El Congreso de la Ciudad de México instó a los titulares del Instituto de la Juventud y del Consejo de Salud Mental, ambos de la Ciudad de México, a trabajar conjuntamente para implementar una estrategia para dar máxima difusión a los programas y acciones ya existentes para prevenir y atender el suicidio, así como a elaborar una estrategia para que los niñas, niños, adolescentes y jóvenes puedan acceder a información de calidad y tener herramientas para prevenir o atender la ansiedad, la depresión o el estrés; de tal suerte que

se puedan disminuir las muertes por suicidios.

La diputada Frida Jimena Guillén Ortiz –quien presentó el punto de acuerdo- hizo ver que es necesario atender los casos de depresión y las tendencias suicidas provocadas, en su mayoría de los casos, por la disfunción familiar, la violencia intrafamiliar, el abuso físico o

sexual, el abuso psicológico, el acoso escolar, la ausencia de un proyecto de vida, la desesperanza, la drogadicción y la falta de una red de apoyo social.

Recordó que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año ocurren cerca de un millón de suicidios, lo que representa a nivel mundial un 50 por ciento de las muertes violentas en hombres y un 71 puntos porcentuales en mujeres, siendo la segunda

causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años de edad. En la región de las Américas, destacó, se mantiene un aumento considerable en las tasas de suicidio, por lo cual a prevención de este fenómeno social, debe ser una prioridad de salud pública para el país.

Al hacer uso de la tribuna, la diputada Guillén Ortiz reconoció que en México el suicidio entre jóvenes y adolescentes se ha convertido en un problema de salud pública; de acuerdo con la profesora de la Facultad de Medicina y jefa del Servicio de Psiquiatría del Centro

Médico Nacional “20 de noviembre” del ISSSTE, Martha Georgina Ochoa Madrigal, el suicidio es la tercera causa de muertes en adolescentes de 15 a 19 años y la quinta entre menores de 15 años.

Destacó que esta situación se ha agravado por la pandemia de Covid 19 al incrementarse los niveles de ansiedad y depresión en México que ya eran alarmantes por la mala calidad de vida que en general sufren los habitantes de la capital, provocando un fuerte estrés y

depresión en la población, lo cual trae como consecuencia el aumento en el índice de suicidios.