La apertura del Planetario se efectuó diciembre de 1982. Su construcción obedeció a una iniciativa del Ayuntamiento de Guadalajara: tras varios meses de trabajo quedó concluido durante la presidencia del licenciado Arnulfo Villaseñor Saavedra. Su diseño moderno y de vanguardia corrió por cuenta del ingenio e inspiración del arquitecto Eduardo Brosstats. El diseño museográfico de sus salas y la organización de sus colecciones fueron planeadas por el Grupo Alfa, de Monterrey, Nuevo León.
Su nombre refiere y honra la memoria de uno de los grandes científicos jaliscienses, el sacerdote Severo Díaz Galindo. Este clérigo apasionado de las ciencias naturales nació en Sayula, Jalisco, el 8 de noviembre de 1876 y murió el 14 de septiembre de 1956.
Para sus visitantes, el Planetario tenía montadas varias exposiciones: contaba con una sala de física recreativa que llamaba la atención porque invitaba y permitía interactuar directamente con fenómenos electromagnéticos, gravitacionales y ópticos, por mencionar algunos.
Otra de sus salas albergaba una colección de autos antiguos, reunida por Enrique Ramírez Franco, que formó parte del desaparecido Museo del Automóvil del Estado de Jalisco. La gama de temáticas científicas comprendidas en las exposiciones del Planetario fue tan grande como interesante. De forma recreativa y didáctica, los visitantes podían enterarse, a través de colecciones y montajes, de tópicos científicos y tecnológicos, como la agricultura, la medicina, las telecomunicaciones, la biología, la aeronáutica, la paleontología y obviamente la astronomía.
La institución contaba con un multiteatro capaz de proyectar en su bóveda una recreación lumínica del firmamento; además, este foro se prestaba para la exposición de documentales y espectáculos multimedia sobre el universo, el sistema solar, la Tierra y la naturaleza.
El Planetario sirvió también como centro de investigación de fenómenos telúricos y astronómicos, pues contaba con un sismógrafo y un observatorio; además estaba equipado con biblioteca, auditorio y cafetería, que le permitían también operar como centro cultural donde, con regularidad, se realizaban conferencias, exposición de libros y talleres, básicamente sobre temáticas científicas y tecnológicas.
El Planetario “Severo Díaz Galindo estaba situado en el Anillo Periférico Norte Manuel Gómez Morín número 401, zona Huentitán, Guadalajara, Jalisco.
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