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Violencia en la región dispara solicitudes de refugio en México, cuarta parte son niños

Tan solo en el primer cuatrimestre de este año se han recibido un total de 40,736 solicitudes de refugio, de las cuales, el 21.4% (9,796) son de niñas, niños y adolescentes, quienes provienen principalmente de países como Honduras, Brasil, Venezuela, Cuba , Haití y Nicaragua: Save The Children

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Desplazamiento en la región por violencia o crisis política

Desplazamiento en la región por violencia o crisis política

Las nuevas olas de violencia, conflictos armados y crisis políticas en países de la región, han detonado un aumento de solicitudes de refugio a México en lo que va de este 2022, donde una cuarta parte de ellas, es decir, casi 10 mil pedimentos son de niñas, niños y adolescentes, quienes provienen principalmente de países como Honduras, Brasil, Venezuela, Cuba , Haití y Nicaragua.

Aunado a esto, la profundización de la crisis en Afganistán y en Ucrania han complejizado la situación migratoria y de desplazamiento forzado, afectando de manera directa a la niñez y a sus familias, quienes muchas de ellas buscan llegar a los Estados Unidos a través de México, alertó Save The Children.

Sin embargo, en muchas ocasiones, miles de esas personas y niños no logran su objetivo de cruzar la frontera y ante ello buscan asentarse en territorio nacional, con lo cual México ha pasado de ser país de tránsito a uno receptor de migrantes, solo por detrás de Estados Unidos y Alemania, según se puede confirmar con el aumento de solicitudes de asilo,

Tan solo en el primer cuatrimestre de este año se han recibido un total de 40,736 solicitudes de refugio, de las cuales, el 21.4% (9,796) son de niñas, niños y adolescentes, quienes provienen principalmente de países como Honduras, Brasil, Venezuela, Cuba , Haití y Nicaragua.

“Hemos visto un aumento del más del 20% de solicitudes de refugio en territorio mexicano, principalmente de familias que huyen de la pobreza y la violencia, serios retos estructurales que les obligan a desplazarse forzadamente y a migrar en condiciones inseguras”, afirmó José Lugo, Coordinador de Incidencia Política y Protección de Save the Children en México.

Estas cifras responden a las nuevas olas de violencia, conflictos armados y crisis políticas en países de la región como Haití, Cuba, Venezuela y Nicaragua. Aunado a esto, la profundización de la crisis en Afganistán y en Ucrania han complejizado la situación migratoria y de desplazamiento forzado, afectando de manera directa a la niñez y a sus familias.

De acuerdo con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), a la fecha, solo se han resuelto el 50% de las solicitudes del primer cuatrimestre del año, y un tercio de todas las presentadas en este mismo periodo, han otorgado el reconocimiento de la condición de refugiado o la protección complementaria a las personas solicitantes,[6] garantizando su acceso a documentos de identidad y a los derechos que reconoce la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Después de Estados Unidos y Alemania, México es el tercer país del mundo que recibe el mayor número de solicitudes de asilo. Solo en 2021, se recibieron más de 130 mil solicitudes, de las cuales más de 31 mil fueron de niñas, niños y adolescentes.

“México es un país con una ubicación geográfica clave en el continente y con una dinámica particular alrededor del fenómeno migratorio. Somos un país que expulsa población migrante, somos un país en donde transitan cada vez más personas que quieren llegar a Estados Unidos, incluyendo actualmente a población ucraniana. Y también, nos estamos convirtiendo en un país receptor, y ello lo podemos confirmar con el aumento de solicitudes de refugio, por lo que resulta fundamental que el Estado mexicano fortalezca los mecanismos de recepción para lograr proteger a niñas y niños y familias enteras que lo necesitan”, recalcó Lugo.

Esto sucede en un contexto de crisis mundial en el que cerca de 100 millones de personas, de las cuales el 41% son niñas, niños y adolescentes,[8] han sido forzadas a dejar sus hogares a causa de conflictos armados, persecución, violencia e inseguridad generalizada, así como la violación de sus derechos humanos y los desastres naturales provocados por la crisis climática, entre otros acontecimientos devastadores.