Cultura

Estas son las maderas cósmicas del Templo Mayor, su historia y arqueología

Cetros de madera in situ de la Ofrenda 174 del Templo Mayor
Cetros de madera en ofrenda del Templo Mayor Mirsa Islas Orozco/Cortesía PTM-INAH

Arqueólogos del INAH han encontrado 2 mil 550 objetos de madera en 21 ofrendas, pectorales, cetros, máscaras, entre otros, relatan a "Crónica" miembros del proyecto

Durante las excavaciones realizadas por el equipo multidisciplinario del Proyecto Templo Mayor se han encontrado 2 mil 550 objetos de madera en 21 ofrendas y siete operaciones. Los elementos hallados, en su mayoría, son representaciones miniaturas de jarras, pectorales, narigueras, máscaras o cetros que fueron colocadas a animales o simplemente ofrendadas a las deidades.

El arqueólogo Víctor Cortés y la restauradora María Barajas platican en entrevista sobre la identificación de los tipos de maderas con que fueron hechos estos objetos y el significado simbólico que tienen.

OBJETOS MINIATURA.

“Se han contabilizado 2 mil 550 objetos de madera, de los cuales mil 676 son fragmentos, 266 son piezas semicompletas y 608 son piezas completas. Se han encontrado en 21 ofrendas y siete operaciones excavadas recientemente por el Proyecto Templo Mayor que encabeza el doctor Leonardo López Luján”, comenta el arqueólogo Víctor Cortés.

Estas piezas, en su mayoría, son representaciones miniatura de jarras votivas con atributos a Tláloc, cetros con forma de venado y algunos cetros chicahuaztli, xiuhcóatl serpentiformes, máscaras miniatura y pectorales. Otras son representaciones miniaturas de armas como dardos, lanzadardos (átlatl) y mazos.

Cetro serpentiforme de la Ofrenda 141.

Cetro serpentiforme de la Ofrenda 141.

Mirsa Islas Orozco/Cortesía PTM-INAH.

“También tenemos manufactura de ornamentos. Buena parte de estos objetos se utilizaban para ataviar a animales con orejeras, pectorales y narigueras”, destaca.

–¿A qué animales?

–Hasta el momento hemos visto que los objetos de madera se han asociado con lobos, jaguares, pumas y águilas.

"También había piezas adornadas con madera por los sacerdotes mexicas, por ejemplo, figurillas de copal, braseros de basalto y cuchillos de pedernal. Al cuchillo de pedernal le ponían sus orejeras, su cetro serpentiforme que es uno de los atributos a Tláloc”.

–¿Han hallado objetos de madera de uso cotidiano?

–En realidad los objetos que son depositados en el Templo Mayor son de uso ritual. Contamos con algunos objetos de tamaño real que podrían considerarse de uso cotidiano. Tal es el caso de un átlatl descubierto recientemente en la Ofrenda 178, o bien, un machete para hilar que apareció en la Ofrenda 174.

Máscara Tláloc de la Ofrenda 141.

Máscara Tláloc de la Ofrenda 141.

Mirsa Islas Orozco/Cortesía PTM-INAH

“Sin embargo, es difícil asegurar que dichos objetos fueron empleados en época prehispánica. Quizá sólo fueron elaborados para ser depositados como parte de una ofrenda”.

Algunas piezas de madera cuentan con policromía ya que el color se empleaba para remarcar atributos, por ejemplo, en el caso del azul (predominante en las figuras) está asociado con elementos que distinguían al dios de la lluvia. El blanco y negro eran usados para delinear figuras, por ejemplo, para remarcar los ojos cerrados en las máscaras, lo que significa que es una persona muerta y, por tanto, guerreros muertos en batalla.

“Hay una diferenciación de los objetos que se depositaban en honor a Huitzilopochtli que seguramente eran estos guerreros muertos con atributos de guerra, y los que se depositaban en honor al dios Tláloc como vasijas miniatura”, detalla Víctor Cortés.

MADERA DE LA CUENCA.

El equipo de investigadores del Proyecto Templo Mayor analizó 62 muestras para conocer el tipo de madera con que fueron manufacturados algunos de estos objetos. Los resultados, hasta el momento, han llevado a la identificación de los siguientes árboles: pino, oyamel, ahuehuete, ciprés o cedro blanco, aile y tepozán. De los cuales predominó el uso de pino procedente de bosques de coníferas.

“Estos elementos eran tallados a partir de madera que se obtenía en los bosques cercanos a la cuenca. Lo que hace pensar que posiblemente los artesanos especializados obtenían la materia prima de los bosques cercanos a la cuenca”, expresa la restauradora María Barajas.

Resulta además interesante encontrar que algunos de los objetos fueron tallados en otras especies. Como el caso de las máscaras Tláloc que fueron talladas en aile, añade.

Ahí surgen nuevas preguntas: ¿por qué los cetros están tallados en pino o por qué tenemos tan pocos resultados de ahuehuetes cuando sabemos que era un árbol importante para los mexicas?”, cuestiona.

