Nintendo se ha visto forzado a cambiar muchas de sus costumbres a la hora de desarrollar juegos. Durante la pasada generación de consolas, y a pesar de tener un catálogo de exclusivas bastante sólido, su Nintendo WiiU se vio eclipsado por Sony y Microsoft, quienes ni siquiera compiten directamente contra él. La scene del vídeojuego ha cambiado, por lo que, de apoco Nintendo ha tratado de reinventarse en el afán de mantenerse relevante. Un primer paso ya se veía con “Splatoon”, siendo su opción para el shooter competitivo, y con Pokkén Tournament, su opción para el combate competitivo en EVO. Como cereza del pastel, lo impensable se anunció en la pasada E3 cuando confirmó su participación en conjunto a la desarrolla Ubisoft que mezclaría a sus “Rabbits” con el mundo del ya famoso fontanero, dando como resultado un juego bastante curioso.
“Mario & Rabbids Kingdom Battle” es un RPG táctico cuyas mecánicas no son tan simples como se podría llegar a esperar. En este juego mueves a tus personajes por turnos sobre una cuadricula en la que están colocados los enemigos, los aliados y elementos constitutivos del mapa como lo pueden ser trincheras en forma de bloques, además de variar en cuanto a climas y superficies, lo cual afecta a la jugabilidad. Es importante atacar, pero también quedar en buena posición defensiva. Se pueden aprovechar los desniveles y los elementos interactivos del mapa, como lo pueden ser cajones explosivos. Sobre el papel, se trata de una relación de estilo ajedrez, que se suaviza con la aportación de acciones y la reducción de fichas, o en este caso personajes.
Durante todos los turnos puedes disparar tu arma primaria o secundaria, además de que en la misma jugada es posible utilizar una de las habilidades especiales inherentes al personaje que controlas. También puedes hacer un salto de equipo, una vez que hayas colocado de manera adecuada a los miembros de tu equipo, liderado por Mario y conformado por otros dos miembros a elegir. Por último, al desplazarte existe algo conocido como acelerón, que te permite impactar a un oponente que se cruce en el camino que hayas prestablecido como el movimiento de tu personaje para ese turno. No hay un orden para ejecutar alguna de estas acciones, lo que aumenta las posibilidades de desplazamiento y hace al juego más accesible en sus primeros niveles.
Su apartado jugable se disfruta bastante, lo poco que dura. La campaña no lleva mucho tiempo, y si bien cuenta con algún incentivo para volver a ciertos niveles, el estilo de progresión por armas hace que se vuelvan demasiado sencillos, y como en todo buen RPG, una vez que se está bien equipado el juego empieza a perder sentido.
Respecto a la mezcla de universos; la excusa para que los Rabbids invadan el reino champiñón es sencilla, pero cumplidora; incluso se desarrolla a través de una paradoja de la predestinación, que poca relevancia tiene para el peso de la cómica trama. Aun así, resulta chocante ver cómo los Rabbids son tan locuaces y caricaturescos, en contraste a los más coloridos pero también insípidos personajes del reino champiñón.
lg
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