Durante esta temporada las enfermedades respiratorias son muy comunes, pero hay una que se puede agregar a la que pueden llegar a ser mortales si no te atienden con tiempo: la Neumonía.Esta enfermedad ocurre cuando un germen infeccioso invade el tejido pulmonar. Estos gérmenes pueden llegar al pulmón por tres vías distintas: por aspiración desde la nariz o la faringe, por inhalación o por vía sanguínea.Las vías respiratorias tienen mecanismos de defensa que evitan que lleguen bacterias al pulmón, como son la tos, la presencia de células con cilios, y células y sustancias especialmente diseñadas para la inmunidad. Estas defensas pueden debilitarse por determinadas circunstancias y facilitar así que los gérmenes alcancen el pulmón y produzcan infecciones.Algunos procesos que producen estas alteraciones de los mecanismos de defensa son el consumo de tabaco, las enfermedades pulmonares crónicas, entre otras.Otros gérmenes pueden provenir de otra región del organismo y alcanzar el pulmón a través de la circulación sanguínea.Hay pocas medidas para evitar la aparición de una neumonía. En raras ocasiones se adquiere por un contagio de otra persona y las más frecuentes se originan por gérmenes que habitan en nuestras vías respiratorias. Puesto que muchas de las neumonías comienzan tras un proceso viral o gripal, la vacunación anual antigripal es recomendable las personas que pertenecen a grupos de riesgo. Además es importante el lavado de manos, uso de mascarillas para evitar contaminación y dispersión de gérmenes.Este es un problema un grave ya que se trata de la infección que provoca mayor número de ingresos hospitalarios. Afecta con mayor frecuencia a jóvenes y ancianos (23-34 casos por cada 1,000, en mayores de 75 años), principalmente ancianos institucionalizados (viviendo en residencias o centros de tercera edad). Predomina en varones y en la estación invernal.También es una de las enfermedades que más muertes infantiles causa. Por ello es importante tomar las siguientes medidas para tratar de evitar y al menor síntoma acudir al médico.Hay dos tipos
Laneumonía típica, que se caracteriza por empezar bruscamente aunque algunas veces se origina después de una gripe o resfriado y comienza con escalofríos intensos, fiebre elevada y tos seca que se hace húmeda o productiva, con eliminación de flema.
Laneumonía atípica, comienza con dolores de cabeza, cansancio, malestar general, tos seca y persistente o con expectoración. También puede presentar fiebre sin escalofríos y dolor en el tórax que aumenta al toser. Son frecuentes también las náuseas, vómitos, dolores musculares y articulares y tiene una gran relación con contagios hospitalarios.Factores de riesgoTabaquismoEnfermedades crónicas: diabetes mellitus, hepatopatías, cardiopatías, enfermedad renal, cáncer, enfermedad pulmonar crónica, SIDAMalnutriciónExceso de pesoDemenciaEdad (los niños y las personas de más de 50 años son los más susceptibles de contraer neumonía)Esplenectomía (pacientes a los que se les ha extirpado el bazo) y, en general, pacientes con bajo nivel de inmunidadAlcoholismoTratamientos inmunosupresores (para transplantados)Residentes en centros de enfermos crónicos o de tercera edadExposición a drogas por vía inyección
El apunte:Es importante no automedicarse, ya que un 25 por ciento de las cepas S. pneumoniae son resistentes a la penicilina. Se recomienda guardar reposo en cama, tomar muchos líquidos y tomar los analgésicos recetados. Las personas que padecen asma, bronquitis crónica o bronquioectasias, deben iniciar tratamiento antibiótico precoz cuando aparecen síntomas de infección respiratoria.
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