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La tragedia del comandante Florentino Ventura
Siempre estuvieron ahí: policías agudos, de cabeza fría, de corazón bien templado; habituados a mirar de frente a la muerte y, si se hacía necesario, sentarse a negociar con el diablo. Detectives, agentes del Servicio Secreto, policías, superpolicías. A esa especie pertenecía aquel hombre que murió de una manera oscura, enigmática, y que, más de treinta años después, tiene todavía un fuerte aroma a crimen sin resolver.Bertha Hernández -
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Héroes, nobles espíritus y la vida por patria: así les contaban la historia a los niños porfirianos
Si bien es cierto que no todos tenían la fortuna de poder asistir a la escuela en el México decimonónico que daba al salto al siglo XX, había otros recursos formativos que acaso tuvieron impacto en muchos niños que en la nueva centuria llegarían a adultos y estarían convencidos de que para ser buenos ciudadanos había que rendir culto a los héroes nacionales. Lo habían leído o se los leyeron en cuentos que eran muy pequeños, pero, eso sí, también eran muy emocionantesBertha Hernández -
Un crimen brutal… e inexistente: el caso del bebé Cerelac
En los años ochenta del siglo pasado, México empezaba a formar parte de eso que todavía no llamábamos globalidad, pero que era ya muy perceptible. El sonido, la textura de otras tierras llegaba más allá de los discos de rock y de pop. Pero también el ejercicio de la violencia y la criminalidad tomó otros derroteros, empezaba a reflejarse la presencia de las mil rutas del narcotráfico: de ese oscuro bosque nacieron historias terribles que acaso no eran ciertas pero sí perfectamente verosímiles.Bertha Hernández -
…Y la radio se convirtió en herramienta educativa
La fiebre radiofónica se apoderó del México de los años 20. La música en vivo dominaba el nuevo escenario, y poco a poco los contenidos iban diversificándose, aunque pasarían años antes de que el poder informativo y noticioso de la joven invención se convirtiera en parte de la vida diaria, no faltó el visionario que la mirara como el instrumento que ayudaría a cerrar consolidar la formación de millones de mexicanos.Bertha Hernández -
Días de emoción y novedad: así llegó la radio a los mexicanos
Si los mexicanos de fines del siglo XIX, y que saltaron al siglo XX, se emocionaron con la llegada del fonógrafo o Máquina Parlante; si se deslumbraron con las primeras exhibiciones de los hermanos Lumiére y se enamoraron del cine para siempre, no podían sino entusiasmarse con la nueva invención que se convertiría en fiel acompañante de la vida cotidiana: la radio, que continuaba los sueños de progreso que, en el salto a la nueva centuria ofrecían un mundo de entretenimiento e información que no se parecía en nada a lo que se había vivido antes.Bertha Hernández -
Cuarenta años después, un monumento mexicano en tierra dominicana todavía espera su rescate definitivo
En 2019, el monumento al fraile dominico defensor de los indígenas nativos de República Dominicana, obsequio de México, fue rehabilitado sin recuperar el sentido profundo con el que se le dotó hace 40 años, denunció el hijo de Pedro Ramírez Vázquez.Bertha Hernández -
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Cuando Lecumberri dejó de ser cárcel
Al paso de los años, la vieja Penitenciaría del Distrito Federal se había ganado el mote de “El Palacio Negro”, tanto por el deterioro de sus muros, provocado por el subsuelo húmedo, como por las tremendas historias que acumulaba. Hábiles tahúres, asesinos seriales, brutales homicidas, militantes políticos, habían convivido en la famosa Lecumberri. Hasta el legendario Pepe el Toro, encarnado por Pedro Infante, conocía el lúgubre penal. Hace 46 años, eso se terminó.Bertha Hernández -
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Las insólitas momias de la Unidad Tlatelolco
Desde que en 1861 se encontraron, entre las ruinas del convento de Santo Domingo, los cuerpos momificados de Fray Servando Teresa de Mier y otros once frailes dominicos, la ciudad de México no había vuelto a alborotarse por un fenómeno de esta clase. Pero los hallazgos en el modernísimo conjunto habitacional revelaron una historia criminal y una existencia desdichada.Bertha Hernández -
