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Parias de la Cumbre de las Américas arman “contra-cumbre” en Cuba

Los excluidos del evento, Cuba, Nicaragua y Venezuela, usan la reunión del ALBA-TCP para lanzar un alegato contra EU

donde se habla español

Los representantes de los diez países participantes. En primera fila, el primer ministro de San Vicente y Granadinas, Ralph Gonsalves, el dictador venezolano, Nicolás Maduro, su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, el presidente de Bolivia, Luis Arce, y el canciller de Antigua y Barbuda, Paul Chet Greene.

Los representantes de los diez países participantes. En primera fila, el primer ministro de San Vicente y Granadinas, Ralph Gonsalves, el dictador venezolano, Nicolás Maduro, su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, el presidente de Bolivia, Luis Arce, y el canciller de Antigua y Barbuda, Paul Chet Greene.

Presidencia de Cuba

Los gobiernos latinoamericanos que no fueron invitados a participar en la Cumbre de las Américas, que albergará Estados Unidos del 6 al 10 de junio, recibieron este fin de semana un respaldo estratégico de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), que reunió en Cuba a representantes de gobiernos de 10 países.

Convocados a un encuentro urgente de un solo día, en La Habana, los integrantes de ALBA-TCP emitieron una declaración conjunta que rechaza la marginación de Cuba, Nicaragua y Venezuela de la convocatoria para un foro que fue creado como mecanismo de diálogo continental.

“Rechazamos la exclusión arbitraria, ideológica y políticamente motivada, de varios de nuestros países de la denominada Cumbre de las Américas, que se efectuará en el mes de junio en Los Ángeles. Esa decisión unilateral constituye un grave retroceso histórico en las relaciones hemisféricas, que ofende a los pueblos latinoamericanos y caribeños”, indica la declaración leída por Sacha Llorenti, Secretario Ejecutivo de la ALBA-TCP.

Los dictadores venezolano, Nicolás Maduro y cubano, Miguel Díaz-Canel, durante la XXI Cumbre ALBA-TCP, este viernes 27 de mayo de 2022 en Cuba.

Los dictadores venezolano, Nicolás Maduro y cubano, Miguel Díaz-Canel, durante la XXI Cumbre ALBA-TCP, este viernes 27 de mayo de 2022 en Cuba.

Presidencia de Cuba

El documento fue firmado por los Presidentes, Primeros Ministros y Cancilleres de Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, y Santa Lucía.

Estos países representan, juntos, casi la tercera parte de las 35 naciones independientes del continente. Además, al menos otros cuatro gobiernos que no son miembros de ALBA-TCP han condicionado su asistencia al encuentro multilateral.

TURBULENCIAS DIPLOMÁTICAS

Al actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, podría tocarle encabezar la más débil de todas las ediciones de la Cumbre de las Américas que se han organizado desde 1994. El foro de diálogo parece degradar su nivel como consecuencia de un manejo diplomático inadecuado del gobierno anfitrión. Sus decisiones erráticas no solo generaron rechazo de los gobiernos que públicamente son sus adversarios políticos sino que generó disgusto entre sus propios aliados por lo que parece ser una falta de tacto diplomático y abuso de su función como anfitrión.

El 3 de mayo, el departamento de Estado del gobierno de Estados Unidos informó que no invitaría a la Cumbre a los presidentes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, por considerar que en esos países no existen democracias consolidadas.

Ante esta postura los presidentes de México, Honduras y Argentina respondieron que su asistencia estaba condicionada a que se invitara a todos los países del continente. Mientras, la presidencia de Guatemala anunció que definitivamente no acudirá por la intromisión de la embajada de Estados Unidos en el proceso de designación de su fiscal nacional.

ACUSACIONES A ESTADOS UNIDOS

“Estados Unidos dice ser promotor de la democracia, que deliberadamente confunden con su sistema, pero no son capaces de asegurar un espacio plural”, apuntó el Presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, en el argumento más lógico y preciso sobre la incongruencia en la que cae Estados Unidos al albergar una mesa de diálogo en la que no se permite presencia de los gobiernos que no comulgan con sus principios.

“Estados Unidos persigue adoptar documentos y conceptos injerencistas, sin tener en cuenta los criterios de todos y excluyendo a países que tienen mucho que aportar sobre los temas centrales del evento”, indicó el presidente cubano, haciendo referencia a los temas que se anunciaron para abordar en la agenda en la Ciudad de Los Ángeles: la inclusión social, la recuperación económica, el cambio climático, la democracia y la transformación digital.

Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, calificó como “convocatoria errática” el trabajo de un anfitrión que pretende organizar un encuentro al que llama Cumbre, pero del que excluye a actores importantes del continente.

A su vez, el presidente de Bolivia, Luis Alberto Arce, que sí estaba invitado a Los Ángeles, anunció en Cuba que tampoco acudirá al foro que organiza el gobierno de Joe Biden. Arce aseguró que toma la decisión para ser “consecuente” con la Constitución boliviana y “mientras no se invite a todos los países de América”.

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  • Argentina y Brasil evitan dar su apoyo incondicional

Entre los países que han mostrado mayor insatisfacción por la decisión de Washington de restringir la lista de invitados en la Cumbre de las Américas se encuentra México. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha amagado con cancelar su asistencia al encuentro, igual que Guatemala y Bolivia.

En una posición similar se ubica Argentina, cuyo presidente, el izquierdista Alberto Fernández, condicionó su asistencia a que se invite a todos los países y, de momento, no ha modificado su postura.

Algo distinto es el caso de Brasil, que tampoco ha apoyado incondicionalmente a la Novena Cumbre de las Américas. Su presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, anunció primero que no acudiría a la Cumbre por problemas de agenda, lo que se calificó como respuesta al desdén con el que ha sido tratado por el actual gobierno estadunidense. Días después confirmó su asistencia.