Metrópoli

Los elementos privaron de la vida a Rodrigo cuando lo asfixiaron y le provocaron graves lesiones en el cráneo

Vinculan a proceso a 4 guardias de la UNAM que asesinaron a aficionado del Cruz Azul

Cronología del caso Rodrigo Mondragón
Cronología del caso Rodrigo Mondragón, aficionado de Cruz Azul que murió en CU El pasado 26 de octubre se dio a conocer la muerte del aficionado del Cruz Azul presuntamente a manos de las autoridades de la UNAM. (Universidades)

Un juez vinculó a proceso a los cuatro elementos de vigilancia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que presuntamente asesinaron a Rodrigo Mondragón, aficionado del equipo Cruz Azul.

A estos sujetos se les señala del delito de homicidio calificado. En tanto, el juez dictó como medida cautelar prisión preventiva justificada en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, así como tres meses para el cierre de la investigación.

Al exterior de los juzgados del Reclusorio, familiares y amigos de la víctima exigieron justicia, así como la vinculación a proceso, además, que las autoridades de la máxima casa de estudios se responsabilicen por el crimen y ejecuten modificaciones en su personal de seguridad.

“No estoy satisfecho, la universidad emite sus comunicados, el rector debe de dar la cara y que le secretario de seguridad de cuenta de quiénes son los que trabajaban con él, cómo están preparados, en dónde obtuvieron el permiso ese tipo de gente de seguridad, porque tienen hasta exconvictos de reclusorio”,

“El Gobierno y la jefa de Gobierno deben de dar cuenta cómo es que la universidad tiene ese permiso para mantener a tanta gente y su seguridad y qué capacidad”, denunció el padre del fallecido.

Los presuntos criminales e integrantes de la Dirección General de Análisis, Protección y Seguridad Universitaria sometieron a Rodrigo Mondragón, conocido entre los aficionados cementeros como “El Monkey”, cuando salió de la justa deportiva contra el equipo Monterrey.

La víctima de 32 años acudió con ocho amigos al Estadio Olímpico Universitario y al finalizar el encuentro, tuvieron una discusión con elementos de vigilancia UNAM, evento que se salió de control y con el abuso de la fuerza, privaron de la vida a Rodrigo cuando lo asfixiaron y le provocaron graves lesiones en el cráneo.

A jalones y golpes, Rodrigo fue subido a una camioneta de Protección Civil de la UNAM sin un paradero claro. Más tarde, al no saber de su ubicación, familiares y amigos reportaron su desaparición en redes sociales y acusaron a los agentes de seguridad de la escuela de privarlo de su libertad. Horas más tarde, anunciaron su fallecimiento.

Según la versión de la escuela, Rodrigo permanecía en el estacionamiento en estado de ebriedad después del partido, cuando agredió a personal de seguridad. Ahí, afirmaron, fue sometido para entregarlo a las autoridades, pero en el trayecto se desvaneció dentro del vehículo, quedó inconsciente.

Cuando aparentemente fue atendido por paramédicos, el aficionado fue diagnosticado sin signos vitales.

Sin embargo, testigos desmintieron a la UNAM y aseguraron que la víctima fue agredida, incluso, dijeron, recibió primeros auxilios en el estacionamiento del estadio, tras recibir una golpiza en uno del accesos.

Además, trabajadores de la institución acusaron que los más de 30 empleados que participaron en la detención excesiva mantienen antecedentes de actitudes violentas.

En días previos, trabajadores de Vigilancia UNAM protestaron frente al edificio de Rectoría y boquearon la avenida Insurgentes Sur para exigir la liberación de los cuatro compañeros detenidos.

Según el personal, los imputados son inocentes y utilizados por sus mandos, Edgar Durán y Guillermo Campos, como “chivos expiatorios” ante las malas prácticas en la institución y una seguridad universitaria que, reclamaron, es irreal.

“No existe seguridad universitaria, somos vigilancia UNAM”, “vigilancia no asesina”, reclamaban a gritos y con frases escritas en cartulinas.

Tendencias