
La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), informó que siete personas detenidas en el Centro de Detención de California City, presentaron una demanda contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) por las condiciones inhumanas, negligencia médica y castigos injustificados.
La mayor cárcel migratoria del estado, ubicada en el condado de Kern, al norte de Los Ángeles. Con capacidad para 2,560 detenidos, tiene ahora una queja interpuesta ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Norte de California, con el objetivo de representar a todas las personas recluidas en la instalación.
El abogado Kyle Virgien, del Proyecto Nacional de Prisiones de la ACLU, subrayó que el acceso a atención médica, alimentación adecuada y asesoría legal “no son meras sugerencias, son derechos constitucionales protegidos”.
“El trato que reciben las personas detenidas en el centro de California City es un ejemplo más del absoluto desprecio del ICE por los derechos y la dignidad de las personas bajo su custodia”, añadió.
El centro de detención es administrado por CoreCivic, una empresa privada que ya enfrenta acusaciones de mala gestión y negligencia en otras instalaciones bajo contrato con ICE.
Abandono del centro para mi grande en California
Los demandantes afirman ser víctimas de malas condiciones de vida, falta de alimentos y agua, temperaturas extremadamente bajas y restricciones a las visitas familiares, además, denuncian aislamientos prolongados y confinamientos en solitario sin justificación.
También están acusando a ICE de negligencia hacia personas con discapacidad, por la falta de intérpretes de lengua de señas, sillas de ruedas y artículos esenciales, así como por la deficiente atención médica a internos con enfermedades graves como cáncer o diabetes.
Falta de acceso a abogados en el centro migratorio de California
Los detenidos sostienen que las autoridades migratorias les han negado el acceso a representación legal, imponiendo demoras de semanas para llamadas y visitas presenciales. “Ningún ser humano, inmigrante o no, debería estar sometido a estas condiciones horrendas”.
La demanda señala que estas prácticas violan la Primera y la Quinta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, al limitar derechos fundamentales de las personas bajo custodia federal.