Cómo estudiar ajedrez (1)
Hay que distinguir entre cómo estudiar ajedrez y qué estudiar. Para poner un ejemplo muy simple, si decidimos estudiar aperturas podemos elegir entre 1.e4 o 1.d4. El problema real es cómo hacerlo y eso ya no resulta tan sencillo.
El campeón mundial Miguel Botvinnik elaboró un plan que consiste en 1) recolección de partidas 2) análisis del material 3) partidas de entrenamiento. Es fácil imaginar las semanas que debió invertir en reunir las partidas que se jugaban por todo el mundo. Hoy, con un par de clicks, tenemos acceso a todo este material en bases de datos. Y quizá lo necesitemos sólo para conocer los usos y costumbres de un adversario en particular. Si el objetivo es aprender una apertura específica podríamos ir directamente a observar las mejores jugadas del ordenador sin recurrir a antiguas partidas plagadas de errores.
El análisis de los juegos
El segundo punto, el análisis de los juegos, le exigía un gran esfuerzo mental, tarea a la que se dedicaba con entusiasmo y provecho. En cambio, ahora se corre el peligro de dejar que los algoritmos hagan el trabajo de investigación por lo que en la mayoría de los casos el esfuerzo se reduce a un problema de memorización sin entender lo que ocurre. Para ese propósito existen servidores de ajedrez especializados para que el estudiante haga ejercicios de repetición espaciada. Y bien sabemos que a nivel de élite la preparación (memorización de jugadas) llega casi hasta los finales.
Partidas de entrenamiento
Por lo tanto, el tercer paso que son las partidas de entrenamiento, adquiere una especial importancia si queremos entender la posición, porque es imposible memorizar todo por el simple volumen de posibilidades. Para ello, se puede reducir la capacidad de una computadora para que juegue casi a nivel humano y así nuestras partidas pueden resultar más realistas. O bien, jugar estas partidas contra un amigo de fuerza similar. Cualquier ritmo es admisible, desde 5 minutos hasta una hora por jugador, con tal de analizar después el juego.
Naturalmente estamos hablando de ajedrecistas entusiastas que disponen de mucho tiempo libre y que están dispuestos a efectuar un arduo esfuerzo mental. Algo digno de tomar en cuenta, tomando en consideración las horas desperdiciadas en disfrutar las series de TV, los deportes (¿alguien no mirará, aunque sea unos minutos los juegos olímpicos de Paris?), los videos cortos en YouTube y miles de otras distracciones.
Observemos un ejemplo digno de practicar en casa:
1 d4 d5 2 c4 e6 3 Nc3 Cf6 4 cxd5 exd5 5 Ag5 c6 6 Dc2 Ae7 7 e3 Cbd7 8 Ad3 0-0 9 Cf3 Re8 10 0-0
Se recurría siempre a 10….Cf8 11 Tab1. Luego se descubrió 11 h3! y hubo que cambiar a la superior 10….g6! en lugar de Cf8. Esto en un lapso de unos 50 años de práctica magistral. Si jugáramos algunas docenas de partidas de entrenamiento quizá algo entenderíamos. ¡Buena suerte!
- Mate en 2, Ivanovsky 1936
Respuesta a la semana anterior
1 Tg1 y 2 Tg3