Cultura

“Esta edición del FIC es un respiro, sirve para todo mundo, económica, física y mentalmente”

En el primer día de actividades, las calles, los comercios y la oferta cultural volvieron a cobrar vida en esta edición con formato híbrido

crónica

El Teatro Juárez.

El Teatro Juárez.

En el primer día de actividades de la 49 edición del FIC en su formato híbrido, comenzaron en la famosa Plaza del Baratillo, cuya Fuente ha inspirado escenarios de películas, como Bugambilia (1945) y pasajes de textos literarios, como la novela Las buenas conciencias de Carlos Fuentes.

Traída de Florencia y obsequiada a la comunidad local por Maximiliano de Habsburgo entre 1864 y 65, la fuente del Baratillo es un punto de encuentro común para los guanajuatenses. En este emblemático lugar se dio apertura a la Casa Coahuila, donde a partir de este jueves y hasta el final del Festival se podrán adquirir productos artesanales y gastronómicos; y se llevarán a cabo eventos del estado invitado, tales como exposiciones y presentaciones editoriales.

Posteriormente se realizó también la apertura de la Casa Cuba, a un costado del templo de San Diego, ubicada en el exConvento Dieguino, donde se exhibe parte de la cultura de esta isla caribeña, país Invitado de Honor.

EXPECTATIVAS LOCALES. Al platicar con los locales, Crónica observó un entusiasmo generalizado por parte de los comerciantes y negocios que se nutren económicamente de este Festival. La expectativa de crecimiento es mucha, "mucha fe de recuperación", comentó Luis Reséndiz quien trabaja en el resaturante Casa Ofelia, ubicado en el corazón de la ciudad. Para él, la versión híbrida del año pasado no fue suficiente y se sintió interrumpido por la pandemia.

"Esta edición del FIC es un respiro, sirve para todo mundo, económica, física y mentalmente. Sobre todo, mentalmente porque desgasta no tener la espiritualidad de estos festivales. Como nativo que he vivido 46 festivales de 49, cuando de repente se interrumpe abruptamente afecta muchísimo. Ver el movimiento de la gente, el fluir hace que la ciudad se vea viva", declaró.

Locales nuevos como El Papalote, que abrió en junio de este año sobre avenida Juárez -una de las más transitadas- ven esta ocasión como una oportunidad para florecer; mientras que los negocios más antiguos dan por sentado que se trata del momento más redituable del año.

Guillermo Martín Álvarez Sáenz, de 57 años, calculó que las ventas en su local, Artesanías Sáenz, crecen 30% durante el Festival. "Para mí, como comerciante, es importante que venga gente y se haga el festival en vivo. El año pasado fue un desastre económicamente para mi familia", apuntó. En más de 45 años que tiene su negocio, la única ocasión en que se vivió algo similar fue en el '85, cuando a causa del temblor en CDMX se canceló el FIC.

Sáenz considera esta temporada como una fiesta familiar. "Trae de todo, pero más alegría a la ciudad y eso lo digo como padre de familia, participamos en eventos como teatro, música y literatura que le encanta a mi familia. Diario van uno o dos miembros de nuestra familia", añadió.

En el Museo del Pueblo de Guanajuato, Israel Garay de 35 años expresó preocupación por el relajamiento de los extranjeros respecto a las medidas de seguridad sanitaria. "La mayoría sigue las indicaciones de cuidado, pero algunos no tanto, creo que más extranjeros que locales. Yo los percibo muy seguros, tal vez porque no están en su entorno y este ambiente es de fiesta, lo que inhibe los cuidados que deben llevar. También hay más gente de otros lados que locales viniendo a las exposiciones", consideró.

Por su parte, Braulio Morales estudiante local de 23 años confesó que no asiste a más de una o dos actividades del Cervantino por semana. “El Cervantino es tan importante como los festivales que les dicen ‘alternos’. Es bueno que Guanajuato amplíe las formas de recreación para la gente, debería haber más oferta que el Cervantino. Por ejemplo, el festival de cine de Gto. también es muy bueno, pero a veces lo dejan un poco de lado”, opinó.

Su hermano, Enrique, de 22 años, emitió una opinión totalmente contraria a la de los comerciantes: él no disfruta los eventos del festival, ya que en promedio asiste solamente a uno, y le molesta el atiborramiento en las calles, así como el ruido generalizado a todas horas, pero especialmente por las noches, ya que vive cerca de la Explanada de las Ranas, donde se realizan muchos eventos al aire libre. "Vienen extranjeros escapando de sus hogares y no les importa lo que hacen aquí: no les importa si destruyen, ensucian u orinan en la vía pública", se disgustó.

"A los jóvenes de aquí no les importa el Cervantino", agregó. En su experiencia, para su generación son más emocionantes prácticas como el skate, aunque concede que los eventos de rap del festival tienen mucha convocatoria. "Es raro ver que se emocionen por este evento. Si no vives en el centro, no vas", concordó Braulio. En ese sentido, para ellos, la pandemia no ha cambiado nada.