Cronomicón

Fernando Retencio y sus ¿claves de éxito?

Quizás muchos quisieran ser Fernando Retencio: el hombre “cinta negra”, el de mayor jerarquía en la empresa y el que se dedica a “dar soluciones” a la gente. Otros seguramente lo repudiarían, porque Fernando también es un personaje que “aplasta” a los de abajo y se arrastra con los de arriba, es misógino, patético, asustado, miedoso e inseguro.

Fernando es el protagonista de la más reciente novela de Eduardo Rabasa: “Cinta Negra” (Editorial Pepitas), un hombre que trabaja en una empresa llamada Soluciones y se encuentra en la punta de la pirámide. La obra “trata de seguir el recorrido de un individuo que es el protagonista que se llama Fernando Retencio, que me parece que es muy representativo del individuo corporativo contemporáneo que va a subir con claves de éxito, de estatus y donde se borra no solo la distinción entre la vida y el trabajo, el trabajo ya no como un medio para pagar la renta sino se convierte casi en una religión, en una especie de secta, y no sólo en cuanto a tiempos sino que también poco se convierte en el sistema de valores que estructura toda la vida, la ética, las relaciones laborales, las de pareja”.

Fernando es un profesionista que se dedica a solucionar los problemas de clientes, como el de un boxeador que se aparece por la empresa para que lo ayuden con su manager que intenta obligarlo a cumplir con su agenda de trabajo, cuando él ya se hizo budista y se niega a seguir tirando golpes.

“Es un personaje bastante detestable”, reconoce el autor nacido en la Ciudad de México en 1978. “De hecho la novela me causó muchos problemas en mi vida privada no sé por qué, no había sido así con la primera novela, la primera novela (‘La suma de los ceros’) fue al revés, un proceso súper tranquilo, súper pacífico y eso me ayudó a sanar, incluso, ciertas cosas y creí que éste iba a ser igual y no, fue todo lo contrario, éste me puso de cabeza la vida; terminaba de escribir y me quedaba súper alterado, soñaba con el libro, despertaba, tomaba, y me trajo muchísimos problemas”.

Era como si Fernando se hubiera apropiado del escritor que le dio la vida. Convivió con él prácticamente cuatro años; lo llevó al alcohol, a la marihuana y a perder su relación amorosa. Incluso lo llevó a descubrir que había momentos en los que sus vidas se parecían, porque él había sido educado como Fernando.

“La explicación que encuentro es que como toda la novela sigue a Fernando él nunca se va, siempre está ahí y muchas veces sabe lo que piensa y lo que siente… Es un tipo que me parece prepotente, que basa su sistema de valores en su estatus, trata mal a la que considera que están abajo, pero se arrastra con los que están arriba. Es una joya”.

“Cinta negra” (Editorial Pepitas) es descrita como una parodia “tremendamente divertida sobre el mundo de la gran empresa y el ascenso social”. Un croquis de cómo algunas corporaciones impulsan en su seno estructuras de secta en las que el acceso a lo más alto de la cadena de mando es sinónimo del ascenso a los cielos.

FRASE:

“Lo que me pasó como el protagonista es que por un lado me produjo repulsión su mentalidad, los valores que tiene y fue parte de la educación que yo recibí; un par de pasajes fueron  un flash back y son muy autobiográficos; cada que los leía me quedaba deprimido porque me daba cuenta que yo había sido educado para ser un Fernando Retenes”,Eduardo Rabasa

lg

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