La “ocupación hostil” en el CIDE está completa, pero su comunidad resistirá
En la Cámara de Diputados académicas y estudiantes del CIDE expusieron los agravios que han enfrentado por un director impuesto desde la Presidencia
foro “Libertad académica y autonomía universitaria en riesgo"
Manifestación de estudiantes y simpatizantes del CIDE a las afueras de Conacyt en diciembre pasado.
Céline González, académica del CIDE, fue la única ponente que canceló su participación en el foro que se llevó a cabo el martes en la Cámara de Diputados. El título de su ponencia era “Becas y reglamentos discriminatorios”, sin embargo, las autoridades del centro de investigación le recomendaron “no asistir”.
No obstante, sus colegas, alumnas y profesoras del CIDE que sí tomaron la palabra en el foro lo hicieron notar y destacaron el nivel de censura al que han llegado: “Una ausencia dice más que mil ponencias”, dijo Lorena Ruano, coordinadora del encuentro y académica del CIDE.
La profesora anunció a los asistentes del foro “Libertad académica y autonomía universitaria en riesgo: los agravios”, realizado en la Cámara de Diputados el pasado 2 de marzo, que la directora de Evaluación Académica del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) no asistiría.
Lorena Ruano anunció que su colega no asistiría al foro.
“Digamos que las autoridades del CIDE le expresaron que no era conveniente que viniera, por lo que suspendió su participación en este foro. Ella iba a hablar sobre reglamentos discriminatorios en becas y el SNI, desafortunadamente, dada la situación que vivimos no nos podrá acompañar”.
Agregó que es una muestra más de que los oradores, que incluyeron académicos, científicas y estudiantes de diversas instituciones, no están “imaginando” los ataques de las autoridades y que, por el contrario, han denunciado claramente sus arbitrariedades. “Los agravios que se están acumulando son ya demasiados (…) Alto a la censura por parte de José Romero”, director del CIDE. Acto seguido, desde las tribunas resonó el grito de batalla pronunciado por los estudiantes en las calles y a las afueras de Conacyt anteriormente: "¡Más ciencias, menos obediencia!”.
">Una ACADÉMICA (que tiene además un cargo administrativo) no pudo participar en un foro sobre Libertad Académica y Autonomía Universitaria para hablar sobre discriminación en reglamentos de becas y estímulos porque las autoridades no lo consideraron adecuado...
— Ximena Medellin (@XMedellin) March 2, 2022
Así estamos. https://t.co/JJUoVNR0w3
Académicos de ProCienciaMx, de organizaciones sindicales como las Cátedras Conacyt, estudiantes de la UDLAP, de la ENAH, de la UNAM, UAM y CIDE, entre otros, hicieron resonancia del simbólico lema durante sus diversas participaciones en el foro.
REBELDES.
Una de las características de la comunidad del CIDE ha sido su valor y resistencia. Un grito más que ha resonado entre las marchas o leídos en las pancartas de los estudiantes es “El CIDE persiste porque resiste”. Esa cualidad también la han enarbolado académicos como Catherine Andrews, ex secretaria académica de la institución, destituida por Romero por “rebelde”.
La académica participó en el foro e hizo una relatoría en 10 minutos de lo que ha ocurrido en los últimos 10 meses en el CIDE, desde la situación que empujó al ex director, Sergio López-Ayllón, a renunciar, hasta la consumación, control absoluto y victoria pírrica de Conacyt sobre el sistema institucional y de gobierno de este Centro Público de Investigación (CPI).
“El objetivo de mi plática es demostrar que esta lamentable historia en el CIDE forma parte de una política clara por parte de Conacyt para acabar con la limitada autonomía que tienen los CPI y centralizar el gobierno de éstos en las manos de directora de Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla Roces”.
Recordó que, ante la renuncia de López Ayllón, no se seleccionó un director interino entre la comunidad, sino uno foráneo proveniente de El Colegio de México (Colmex), Romero Tellaeche, desde cuya llegada se supo, de forma pública y privada, que venía con el encargo de “refundar el CIDE”, “extirpar la corrupción” (que nunca logró definir con claridad) y, sobre todo, para que “aprendiéramos a ser más ‘calladitos’ como sus colegas del Colmex”, abundó.
José Romero Tellaeche, María Elena Álvarez-Buylla y Alejandro Díaz, directivo de Conacyt en una imagen del 30 de noviembre, tras la elección ilegal del director del CIDE.
Vinieron su destitución y la de Alejandro Madrazo que aumentaron la consternación; en tanto, Conacyt había avanzado en el proceso de designación del director que tenía a otro candidato además de Romero, Vidal Llerenas, ex alcalde de Azcapotzalco por Morena –partido que no tuvo representantes en el foro.
“Sabemos hoy lo que no supimos entonces: que el doctor Romero fue el candidato de la Presidencia y, por tanto, tenía que ser ratificado pasara lo que pasara. Con este fin, Álvarez-Buylla se aseguró que el comité de auscultación externa fuera formado con gente fiable, incluyendo a Alicia Puyana, coautora con Romero en más de 15 publicaciones, y su amigo y colega del Colmex, Lorenzo Meyer”.
OCUPACIÓN COMPLETA.
Después, vino todo el proceso ríspido e ilegítimo que culminó con la designación de Romero y los cambios de estatutos de la institución, más movilizaciones y más conflictos, eventos relatados con detalle por la académica. Pero el “asalto al CIDE” no culminó ahí, advirtió Andrews, quien también hizo referencia a la ausencia de su colega censurada: “para que vean que seguimos en una situación de ataque de la libertad de expresión en su más mínima expresión”.
