Cultura

Novena sinfonía, danza contemporánea, un homenaje a quienes perdieron la vida por discriminación: Raúl Tamez

“Tiene un aspecto de resistencia y trasgresión”

Novena sinfonía, danza contemporánea, un homenaje a quienes perdieron la vida por discriminación: Raúl Tamez

Novena sinfonía, danza contemporánea, un homenaje a quienes perdieron la vida por discriminación: Raúl Tamez

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La novena sinfonía fue estrenada el 7 de mayo de 1824, “cuando Beethoven estaba completamente sordo. Es un hito de la humanidad, la UNESCO la ha salvaguardado como uno de los grandes legados en la música sinfónica”, dijo el bailarín y coreógrafo Raúl Tamez, director artístico de la Novena sinfonía, danza contemporánea.

El montaje de danza de Rising Art A.C. y La infinita compañía se presentó este sábado 17 y tendrá otra presentación hoy, domingo 18 de abril, a las 18:00 horas, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, localizado en la calle Donceles 36, colonia Centro Histórico, alcaldía Cuauhtémoc, cerca de la estación Allende del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.

Anteriormente, Tamez ha referido que define esta propuesta como un tributo a quienes perdieron la vida por su raza, género, preferencia sexual, religión o ideología política. Fue creada el año pasado con motivo del 250 aniversario del natalicio de Ludwig Van Beethoven y estrenada en este mismo recinto de la ciudad. Pone en escena un campo de concentración donde las víctimas, custodiadas por cuatro verdugos, encuentran un modo de burlar el sistema y luchar por la libertad y la esperanza.

“Esta sinfonía ha estado presente en momentos históricos fundamentales, como la caída del muro de Berlín. Es interesante que distintos bandos políticos de la historia han estado interesados: se tocó en un cumpleaños de Hitler y al mismo tiempo estuvo ahí para la reunificación alemana. Es una apuesta de resistencia poética lo que estamos haciendo”, señaló Tamez.

Con base en la música de Beethoven, el diseño de iluminación y escenografía de Aurelio Palomino y la producción ejecutiva de Rodrigo González, esta producción “tiene un aspecto de resistencia y trasgresión”.