Xavier Velasco apareció con su sonrisa de siempre, despistado, con una camiseta verde y los lentes negros acomodados en su cabeza. Ya no se desvela, cuenta antes de iniciar la entrevista. “Hasta me perdí la fiesta del Veracruz (un tradicional salón de baile)”, cuenta en voz baja como alguien que sabe que podría recibir una reprimenda por tan dura confesión.
Su vida ha dado un giro desde aquel “Diablo guardián” que le dio el Premio Alfaguara y que lo sacó de las sombras; “le debo muchísimo”, añade. Y de eso ya pasaron 15 años. El Xavier de hoy sonríe más (y eso que rara vez se le ha visto serio), es más organizado a la hora de escribir, ya no consulta las listas de ventas para saber en qué posición está su última obra. Pero sobre todo, está enamorado.
“Soy un perfecto optimista”, dice desde un rincón que encontramos en el lobby del Hilton, que por el hecho de ubicarse frente a la Expo Guadalajara, sede de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), se convierte en el segundo lugar más transitado. “Ahora vivo con mi mujer desde hace tres años y medio, antes vivía solo como una rata y eso también cambia mucho las rutinas, se tiene uno que quitar lo mañoso y arreglárselas para vivir y para negociar todos los días y negociar contento, bien; estoy reaprendiendo; trato de no pensar si le ha ido bien a uno, a dos, libros, yo lo único que pienso es en el libro que estoy haciendo y espero que le vaya muy bien, pero no tengo tiempo para estar pensando en los resultados”.
Pero no siempre ha sido así. Cuando empezó con su novela “Diablo guardián” (2003), Xavier era uno de esos escritores que se la pasaba viendo la lista de ventas. “Me di cuenta de que eso era horrible: ya caí dos lugares, ya subí uno, hasta que dices: yo no he caído en ningún lado. Esos son los reportes de ventas y ve a tú a saber qué tan ciertos sean”.
Son 15 años desde entonces. Pero Xavier asegura que ni cuenta se ha dado y finge la voz como si el que contestara fuera un viejito con bastón. “Ni lo pienso”, retoma su postura. “Trato de vivir al día. Pero sí pasan cosas. El hecho de que tengas éxito con un libro te pone de pronto a la defensiva y como antes no lo sabías, sabes que te están observando y hay algunos fusiles que están apuntando hacia ti, entonces pretendes que no te das cuenta de eso, pero sí sientes una presión muy fuerte, entonces hay momentos en los que me hago muy rígido y no puedo fluir y ha sido todo un proceso”, asegura.
Esa “carga” mediática provocó que el escritor nacido en 1964 entrara en esa crisis de la página en blanco. “Los primeros años casi no escribí nada, primero hice un libro de infancia que fue fácil porque ya conocía toda la historia, después me metí en una camisa de once varas espantosa y fueron cuatro años de darle a una novela que no estaba seguro que se pudiera contar. Ahora lo disfruto mucho por eso, porque ves que pasa el tiempo y lo único que tengo es el presente y tengo que disfrutar este presente, entonces trato de pasármela muy bien y no me presiono sobre el resultado del próximo libro”.
XAVIER, EL SOLITARIO
A pesar de ser un hombre bromista, alegre y que mantiene una colección de máscaras para estar asustando a su mujer “soy una especie de showman”, Xavier es una persona que prefiere encerrarse en “su cueva”, y dedicar el tiempo a su mujer, a sus carritos de control remoto y por supuesto, a sus cinco perros.
Hoy hizo una pausa para venir a Guadalajara y participar en la FIL, como lo ha hecho en los últimos años. Además de celebrar su 15 aniversario, Xavier adelanta sobre su próxima novela “Entrega insensata” (Océano), que prevé salir publicada en febrero de 2018.
“Son cartas, 25 cartas que le escribo desde a mi perro, hasta personajes internacionales, a un departamento de quejas hasta la marihuana; tiene una carta que le escribí a mi madre a dos días de su muerte (es el único momento en la entrevista que Xavier borra la sonrisa). Es la carta más dura que ha escrito jamás y con esa cierro el libro”.
Sobre el autor…
Xavier Velasco ha publicado “Diablo Guardián” (2003), “El materialismo histérico” (2004), “Éste que ves” (2006), “Puedo explicarlo todo” (2010), “La edad de la punzada” (2012), “Males raíces” (edición electrónica) (2013) y “Los años sabandijas” (2016)
FRASES:
“Trato de aprender un poco más todos los días, de mejorar a mis ojos los modos de escritura, a tratar de mejorar mi método de escribir”
“Ahora me río mucho más que antes, antes era una risa más amargada, por el mal ajeno, en cambio siempre he tenido desde muy niño una curiosa tendencia a estar haciendo bromas a la gente y estarla vacilando… veo la vida como más traviesamente porque tengo alguien a quién moler. Ahora escribo con una alegría que no tenía hace cinco años”
lg
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