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“Hay centenares de heridos, pero no nos rendiremos: Los rusos no nos quieren vivos”

Los militares ucranianos atrincherados en túneles de la acería de Mariúpol piden la evacuación de los mutilados. Tras dos meses y medio de asedio, el último foco de resistencia está llegando al límite: “Afuera están los rusos y los perros hambrientos”

guerra en ucrania

Dos soldados ucranianos que quedaron cojos cuando intentaban repeler un ataque ruso a Azovstal

Dos soldados ucranianos que quedaron cojos cuando intentaban repeler un ataque ruso a Azovstal

Servicio de Prensa del Regimiento Azov

Azovstal, como se llama el gigantesco complejo siderúrgico junto al mar de Azov y el puerto de la destruida ciudad de Mariúpol, pasará a la historia como el símbolo de la feroz resistencia de los ucranianos contra los invasores rusos. Pero el millar de soldados leales a Kiev, que lleva dos meses y medio combatiendo para repeler a las fuerzas rusas, sabe que el final se acerca y que se avecina una catástrofe humanitaria, si los agresores rusos no acceden a evacuar a los centenares de uniformados heridos y mutilados, y si no cesan los duros bombardeos aéreos, despiadados e ininterrumpidos, luego de que la Cruz Roja logró sacar este fin de semana a los últimos civiles que quedaron atrapados.

“La situación se degrada por horas en Azovstal”, alertó este martes la viceprimera ministra ucraniana, Irina Vereshchuk. “Hay heridos graves que necesitan una evacuación urgente”, agregó.

Imágenes impactantes

Para ilustrar el drama que está ocurriendo en los túneles y búnkeres bajo la acería, el Batallón de Azov logró colgar en su cuenta de Telegram imágenes impactantes de algunos de los soldados ucranianos que sufrieron graves heridas y algunos de los que tuvieron que ser amputados.

"¡Todo el mundo civilizado debe ver las condiciones en las que se encuentran los defensores heridos y lisiados de Mariupol, y actuar! En condiciones insalubres, con heridas abiertas, vendadas con restos de vendajes no estériles, sin los medicamentos necesarios y ni siquiera alimentos”, reza el comunicado que recogió el portal Ukrinform.

Soldado del Batallón Azov con el brazo amputado

Soldado del Batallón Azov con el brazo amputado

Servicio de Prensa del Regimiento Azov

“Exigimos la evacuación inmediata de los militares heridos a los territorios controlados por Ucrania, donde se les brindará asistencia y atención adecuada”, escribieron los defensores de Mariupol.

Según Ukrinform, desde la evacuación de los últimos civiles ocurrida el sábado, los invasores rusos han realizado 34 ataques aéreos en la planta metalúrgica de Azovstal, incluyendo 8 vuelos de bombarderos estratégicos.

Soldado con grave herida en la cara. En el búnker de Azovstal se acabaron las vendas esterilizadas

Soldado con grave herida en la cara. En el búnker de Azovstal se acabaron las vendas esterilizadas

Servicio de Prensa del Regimiento Azov

La viceprimera ministra comentó que las autoridades ucranianas “trabajan” en encontrar la manera de evacuar a los heridos, al personal sanitario y a los capellanes militares. “El personal médico quiere salir junto a los heridos, porque hay que acompañarlos”, si algún “corredor humanitario” se abre en la acería, dijo.

Barco-hospital turco a la espera

La responsable ucraniana confirmó que Turquía “trabajaba estrechamente” con ellos en esta operación y no descartó que la evacuación pueda hacerse por mar, gracias a un barco fletado por Ankara y dotado con infraestructura médica.

Según los cálculos de las autoridades ucranianas, una operación así “tardará al menos una semana” dado el número de heridos que tienen que ser transportados en camillas, dijo Vereshchuk.

Dado el historial criminal de guerra de los rusos —las imágenes de civiles atados de manos y ejecutados en Bucha escandalizaron al mundo— el gobierno de Volodimir Zelenski quiere sobre todo garantizar que “Rusia no comience a disparar durante la evacuación”, subrayó Vereshchuk. “Hacen falta garantías por escrito y eso es lo que estamos intentando obtener”, agregó.

Luego de que el propio presidente Zelenski reconociera implícitamente que Mariúpol (y con ella Azovstal) está perdida, el gobierno pidió a Médicos Sin Fronteras (MSF) para que organice una misión y evacue a los últimos soldados que permanecen en la planta metalúrgica

Pero los soldados que resisten, con las reservas de agua, comida y medicinas prácticamente agotadas, ya han avisado que quieren seguir resistiendo… “hasta el final”.

"Rendirse no es una opción porque a Rusia no les interesan nuestras vidas", dijo el domingo Ilya Somoilenko, oficial de inteligencia del Batallón Azov, durante una conferencia de prensa difundida por video.

“Lo peor era el silencio”

Uno de los que lograron salir de Azovstal, hace dos semanas, ya describía la situación en el interior del complejo siderúrgico como dantesca.

“Es lo más parecido al infierno, indescriptible. No sólo era el frío, la oscuridad, el hambre y los quejidos de los heridos, sino el silencio espeso que anticipa la llegada de un nuevo bombardeo”, relató Igor Demianiuk desde un hospital en Zaporizhia, bajo control ucraniano.

Ese silencio, confesó, le aterraba aún más que el estruendo metálico de las bombas, cuyo sonido llegaba distorsionado a los túneles: “Ese silencio era el que nos hacía ver con claridad que a pocas decenas de metros de allí estaban los rusos… y los perros hambrientos”.