Cultura

Estamos frente a un cambio profundo para decidir cómo habitar la ciudad que nos espera: Felipe Leal

De acuerdo con Felipe Leal, “la crisis sanitaria actual ha incidido en repensar el modelo de ciudad como un lugar con calidad de vida, con mayor seguridad y que apueste por la proximidad, un tema que tiene que ver con el teletrabajo”.

libertad por el saber

El arquitecto Felipe Leal.

El arquitecto Felipe Leal.

A decir de Juan Villoro, la ciudad es un sitio extraño en el que se vive de un modo y se recuerda de otro. Esto es fundamental. La ciudad la vivimos y la recordamos de una forma distinta”, afirmó Felipe Leal, miembro de El Colegio Nacional, al coordinar y participar en la mesa El impacto urbano del teletrabajo, octava sesión del VI Encuentro Libertad por el Saber. La pandemia: retos y oportunidades, que coordina el colegiado Antonio Lazcano Araujo.

La sesión, transmitida en vivo el 20 de octubre a través de las plataformas digitales de la institución, contó con la participación de los arquitectos y urbanistas Jose Castillo y Jorge Gamboa de Buen quienes reflexionaron sobre los cambios que provocó la emergencia sanitaria en el habitar las ciudades y los espacios de trabajo.

Felipe Leal comentó que, en los últimos meses, la ciudad se recuerda distinta y se ha repensado cómo habitarla a futuro, o cómo habitarla en esta transición post-COVID o trans-COVID. “Los habitantes urbanos hacemos uso de la ciudad desde el espacio público, es lo que le da sentido y crea el lugar: el del recuerdo, el de pertenencia, el de la construcción, la comunidad o el barrio.”

Puntualizó que, por efímera que resulte la experiencia de salir, “el primer vínculo de identidad que tenemos de arraigo es con las grandes estructuras urbanas. Los espacios públicos con las plazas, los camellones, las aceras o la banqueta frente nuestra casa”. Agregó que la crisis sanitaria actual ha incidido en repensar el modelo de ciudad como un lugar con calidad de vida, con mayor seguridad y que apueste por la proximidad, un tema que tiene que ver con el teletrabajo.

“El teletrabajo nos ha dado una proximidad tecnológica, podemos evitarnos una gran cantidad de traslados dentro de la ciudad, de un país o de un continente, ha rebasado las fronteras físicas y políticas para poderse realizar. También se ha apostado por la proximidad de quedarse en casa o en las cercanías.”

El arquitecto mexicano sostuvo que la idea de proximidad es un concepto que acompaña en estos momentos a la sociedad. “Cada vez más, deseamos tener servicios que estén mucho más cerca del lugar en el que habitamos; así como un uso y disfrute del espacio abierto y que éste sea más vegetado y dotado de una movilidad sustentable.”

Recordó que la movilidad se vio afectada, sobre todo, en el transporte público como el metro o los autobuses. “Estamos frente a un cambio profundo para decidir cómo habitar la ciudad que nos espera, no basta con pensarla, hay que actuar ante este desafío y proponer modelos de habitabilidad menos tóxicos, donde la higiene y la movilidad resulten en una premisa para la identidad de los espacios construidos.”

En palabras del colegiado, esta mesa es una invitación a que actúen las masas críticas, los pensantes de la universidad, los grupos de trabajo y las autoridades. “Es una responsabilidad de la sociedad encontrar alternativas, más allá de las reflexiones sobre cómo vamos a enfrentar o cómo estamos enfrentando estas neo realidades.”

Argumentó que la reflexión fundamental que debe acompañar a la arquitectura durante este convulsionado siglo XXI es su relación con la naturaleza, en el sentido más amplio. “Los temas ambientales deben ocupar una buena parte de la agenda y el tiempo dedicado a su concepción, pero más allá de las normas –que en muchas ocasiones son violentadas–, se debe tener una actitud integral frente a ello.”

Transformación de espacios a consecuencia del teletrabajo

Al tomar la palabra, el urbanista Jose Castillo comentó que lo que se vive actualmente, quizá requiera una perspectiva a largo plazo, de ciclos de 100 o 200 años, para entender si lo que se enfrenta necesita soluciones estructurales que no dependan de una coyuntura. “Desde la arquitectura, la pandemia nos obligó a pensar en formas de innovación, pensar en las aulas abiertas, pero no necesariamente en el sentido correcto, es decir las innovaciones que surgen de una crisis no siempre se dirigen a un mundo más sustentable y equitativo.”

El arquitecto mencionó que la ciudad es una acumulación de ladrillo, cemento o acero, pero fundamentalmente es un acopio de relaciones personales, como lo aseguró el economista Edward Glaeser, quien planteó que las ciudades son focos donde se vincula el talento y la tolerancia, en otras palabras, a la ciudad no la define lo físico, sino lo humano.

De acuerdo con el especialista, actualmente casi dos terceras partes en el país trabajan en el sector terciario, que es casi el doble de los que trabajan en el nivel primario y secundario. A nivel Ciudad de México, ese número es del 84%. A pesar de esto, sólo el 23% de los mexicanos pueden ser productivos en su casa.

