Opinión

Morena, de la encuesta al rompimiento

Morena, de la encuesta al rompimiento

Morena, de la encuesta al rompimiento

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La elección del nuevo dirigente nacional no terminará con los jaloneos al interior de Morena; de hecho, el augurio es que los intensificará hasta provocar un rompimiento. El partido en poder no puede gobernarse a sí mismo.

Los perdedores no reconocerán al ganador. Un personaje clave del partido, la persona que tiene contacto diario con los consejeros nacionales en todo país, Bertha Luján, no solo declinó participar en el proceso para elegir nuevo dirigente nacional, sino que adelantó que el ganador de la encuesta organizada por INE, pero realizada por tres empresas privadas, no tendrá legitimidad.

Luján sostiene que el TEPJF y el INE realizan una “intromisión aberrante” en la vida interna del partido que ya tiene en sus documentos básicos establecido un proceso para cambiar de mandos y no la “medición mercadológica” que lleva a cabo el INE. Luján, aunque tiene poca salida a medios, es la voz de mando en Morena y madre por cierto de la secretaria del Trabajo, Luisa María alcalde. Si el Consejo Nacional del partido está en contra del resultado de la encuesta se auguran tormentas. No hay que olvidar que Luján ya fue víctima de espionaje dentro de su propio domicilio, lo que conforma un escenario de Guerra Sucia.

De los aspirantes inscritos a la encuesta los más cercanos al grupo de Luján son Porfirio Muñoz Ledo y la senadora Citlali Hernández, y todos están formados en la ventanilla de la doctora Sheinbaum que sería, según esta versión, su carta para la presidencial del 2024. En esta fila también están desde luego Ramírez Cuellar, Pablo Gómez y Martí Batres.

No hay que perder de vista que Citlali fue víctima de un atentado con un libro-bomba, que estalló cuando manipulaba para abrir el paquete en el que venía. Eso ocurrió en mayo del año pasado y aunque la investigación no prosperó se habló desde el principio de fuego amigo.

Muñoz Ledo sorprendió a todos con su decisión de entrarle a la encuesta, lo que en un principio se interpretó como un desencuentro más con Mario Delgado, con quien mantiene una pugna permanente y al que insulta tiro por viaje. Mario también participa en la encuesta y hasta antes de la irrupción de Porfirio era el favorito, sobre todo por el método de elección abierta que le conviene mucho porque a Delgado en el partido no lo quieren, lo ven como advenedizo al servicio de Marcelo Ebrard, no de López Obrador. Mario tiene ganas y sobre todo tiene recursos económicos, de los que ha hecho gala en los últimos días.

Su triunfo en la encuesta se interpretará como un triunfo del canciller que es junto a Sheinbaum son el binomio aventajado en la carrera por la nominación presidencial de Morena. Al interior del partido se dice que un triunfo de Mario puede dará lugar a una fractura. Denuncian que el TEPJF diseñó la encuesta para favorecerlo e incluso quitó candados para que pudiera participar. Si no puede controlar a los diputados mucho menos podrá con el Movimiento de Regeneración Nacional.

El senador Ricardo Monreal, que también apunta a la candidatura presidencial, se toma su tiempo. Ve a sus rivales gastando cartuchos desde ahora y calcula que quedarán exhaustos en un par de años cuando entonces sí se lance con todo. Monreal prefiere como triunfador a Mario Delgado pues sabe que el grupo de Sheinbaum lo ve como enemigo declarado y las heridas abiertas durante el pasado proceso para elegir candidato a jefe de Gobierno de la CDMX cicatrizaron mal.