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Servidores de la Nación, mal pagados y con uso electoral

Las brigadas de vacunación tendrán como base los centros integradores del Bienestar: muchos carecen de las condiciones de seguridad e higiene, en sus instalaciones se desborda basura y desperdicios. Carecen de servicios de agua y sanitarios

Servidores de la Nación, mal pagados y con uso electoral

Servidores de la Nación, mal pagados y con uso electoral

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Con el habitual tono imperativo, señal de su historial castrense, el Vicealmirante José Manuel Solano Ochoa -quien durante la campaña presidencial de 2018 sonaba para la Secretaría de Marina por su amistad con el presidente-, hoy delegado regional de programas del Bienestar en Veracruz, les dijo a los llamados Servidores de la Nación (SN):

“Viene lo de las vacunas, mucho trabajo; lo que se iba a hacer en un año, se tendrá que realizar en seis meses, así que quien no quiera estar aquí, se puede ir. Aquí no hay vacaciones. No conocemos esa palabra”.

Fue la tarde del lunes 11 de enero. El auditorio Benito Juárez, en el puerto jarocho, estaba repleto. No sólo citaron a todos los Servidores, sino a becarios de Jóvenes Construyendo el Futuro y demás promotores de los programas sociales del gobierno federal. Además del militar retirado, quien también se ha desempeñado como asesor en materia de seguridad en la 4T, presidió la reunión Manuel Antonio Rogel, coordinador de los SN.

No hubo, en la despedida, rostros de agrado entre los asistentes. Conforme a los testimonios recolectados, hubo quien incluso expresó su deseo de renunciar. “No es que no queramos participar en la vacuna, pero nos explotan por una miseria, y hay muchas carencias para realizar nuestro trabajo, desorganización, programas y aplicaciones que no funcionan”, señaló a este diario Ana Luisa, servidora asignada a la entidad.

Un anuncio al final de la reunión incrementó la molestia. “De parte de don Manuel Huerta (superdelegado del Bienestar en Veracruz) habrá pronto una invitación para algunos de ustedes”, dijo el Vicealmirante. Se refería, según confirmaron más tarde algunos coordinadores de grupo, a la incorporación de Servidores de la Nación a la promoción y operación de las próximas campañas electorales en el estado. Incluso, comenzaron a darse ya las primeras renuncias.

“Por un lado, dicen que viene lo importante: la vacunación, pero por otro, debilitan al equipo llamándonos a cuestiones electorales”, comentó Ernesto, SN.

¿USO POLÍTICO?

La suma de los Servidores de la Nación al Plan Nacional de Vacunación contra COVID-19 ha generado controversia, porque desde diciembre de 2018 son ellos quienes se han encargado de registrar a beneficiarios de programas de gobierno y coordinar entrega de apoyos. La gran mayoría son seguidores del movimiento lopezobradorista desde hace ya varios años, o fueron fundadores de Morena a nivel regional o local. En las pasadas elecciones promovieron el voto y cuidaron casillas.

Forman parte de la Secretaría del Bienestar, aunque su jefe máximo es Gabriel García Hernández, Coordinador General de Programas para el Desarrollo de la Presidencia de la República.

Según el portal Nómina Transparente son 19 mil 60 en todo el país. Sin embargo, al descargar completa la base de datos conformada por la Secretaría de la Función Pública llegan a 22 mil 914.

El sueldo de García Hernández es de 110 mil pesos netos al mes; el de los superdelegados alcanza casi 100 mil, pero el de quienes integran este “ejército en las calles” no rebasa los 8 mil 500 pesos al mes. Desde el arranque del gobierno, han sido obligados a firmar tres contratos y a llenar casi una decena de formatos, cédulas y cartas compromiso para asegurar su continuidad.

Más allá de las suspicacias electorales o clientelares, la coyuntura de la vacunación ha atraído las miradas hacia su mundo de penurias, insuficiencias, abusos, uso político y deficiencias estructurales.

Crónica recogió voces de SN en distintas regiones y entidades del país, para conocer el pulso sobre su adición al trabajo de vacunación.

