
El gobierno de Donald Trump denunció este domingo la “naturaleza vil del régimen criminal” de Nicolás Maduro en Venezuela tras la muerte del exgobernador Alfredo Díaz, de 56 años, considerado preso político por la oposición.
“La muerte del preso político venezolano Alfredo Díaz, detenido arbitrariamente en el centro de tortura de Maduro en El Helicoide, es otro recordatorio de la naturaleza vil del régimen criminal de Maduro”, señaló en X la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental.
La declaración de EE.UU. se produce en un momento de máxima tensión ante una posible acción de Washington contra Venezuela, tras su despliegue militar cerca del país, en el mar Caribe, bajo el argumento de combatir el narcotráfico. Caracas lo interpreta como una “amenaza” destinada a propiciar un cambio de gobierno.
Siete presos políticos muertos
El Ministerio para el Servicio Penitenciario de Venezuela informó que el exgobernador del estado Nueva Esparta murió producto de un infarto, como reportaron previamente varias ONG y partidos políticos.
No obstante, los líderes opositores María Corina Machado y Edmundo González Urrutia advirtieron que el fallecimiento de Díaz revela un “patrón sostenido de represión estatal” y denunciaron que ya son siete los presos políticos que han muerto en prisión desde las presidenciales del 28 de julio de 2024.
Machado y González Urrutia subrayaron que su integridad y vida eran “responsabilidad exclusiva de quienes lo mantenían arbitrariamente secuestrado” en El Helicoide, sede en Caracas del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), y descartaron que su muerte sea “común”.
Díaz, activista del partido opositor Acción Democrática y también exconcejal y exalcalde, fue detenido en noviembre de 2024, en un contexto de crisis política tras las presidenciales de ese año, en las que la mayor coalición opositora denunció como fraudulento el resultado que dio la reelección a Maduro.
El político fallecido cuestionó la falta de publicación de los resultados desglosados de las presidenciales y denunció, días antes de su detención, la crisis eléctrica que afectó en noviembre al estado Nueva Esparta, que el gobierno atribuyó a ataques de la oposición.