en la primera opción, elegí únicamente escuelas vocacionales (CECyt) pues toda mi familia es egresada del Politécnico, voy a ser el único que no continúe con la tradición, cuenta Martín con tono de angustia.

Aunque siempre ha sido un joven destacado en sus materias, Martín señala que, a diferencia de su hermano, él no pudo asistir a un curso externo para poder prepararse, pues debido al coronavirus muchos de los centros que capacitan a los jóvenes a tomar el examen COMIPEMS dejaron de dar servicio.

“La verdad es que no sabía lo que vendría en el examen, me prepare con los últimos temas que vimos en las clases online, pero casi nada venía en el examen, me confié demasiado”, remata Martín.

El principal problema para Martín es sin duda la distancia, pues viviendo en Aragón ahora tendrá que recorrer una larga distancia para poder asistir a su nueva escuela, pues debido a la alta demanda en las escuelas fue asignado a un CBTIS en Tecámac.

“Con tal de no perder mi lugar y poder realizar un cambio a la escuela que quiero tendré que hacer una procesión diaria durante un año para solicitar el cambio de escuela”, concluye el joven.

Lo que para unos podría representar una solución a corto plazo, para otros implica un gasto mayor, el cual debido al panorama actual no pueden solventar

“Alcance únicamente 40 de los 120 aciertos, la escuela en la que me quedé está a una hora de mi casa, prefiero tomar un curso para poner uñas y aplicar el examen el año próximo”, cuenta Itzel.

La joven, en entrevista, cuenta que desde que su padre perdió su trabajo la situación para su familia no ha sido nada fácil. Aunque el sueño de Itzel era poder entrar en la Prepa 2 de la UNAM, debido a su bajo promedio no alcanzó ninguna de las 10 opciones que había elegido.

Ante esto, la joven convenció a sus padres de poder tomar un curso de belleza, para juntar los suficiente y pagar un curso que le ayude a poder cumplir su meta.

“No planeo abandonar mis estudios, pero sería bueno poder aprender un oficio o algo que me ayude en un futuro, espero correr con más suerte el próximo año y poder quedarme en la escuela que quiero”.

La escuela no es para todos

Marcos recientemente terminó la secundaria, para el joven de 16 años seguir estudiando no está en sus planes, cuenta que su principal interés es “generar dinero”.

Como pocos, Marcos consiguió un total de 80 aciertos en el examen de admisión, lo que lo coloca prácticamente en cualquier prepa, vocacional o bachilleres que el elija. Aunque los planes que tiene son muy diferentes.

“Mi padre me ha dicho que de nada sirve la escuela, desde que iba en la secundaria me ha dicho que lo primordial es conseguir un buen trabajo”.

Rogelio padre del joven y quien se desempeña como taxista, cuenta que la situación actual los ha afectado severamente, pues tras perder a su esposa hace poco más de dos años, el papel de padre soltero le ha sido muy difícil de desempeñar.

“Aunque quiero el mejor futuro para mi hijo, el dinero es algo que nos ha causado un gran problema, cada vez los ingresos son menores, necesito a alguien que me ayude”, señala Rogelio

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