Obtener estos resultados es un trabajo de años, de un equipo multidisciplinario y de una serie de esfuerzos, indica Barajas. Ejemplo de ello es la estabilización de los 2 mil 550 objetos de madera.

Análisis tipológico de los objetos de madera.

Análisis tipológico de los objetos de madera.

Mirsa Islas Orozco/Cortesía PTM-INAH.

La humedad es el factor que permite que todos estos objetos se hayan conservado por poco más de 500 años al interior de las ofrendas, pero también es el factor que genera una serie de deterioro en los objetos”, señala.

La experta recuerda que excavar en el Centro Histórico de la Ciudad de México significa trabajar con la presencia constante de humedad. En el caso de Templo Mayor, muchas veces se presentan condiciones de anegamiento total y, por ello, se debe trabajar para su control, con la ayuda de bombas manuales de extracción de agua.

“La humedad va hidrolizando los componentes principales de la madera y también genera que ésta se torne en un material extremadamente delicado. En el momento en que encontramos objetos de madera en las excavaciones éstos se encuentran frágiles y suaves al tacto; además de presentar deterioros como fracturas o deformaciones”, relata.

Lee también

Una exposición lleva a Corea del Sur el rostro genuino del imperio azteca

efe en seúl
Algunas de las piezas en exhibición.

“Cuando hallamos estos elementos, trabajamos en conjunto para someterlos a un proceso de limpieza en húmedo para eliminar los restos de sedimento depositados en su superficie”, añade.

Después, detalla Barajas, se mantienen en contenedores con agua corriente en los refrigeradores del laboratorio para lograr una condición microclimática estable.

"Una vez limpios y monitoreados, planificamos la intervención para eliminar la humedad al interior de las estructuras vegetales. Trabajamos con un compuesto de dos azúcares sintéticos, este proceso lo utilizamos a partir de una propuesta realizada por Andras Morgos y Setsuo Imazu, que además se ha ido adaptando a las condiciones existentes en el Templo Mayor”, indica.

Proceso de limpieza en el laboratorio.

Proceso de limpieza en el laboratorio.

María Barajas Rocha/Cortesía PTM-INAH.

ÁRBOLES CÓSMICOS.

Para los mexicas, los árboles tenían su propia importancia mágica-religiosa, afirma el arqueólogo Víctor Cortés.

“Es decir, en la cosmovisión prehispánica sabemos que existían cuatro árboles sagrados o árboles cósmicos que sostenían el cielo, pero que también servían como vehículo por donde transitaba el tiempo”, indica.

Pero esos árboles también servían como medio de comunicación entre los hombres y los dioses, incluso en los mitos hay descripciones que asocian a ciertas especies de árboles con deidades.

Lee también

Manuel Gamio, padre de la arqueología moderna en México

El Colegio Nacional
Manuel Gamio.

“Por ejemplo, el caso de Quetzalcóatl –asociado con el ahuejote– o el mito que de los cabellos de Tlaltecuhtli nacieron los árboles, además sabemos que la imagen del dios Huitzilopochtli se hacía con ramas de mezquite”, detalla.

Gracias a fuentes históricas del siglo XVI, escritas y pictográficas, Víctor Cortés puede proponer interpretaciones simbólicas para los objetos de madera del Templo Mayor.

Lo más documentado es el uso del pino para hacer los objetos asociados al dios Tláloc y por las fuentes históricas sabemos que el pino estaba asociado con los truenos y el agua. Si observamos la Ofrenda 141, los cetros serpentiformes (representaciones de rayos) y algunos atributos del dios Tláloc se hicieron con madera del género Pinus y sabemos por el 'Códice de la Cruz-Badiano' que era una de las maderas usadas para ayudar a las personas que habían enfermado por la caída de un rayo”, describe.

Pectoral Anáhuatl de la Ofrenda 141.

Pectoral Anáhuatl de la Ofrenda 141.

Mirsa Islas Orozco/Cortesía PTM-INAH.

Tratamiento de las maderas

La restauradora María Barajas detalla que la conservación de los objetos de madera es de largo aliento ya que el método para eliminar la humedad de un lote puede durar alrededor de 9 meses.

Además, cada dos o tres semanas se avanza en el proceso para que la solución de azúcares vaya impregnando a la madera de manera paulatina. Es decir, que el proceso inicia con una solución a baja concentración y termina con una solución saturada.

“Enjuagamos con agua tibia cada uno de los objetos para eliminar los restos de azúcar de la superficie y finalmente los pasamos a una cámara de secado. Ese proceso de secado lleva de tres semanas a un mes. Hasta que termina ese secado hacemos trabajos enfocados a su restauración como la unión de fragmentos”, platica.

Los objetos de madera pueden ser exhibidos, de hecho, actualmente hay algunos en las vitrinas en torno al monolito de Tlaltecuhtli.

*reynapazavendano@gmail.com