La interpretación y forma de torcer los estatutos del CIDE por la directora del Conacyt, advirtió, le da campo libre para alterar cualquier aspecto de su vida institucional. De esta forma, se podrán realizar más reformas al estatuto general o del personal académico a su conveniencia; en la designación del próximo director, la decisión de Conacyt será incuestionable en el Comité Directivo y, en los hechos, el Consejo Académico –compuesto por profesores de la institución–ha sido relegado de su papel gubernativo anterior, abundó.
“Las autoridades actuales del CIDE no son de la institución, son todas externas con estrechos vínculos con Conacyt, por lo que no se puede esperar de ellos ninguna política que no sea acorde a los deseos de Elena Álvarez-Buylla. La ocupación hostil está completa”.
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UNIDAD EN EL CIDE.
Sin los estudiantes, la historia de resistencia de la comunidad del CIDE ante tal embate habría sido impensable. Odette Ferrer, estudiante de la institución habló a nombre de la Asamblea Estudiantil del CIDE durante la mesa sobre movimientos estudiantiles realizada en el foro de la Cámara de Diputados.
La alumna manifestó que su comunidad ha acumulado enojo ante la falta de legitimidad e incertidumbre institucional, lo que, sin embargo, logró accionar a un grupo de estudiantes inconformes con la imposición.
La estudiante recordó que la movilización y el movimiento estudiantil van más allá del CIDE. “Pocas veces en la historia de la ciencia nacional, el sector había sufrido tanto la indolencia y arbitrariedad desde la administración en turno, por ello, es importante escuchar a quienes nos resistimos a estos atropellos”.
">El sector estudiantil, académico y científico debemos articular esfuerzos para resistir la captura del sector y garantizar educación y ciencia de calidad #YoDefiendoAlCIDE pic.twitter.com/R9Lxytgp09
— Comunidad Estudiantil del CIDE (@plumaverdeORG) March 3, 2022
La comunidad estudiantil, más allá de posturas ideológicas, políticas e incluso disciplinarias, fueron movidas ante las injusticias y sus consecuencias. Sin afiliación partidista, los estudiantes del CIDE hacen un llamado a los de otras instituciones, agregó, para cuidar uno de los principales bienes nacionales: la educación pública de calidad.
“El CIDE es uno más de los diversos frentes por los cuales Conacyt intenta capturar al sector académico y, por tanto, el punto toral del movimiento estudiantil es la defensa de la libertad académica de las universidades y centros de investigación. También buscamos la seguridad de los entornos educativos, ninguno debe sentirse vulnerado en las aulas”.
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(SIN) PRINCIPIOS.
Tras una larga jornada, con cinco mesas y alrededor de 30 participantes de diferentes instituciones académicas, y diputados de diversas filiaciones partidistas (Morena no), el foro llegó a su clausura con la participación de Ximena Medellín, profesora de la División de Estudios Jurídicos del CIDE, quien leyó algunos detalles de “Los Principios Interamericanos sobre la Libertad Académica y la Autonomía Universitaria”.
En diciembre de 2021, mientras Conacyt simulaba sus intenciones de diálogo con la comunidad del CIDE, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos junto con la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión y la Relatoría Especial sobre los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales, anunció la publicación de la “Declaración de Principios Interamericanos sobre Libertad Académica y Autonomía Universitaria”, con el fin de fortalecer la protección y la garantía de la libertad académica en la región.
La declaración de principios es aplicable a la educación superior, y enfatiza la importancia de la ciencia y el conocimiento como un bien público, pilar de la democracia, el Estado de Derecho, el desarrollo sostenible, el pluralismo de ideas, y el progreso académico. Medellín leyó como muchos de estos principios son desdeñados por Conacyt y el gobierno federal ante el cisma en el que han puesto a diversos sectores académicos y científicos del país.
Ximena Medellín, del CIDE, se encargó del cierre del foro antes de la participación De Santiago Creel.
Estos principios, recordó, surgen en tiempos de la posverdad, del discurso polarizado donde se ignora la evidencia en que sustenta cualquier decisión razonada y razonable, para conducirse, prioritariamente, sobre las pautas ideológicas que marca una cúpula en el poder.
Refirió que los atentados contra estos Principios podrían haber sido casi una relatoría del seminario que aconteció en la Cámara de Diputados, escenario de lo que vive el país en la actualidad. “No podemos minimizar los problemas históricos del sector (…), pero estamos atravesando momentos particularmente aciagos”.
Vivimos tiempos en que, desde distintas regiones, regímenes o ideologías, se ataca al pensamiento independiente, plural y crítico sustentado en datos y evidencias. “Esos son los tiempos en que los Principios Interamericanos sobre Libertad Académica y Autonomía Universitaria aportan múltiples y necesarios estándares internacionales, para la protección de la libertad académica frente al ejercicio del poder”.
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La autonomía, enfatizó adicionalmente, no es una característica que se limita a algunas instituciones, sino de una condición necesaria, intrínseca y propia de cualquier institución académica. En palabras de los Principios, la autonomía “es un requisito indispensable para la libertad académica y funciona como garantía para que las instituciones de educación cumplan con su misión.
“Que se escuche alto y fuerte en este recinto: la autonomía es al final un pilar para la construcción de una sociedad más democrática e igualitaria, de ahí que su protección no sea negociable, sino siempre exigida”.