Explicó que el teletrabajo está transformando tres espacios fundamentales. El primero es el de la oficina. “Se dice que la Ciudad de México tiene alrededor de 3 millones de metros cuadrados de oficina que están sin ocuparse. En ese sentido, hay que pensar de dos formas, cómo reimaginar ese espacio desde lo físico y, sobre todo, desde las relaciones sociales que derivan del trabajo. El 80% de los trabajadores van a depender de una tecnología innovadora o nueva, pero 9 de cada 10 van a preferir trabajar desde otro ambiente que no sea la oficina.”

Agregó que posiblemente la nueva oficina se tenga que parecer a un híbrido, entre la infraestructura social, el centro comunitario y los antiguos clubes. “Hay que pensar que la ciudad debe tener un reciclaje en el cual la pregunta para los arquitectos y urbanistas no sea ¿cómo construimos más?, sino ¿cómo adaptamos las infraestructuras existentes, en particular, pensado en las oficinas para nuevos usos?”

En palabras del urbanista, el segundo espacio que se ha transformado con la pandemia es el hogar. “La trans-pandemia nos obliga a pensar e imaginar de forma continua en el que la casa es simultáneamente la cocina, simultáneamente la oficina, cafetería, cuarto de impresión, salón de belleza, así como guardería”. Puntualizó que se debe reimaginar y repensar la vivienda desde la óptica de género, de cuidados y de flexibilidad.

El tercer espacio que es necesario reimaginar es la movilidad. “Es en la construcción de alternativas de movilidad donde se producen inequidades o donde se pueden mitigar esas inequidades. Estamos viendo que las personas que no pudieron hacer teletrabajo seguían siendo la más expuesta al impacto de salud de COVID-19.”

Recordó que, en algunas ciudades, hubo un incremento en la venta de bicicletas de ruta del 600%, lo que significó que la gente imaginó que caminar o ir en bicicleta era una alternativa de movilidad importante. “Se dice que el mejor viaje es aquel que no se tiene que hacer; sin embargo, la pandemia y estudios recientes han demostrado que la pérdida del traslado de la vivienda al trabajo también ha generado efectos negativos en la salud mental de las personas. Porque el espacio de traslado era un espacio de interiorización.”

Ciudades y teletrabajo

Por su parte, el arquitecto Jorge Gamboa de Buen aseguró que el 55% de la población mundial vive en ciudades. Se calcula que, en México, habita el 66%. “El sector servicios se ha convertido en el motor económico de las ciudades. Los servicios de educación, cultura, salud, finanzas, entretenimiento, investigación y turismo requieren edificios. Las ciudades contemporáneas están conformadas, además de la vivienda, por estos edificios.”

El urbanista sostuvo que las medidas contra el COVID-19 cancelaron o limitaron la asistencia a los centros de trabajo. Algunas empresas y gobiernos adoptaron el trabajo a distancia aprovechando herramientas como Internet o las plataformas como Zoom. “La economía cayó, también el tráfico, la inseguridad y los accidentes laborales. Pero el estrés, la violencia intrafamiliar y las enfermedades mentales aumentaron.”

Puntualizó que el teletrabajo funcionó en las empresas más modernas, las tecnológicas y con empleados más educados y con mejores ingresos, que podían tener varias habitaciones y no compartir con la familia. “Lo que está pasando con la pandemia es que los procesos que ya venían se aceleraron, buenos y malos. Por ejemplo, en un año avanzamos diez años en el tema de los centros comerciales, el abasto, la distribución, por plataformas como Amazon y los nuevos medios de distribución.”

Puntualizó que las ciudades van a sobrevivir, porque siempre encuentran la forma. Pero se necesita entender el problema y tener buenas políticas públicas y privadas. “La parte de movilidad, de espacio público, el cambio de uso de suelo de oficinas a viviendas, si es que se pudiera concretar, le toca al gobierno, pero también a las corporaciones, y los empleadores tienen que entender que pueden modificar de manera muy importante el futuro de las empresas, de las familias, del bienestar humano, del medio ambiente y de las ciudades.”

Argumentó que, desde el punto de vista de las políticas públicas, existe un congestionamiento en el tema de la movilidad. “No veo en la Ciudad de México, pero tampoco leo o escucho en Monterrey, Guadalajara o Nuevo León u otras ciudades del país, que se mencione sobre los horarios escalonados, por ejemplo, la banca nunca había querido cambiar sus hábitos, y estableció un esquema de horarios escalonados que le permitió funcionar.”

“En este regreso, se vuelve a tener la ciudad congestionada, pero porque todos regresamos al auto privado. Creo que todavía no acabamos de entender a la movilidad y estamos perdiendo una oportunidad; pero, como siempre pasa, los más afectados son los que viven más lejos, los que son más pobres.”

La mesa El impacto urbano del teletrabajo, que forma parte del VI Encuentro Libertad por el Saber, dedicado al tema La pandemia: retos y oportunidades, se encuentra disponible en la página de YouTube de la institución: elcolegionacionalmx.