El campo jalisciense tiene gran potencial para la producción de plantas oleaginosas. Algunas regiones de la entidad cuentan con microclimas aptos para estos cultivos de gran demanda en la industria aceitera y en el nicho de alimentos denominados gourmet.
Ante esta oportunidad, el Gobierno de Jalisco a través de la Secretaría de Desarrollo Rural (SEDER), promueve la vinculación productiva y comercial entre la industria y los actores ligados al campo, con el objetivo de establecer un mercado regional de productos oleicos.
El titular de la SEDER, Héctor Padilla Gutiérrez, informó que tan sólo en cártamo, hay una superficie potencial para cultivo de 85 mil hectáreas en la región Ciénega, una cifra considerable ante las tres mil 900 hectáreas que en promedio histórico se han vocacionado a este producto.
También mencionó como una oportunidad los cultivos de ajonjolí -producto que requiere clima cálido y mucha agua- y de canola que se han promovido en pequeña escala en años recientes en las regiones del Valle de Tomatlán y la Sierra del Tigre, respectivamente.
Padilla Gutiérrez resaltó que un incremento sustancial de la producción de oleaginosas en Jalisco, requiere tener a favor el buen comportamiento del temporal para tener suficiente humedad residual, como en el caso del cártamo. Pero también, agregó, es indispensable establecer condiciones atractivas para la comercialización, de modo que su cultivo sea más rentable que otros productos, como el maíz o el trigo.
Refirió que en el estado ya hay experiencias exitosas, como la vinculación de la empresa Sesajal con productores de ajonjolí originarios de la zona de Tomatlán, donde incluso se ha certificado al producto como de origen orgánico, lo que la da un valor agregado.
El funcionario estatal adelantó que se trabaja en una iniciativa de la Cámara de Aceites y Proteínas de Occidente para inducir el cultivo de la colza (también llamada canola) en forma vinculada entre empresas aceiteras regionales y agricultores.
De acuerdo con las tendencias del mercado que traen más demanda de aceites de características nutracéuticas (amigables con la salud), ha iniciado la producción de otros productos oleicos en la región, como los aceites de chía, aguacate y de orégano silvestre en la Zona Norte de Jalisco, lo que también plantea oportunidades de negocios, dijo.
“Ante el gran déficit que tiene el país, y las empresas aceiteras jaliscienses de productos oleicos, la promoción de estas materias primas estará en la agenda del campo mexicano y su reconversión de cultivos. El reto es que al menos cinco por ciento de la superficie destinadas a los granos a escala nacional se convierta en terrenos con plantaciones de oleaginosas”, indicó.El Dato
El cártamo es la oleaginosa con más arraigo en Jalisco.
Hay experiencias iniciales en adaptar variedades de girasol en el campo de Jalisco.
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