Cronomicón

Melomanías: Double Fantasy, una mirada a la vida familiar de Lennon (II)

En la canción: “I’m Losing You”, Lennon nos narra momentos en donde sentía que perdía a Yoko, confiesa que la ha herido en el pasado, pero él mismo pregunta y contesta: “¿qué diablos más debo hacer? Solo puedo ponerte un curita en la herida. ¿Quieres seguir cargando esa cruz? No quiero volver a oír sobre esto”.

Sigue: “Beautiful Boy (Darling Boy)”, una preciosa oda al amor fraternal; Lennon nos muestra su obsesión por evitar todo lo que podría molestar a Sean: que no sufra miedos, que diga sus oraciones, que tome su mano para cruzar la calle, porque cuando lo ve pequeño hoy lo imagina ya grande y se deshace simplemente en una profunda admiración por su maravilloso pequeño.

La siguiente: “Watching The Wheels”, nos muestra una genial introspección completamente lennoniana: “la gente piensa que estoy loco por hacer lo que hago; me dan todo tipo de consejos para seguir en esto y me miran como un extraño cuando digo que estoy bien, suponen que yo debo volver a jugar el mismo juego”. Es una verdadera oda a la vida tan Zen que vivía Lennon.

Continúa con un verdadero himno: “Woman”, un muy corto poema que demuestra un profundo agradecimiento a su pareja simplemente por el acto de existir, un reconocimiento a la importancia de la presencia de ella en su vida y todo lo que le debe por su apoyo, porque su vida está en sus manos … Quizá aquí podemos juzgar o no, pero es un hecho que Lennon encontró en Yoko a su otra mitad y fue ella quien lo complementó lo suficiente para lograr sus máximas creaciones en su carrera como solista.

Al final del disco, ya solo como remate por énfasis, se incluye: “Dear Yoko”; de nuevo una confesión brutal de que sin ella está perdido en el espacio, su vida se marchita si no está ella presente, los dos, nosotros, ya se han convertido en uno.

Este disco, a pesar de ser un regreso a la escena musical, logra su cometido pues aunque intimista en sus letras, al menos del lado de Lennon la creatividad lograda en su música fue un gran avance en comparación con los primeros años post-Beatles; entre los factores adicionales, además de la gran capacidad y experiencia de Lennon, por ejemplo, en Double Fantasy, invitó al genio del bajo, Tony Levin, que comenzaba a participar con Robert Fripp en su King Crimson, a realizar las grabaciones.

Cuando lanzó el álbum, en noviembre de 1980, Lennon hizo muchas declaraciones; entre ellas dijo: “hoy estamos publicando este disco, pero ya tenemos listo el material del siguiente y las canciones de un tercer álbum ya están en proceso y muy avanzadas. La idea es publicar uno por año”, lamentablemente el destino tenía planes distintos.

La revista Rolling Stone ha catalogado este álbum como el 29 entre los 100 mejores discos de rock de todos los tiempos.

En sus días finales, Lennon compartió: “ya no puedo ser un punk de Hamburgo o Liverpool. Soy más viejo ya, veo el mundo con otros ojos; aún creo en el amor, paz y comprensión”.

La mayor aportación de Lennon a nuestras vidas comunes y corrientes fue mezclar el pop con la política, algo nunca visto antes; esto se demostró al día siguiente de su muerte, pues durante la presentación de “Evita” en Broadway se hizo un minuto de silencio como homenaje, en una obra que a pesar de su trasfondo totalmente político está rodeada de música pop y a pesar de su lejanía de escenarios así, sin John Lennon, algo así no hubiera existido nunca.

@jorgehhm

lg

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