Academia

El cambio climático sacará del “olvido” al dengue entre los países ricos

Influye en la distribución de los vectores y las enfermedades, señala Rosa María del Ángel, quien este jueves participa en la mesa “Dengue, el reto por vencer” en El Colegio Nacional

Ciclo "Las enfermedades olvidadas"

Los casos en estados sureños de EU son cada vez más comunes.

Los casos en estados sureños de EU son cada vez más comunes.

Telemundo

Hace cerca de un par de décadas, se publicó un estudio que analizaba la situación del dengue en los dos Laredos: Laredo, Texas, y Nuevo Laredo, México. Los datos señalaban que en el lado norteamericano abundaba más el número de mosquitos que transmiten la enfermedad, Aedes aegypti, no obstante, el número de infectados era mucho mayor del lado mexicano.

¿Cuál es la diferencia si la geografía no era determinante? “En EU usan más mosquiteros en las casas, la gente usa aire acondicionado, no tiene cacharros en los jardines –en el caso del dengue, los mosquitos pican a las personas con las que viven”, señala Rosa María del Ángel, investigadora del Departamento de Infectómica del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).

La especialista en virus de la familia Flaviviridae como el dengue, Zika y el virus de la fiebre amarilla recuerda el estudio “Texas Lifestyle Limits Transmission of Dengue Virus” para ejemplificar cómo es que una enfermedad puede volverse un problema de salud por condicionantes económicas y sociales.

El dengue forma parte de una clasificación de enfermedades llamadas “olvidadas”, no obstante que para la Organización Mundial de la Salud (OMS) es uno de los diez problemas de salud más importantes de la humanidad, puesto que causa alrededor de 400 millones de infecciones en el mundo, tendencia que no ha dejado de crecer.

Rosa María del Ángel, investigadora del Departamento de Infectómica del Cinvestav.

Rosa María del Ángel, investigadora del Departamento de Infectómica del Cinvestav.

Cinvestav

¿QUIÉN LAS OLVIDÓ?

Aún con estas características el dengue es una enfermedad considerada “olvidada”, pero ¿olvidada por quién(es)?

“Se les llama así a todas aquellas enfermedades que son poco prioritarias sobre todo para las grandes potencias, las cuales tienen mayor incidencia en la posibilidad de generar vacunas, diagnósticos, tratamientos… Están relacionadas con países pobres”, refiere Del Ángel, quien este jueves participará en la mesa “Dengue, el reto por vencer”, dentro del ciclo “Las enfermedades olvidadas” de El Colegio Nacional, coordinado por el colegiado Adolfo Martínez Palomo.

Así, enfermedades como el mal de Chagas, Leishmaniasis, entre otras son de poco interés porque son enfermedades que padecen en África o países de Latinoamérica, añade. “No son relevantes para países de primer mundo o estarían preocupados por resolverlas”.

¿Cuáles sí les preocupan? El SIDA, por ejemplo, donde han invertido grandes cantidades de dinero porque gran cantidad de población de estos países tienen ese problema de salud.

Las enfermedades olvidadas son consideradas así por el tipo o número de personas a las que afecta. Generalmente con estas enfermedades se busca tener tratamientos, medicamentos o vacunas que no sean de alto costo porque se presentan en países de bajos ingresos”.

Lee también

El cambio climático puede agravar más del 50% de las enfermedades infecciosas

efe en madrid
Los peligros climáticos han agravado, en algún momento de la historia, el 58 por ciento de las enfermedades infecciosas humanas.

CAMBIO CLIMÁTICO.

Pero el dengue abandonaría esta categoría de olvidada mientras se hace más presente en el mundo debido al cambio climático, que está ampliando las zonas de transmisión y vectores de estas enfermedades; Rosa María del Ángel recuerda que ya está presente en más de 100 países del mundo y hace poco se tuvieron los primeros registros en Europa y cada vez más estados del sur de EU.

“Es un hecho que el cambio climático influirá en la distribución de los vectores y que hará sitios más susceptibles que antes no lo eran. Su presencia en el mundo se modificará respecto al tiempo y las acciones encaminadas a disminuir los efectos del cambio climático”.

La investigadora del Cinvestav recordó que la principal herramienta para combatir esta enfermedad es la prevención, a través del control de los mosquitos, puesto que no hay una vacuna eficiente ni tratamientos probados. Los principales retos para obtener una vacuna efectiva o un antiviral residen en los altos costos de investigación que en países como México hace muy complicado su desarrollo, más aún “si no se apoya a la ciencia, como ocurre actualmente”.

Lee también

Adolfo Martínez Palomo y las enfermedades olvidadas

El Colegio Nacional
Adolfo Martínez Palomo es Premio Nacional de Ciencias y Artes y miembro de El Colegio Nacional.

La única vacuna disponible aprobada en humanos, añade, es la de Sanofi Pasteur, que tardó alrededor de una década en obtenerse y requirió estudios en más de 100 mil personas. El problema es que es poco eficiente y sólo recomendable en personas que han sido infectadas con anterioridad: la vacuna debe proteger contra cuatro serotipos, ya que si sólo protege contra uno o la infección es causada en uno de los que no están cubiertos, la posibilidad de desarrollar un dengue severo es alta. “Por ello, debe proteger contra los cuatro serotipos, pero, además, los virus cambian”.

Actualmente, añade, hay vacunas que se encuentran en fase tres, entre ellas las desarrolladas por Takeda y Merck, y hay otras más que parecen funcionar, pero aún falta tiempo para su uso, enfatiza la científica.

“Fuimos afortunados al tener una vacuna contra Covid en tan poco tiempo, sin embargo, hay enfermedades con las que hemos lidiado durante muchos años y seguimos sin vacuna. Se tratan todas de enfermedades zoonóticas, transmitidas por otro animal, las cuales son y seguirán siendo un problema de preocupación en el mundo”.

El Aedes aegypti es el principal vector del dengue, Zika y Chikungunya.

El Aedes aegypti es el principal vector del dengue, Zika y Chikungunya.

Mosquitos transgénicos

El dengue está presente desde inicios del siglo XX y aunque campañas posteriores para erradicar al mosquito parecieron efectivas, resurgió de manera importante en la década de los 80.

Entre las muchas soluciones propuestas a lo largo de las últimas décadas se encuentra el diseño de mosquitos transgénicos que inhibieran el desarrollo ecológico y su proliferación.

Rosa María del Ángel señala que, si bien se ha ofrecido como una estrategia más, ha funcionado parcialmente. Ecológicamente, añade, se ha observado que si baja una población de la especie otras se incrementan. Adicionalmente, este tipo de alternativas no resultan siempre aceptadas en países donde hay oposición a los transgénicos por considerarlos dañinos.