Conforme al esquema federal, dos Servidores de la Nación y dos promotores de programas sociales se han comenzado incorporar a cada una de las 10 mil brigadas contempladas para vacunar en todo el país: primero mil, enfocadas al personal de salud, y luego 9 mil más, para copar los 10 mil centros integradores usados hasta ahora para la repartición de apoyos, pensiones y becas. De arranque, los más de 12 millones de adultos mayores serán prioridad.

Se conoce como centro integrador a instalaciones o bases operativas del Bienestar ubicadas en comunidades estratégicas desde el enfoque geográfico y de servicios, donde se atienden hasta 280 comunidades aledañas, la mayoría pequeñas. Las brigadas se desplegarán en esas localidades apartadas: se instalarán en plazas públicas, escuelas, unidades médicas rurales o donde habitualmente entregan los apoyos sociales a beneficiarios para vacunarlos y, en su caso, entregarles su apoyo bimestral. También visitarán casas de ancianos con dificultades de movilidad.

-Para evitar suspicacias sobre los Servidores de la Nación, ¿por qué no se apoyaron en los gobernadores? -se preguntó al presidente Andrés Manuel López Obrador.

-Porque es la salud del pueblo, tenemos que cuidar que no se utilice la vacuna con propósitos electorales, que no haya politiquería -respondió.

CUCHITRILES PARA VACUNAR.

Se designó como coordinadores de brigada a Servidores con antecedentes de medicina o enfermería; algunos, fueron incluso enfermeros o enfermeras de instituciones públicas y militares. Son quienes ahora se están encargando de visitar los poblados cercanos y corroborar la ubicación de las sedes.

La mayoría carece de conocimientos en la materia, aunque se está considerando “enseñarles a vacunar”, según el Plan Nacional. Mientras tanto, se les ha ordenado registrarse en la aplicación SIDER -la misma empleada para los programas sociales-, a la cual se le incluyó una pestaña con la etiqueta: “Vacunas”.

“Hasta ahora nos han informado que vamos a estar de apoyo, organizando a la gente, formándola y cuidando las medidas de sana distancia, además de registrar a los vacunados”, comentó José Luis, quien combina su labor como SN con la venta de abarrotes.

La base de las brigadas serán los centros integradores, aunque muchos carecen de las condiciones de seguridad e higiene indispensables en un proceso de vacunación.

Los pasos van de nuevo al centro integrador de Boca del Río, Veracruz, ubicado en la colonia Jardines de Mocambo. Se trata de un inmueble en el abandono, donde dominan basura y suciedad, sin servicios básicos como agua y sanitario funcional. Sobre sus pasillos, montones de cajas, cartones, papelería carcomida y desperdicios tecnológicos.

“Siempre ha sido un cuchitril pestilente, donde nadie quiere entrar. ¿En un lugar así es donde quieren llevar a cabo acciones de salud? Es ilógico, fuera de lugar. No tiene las condiciones mínimas para vacunar”, comentó Mónica, SN.

“Desde el principio los servidores nos hemos tenido que cooperar para la limpieza, llevar un poco de cloro o jabón para al menos soportar el hedor. No tenemos agua ni sillas, y los baños están asquerosos, debemos caminar unas cuadras para ir a una tienda de autoservicio a hacer nuestras necesidades”, señaló Lucia, otra servidora.

“¿Cómo vamos a llevar la vacuna ahí?, ¿cómo vamos a citar ahí a los ancianos y enfermos crónicos? Para la seguridad también debemos hacer coperacha, para tener ahí a un uniformado hechizo, al menos con un garrote”.

-El Plan refiere su participación en las brigadas…

-Somos chachos, nos usan hasta de intendentes o recolectores de basura. Los coordinadores dicen: “¿quieren oficinas dignas o sus pagos? No hay para las dos cosas”. Nos agarran de todo, y de nada…

INTEGRACIÓN DE BRIGADAS

*Dos Servidores de la Nación

*Dos promotores de programas sociales

*Un médico y una enfermera

*Cuatro elementos militares

*Dos voluntarios

TOTAL DE INTEGRANTES EN 10 MIL BRIGADAS: 120 milMETA: 300 vacunados por brigada, cada semana