Trinidad Ramírez, la tamalera homicida
Los “autoviudazos” pasaron de moda. El mundo cambiaba, México también. Cuestiones añejas como el honor de las familias y de los caballeros, y la honra de las mujeres empezaron a sonar como cosa del pasado remoto. Los turbulentos años sesenta encontraban complejas resonancias en la nueva década, y los dramas que se convertían en la cotidiana nota roja, también. Los mexicanos se escandalizaron de que una mujer, en una situación extrema de violencia y hartazgo, decidiera tomar en sus manos la vida de su agresor, que era, también, su pareja.Bertha Hernández -
La muerte y la política: el asesinato de Rubén Jaramillo
A la distancia que impone el tiempo, aquel brutal golpe del poder político sigue siendo atroz: un líder popular emanado del zapatismo, encontró la muerte a manos de personajes que fueron identificados como integrantes de las fuerzas armadas. No fueron pocos los que señalaron al gobierno de Adolfo López Mateos como el autor material e intelectual de la masacre.Bertha Hernández -
Las Poquianchis: un caso de horror
Tres denuncias por desaparición de muchachas, una madre que buscaba a su hija, una mujer que, en condiciones lamentables, logró llegar a una estación de policía en el estado de Guanajuato. Ese era el pequeño manojo de hilos que, al volverse objeto de investigación, descubrió lo que, hace 60 años, era conocido en la jerga policiaca como un caso de “trata de blancas”, que en pocos días se convirtió en una historia de violencia y muerte desgarradoras, que indignó a todo el país, porque revelaba no sólo la agresión brutal contra muchachas jóvenes, sino que exhibía los peores modos de contubernio y complicidad entre tres mujeres de vida criminal con las autoridades locales que cobraban buenos pesos por no mirar.Bertha Hernández -
Julio de 1872: muere Benito Juárez y sus leales lo vuelven eterno
Cuando el presidente oaxaqueño murió, hace siglo y medio, toda la prensa, inclusos sus críticos más duros, le rindieron homenaje unánime. El culto a Benito Juárez había empezado a germinar en los años de la guerra contra el imperio, y, aunque para 1872 existía ya una importante disidencia, aquel prestigio y el respeto popular continuaban vivos y acompañaron a la tumba a aquel hombre bajito, al que nunca se le tomó una fotografía sonriente, al que le encantaba bailar y que solamente sobrevivió un año y medio a la viudez, y que, al mismo tiempo, era uno de los constructores del moderno Estado mexicano.Bertha Hernández -
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Un instante, y la tragedia: el caso del general Humberto Mariles
En 1964, el general Humberto Mariles era, sin lugar a dudas, toda una gloria nacional. Eran legendarias sus hazañas en el campo del hipismo, y había pasado a la historia en compañía de Arete, su noble caballo, como símbolo de los que podía lograr el olimpismo mexicano. Dieciséis años después de sus triunfos en las Olimpiadas de Londres, seguía siendo muy querido por la gente de a pie, que se había emocionado con sus hazañas. Fue uno de aquellos malos momentos que todo mundo tiene, el que lo llevó a segar una vida.Bertha Hernández -
Sangre de estrellas: los asesinatos de Ramón Gay y Agustín de Anda
Aquel 1960, el inicio de una década que sonaba a inminente modernidad, tuvo escándalos sonados, historias de violencia y muerte que hicieron las delicias de los reporteros de nota roja. Oscuro fue mayo aquel año para todos los aficionados al cine y a las novedades que ofrecía el mundo de la farándula, porque con diferencia de pocas horas, dos hombres jóvenes y famosos fueron asesinados. ¿Las razones? Las pasiones desatadas, el llevado y traído honor. Nada cambia en la condición humana, y menos en un país que todavía no se desprendía de un profundo conservadurismo.Bertha Hernández -
Nobles señoras, historias desconocidas: las virreinas de la Nueva España
A medida que se fue consolidando el orden virreinal, buena parte de la vida pública y política del reino giraba en torno a los hombres enviados por la corona española como representantes absolutos de la autoridad del rey. Algunos de aquellos poderosos caballeros llegaron a estas tierras acompañados de sus esposas, que también asumieron tareas donde lo simbólico, las buenas maneras y las relaciones públicas, eran parte sus herramientas de poder.Bertha Hernández -