
Desde hace más de diez años, un equipo de científicos y estudiantes de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) ha trabajado en una solución biotecnológica para enfrentar uno de los principales retos del cultivo del plátano en América Latina: la Sigatoka negra, una enfermedad que obliga a los productores a usar grandes cantidades de fungicidas químicos.
El resultado de este trabajo, según lo dio a conocer la UAG, es un bioinsumo natural y patentado que reduce significativamente el uso de agroquímicos y mejora tanto la productividad como la calidad del fruto. La innovación, registrada bajo la patente “Cepas bacterianas, mezcla probiótica, nutriente y método para la producción agrícola”, fue desarrollada en conjunto por académicos y estudiantes con apoyo institucional y del sector bananero.
Un “probiótico para plantas”
El producto está basado en una mezcla probiótica de bacterias endófitas, organismos benéficos que viven dentro de los tejidos vegetales. Al aplicarse al cultivo, estas bacterias fortalecen el microbioma del plátano, lo hacen más resistente a enfermedades como la Sigatoka negra y, al mismo tiempo, estimulan su desarrollo.
Entre los beneficios comprobados del bioinsumo destacan:
- Reducción del uso de fungicidas entre un 30 % y 35 %
- Aumento del rendimiento por hectárea: de 1,800 a 3,200 cajas al año
- Fruta más resistente, con mejor vida útil y calidad de exportación
- Mejora del suelo, biodiversidad y salud de las plantas
- Menor impacto ambiental y generación de empleos locales
Formación con impacto real
Uno de los aspectos más relevantes del proyecto es la participación activa de 25 a 30 estudiantes de diversas carreras como Ingeniería en Biotecnología, Químico Farmacéutico Biólogo e Ingeniería Empresarial Agropecuario. Desde las primeras pruebas en Cihuatlán hasta el tratamiento de 500 hectáreas en Colima, el equipo universitario enfrentó retos técnicos, logísticos e incluso la pandemia.
Los investigadores que encabezan el proyecto son Miguel Juan Beltrán García, América Martínez Rodríguez, Gloria Macedo Raygoza, David Ortiz Mendoza, Cristy Martínez Molina y Gustavo Santana Villalobos, quienes apostaron por una línea de desarrollo aplicada a las necesidades del campo mexicano.
Ciencia que llega al mercado
Además del respaldo de la propia UAG, el proyecto recibió apoyo de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología de Jalisco y ha despertado interés comercial tanto en México como en el extranjero. Actualmente se evalúan rutas para la distribución del bioinsumo a nivel nacional e internacional.