Opinión

a fuerza de la imagen contra el discurso. La nueva normalidad abortada

a fuerza de la imagen contra el discurso. La nueva normalidad abortada

a fuerza de la imagen contra el discurso. La nueva normalidad abortada

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Además, el Presidente conmina a cuidar a los adultos mayores -como él- a quienes se les debe mantener en casa por recomendación de los médicos y señala que a las personas con enfermedades crónicas debe ponérseles más atención -como a él, que ya sufrió de un padecimiento cardiovascular- pero hace exactamente lo contrario.

¿Por qué aumentó la movilidad esta semana a pesar de que los expertos han insistido que el semáforo de la pandemia sigue en rojo? La imagen que proyecta el Presidente es más fuerte que mil palabras. Algunas personas creen que no existe riesgo real, porque ven a un Presidente en campaña proselitista permanente, conglomerando personas intencional o inercialmente.

Este mensaje equívoco perjudica el esfuerzo que las organizaciones relacionadas con actividades esenciales hicieron como los ajustes en su plantilla laboral y en sus procesos de atención al público para disminuir el riesgo de contagio. Algunas modificaron radicalmente sus estrategias de comercialización y distribución de bienes, así como la prestación de servicios. Otras redujeron el personal y, en casos extremos, optaron por bajar la cortina durante el periodo de emergencia para conservar el capital de trabajo y estar en posibilidad de reabrir cuando pase la emergencia. El daño mitigado puede incrementarse nuevamente por la confusión en la comunicación gubernamental.

La industria de la construcción y la economía informal fueron las más afectadas. Las organizaciones prestadoras de servicios que no requieren presencia física como asesorías, consultores, abogados, gestores de trámites a distancia, entre otros, mantuvieron su operación con el trabajo a domicilio con afectación en su ingreso y con la incertidumbre del futuro inmediato. Las cifras son alarmantes. Según el INEGI, más de 12 millones de personas perdieron su ingreso (La Crónica de Hoy, 02-06-20). La incongruencia entre la imagen y el discurso puede profundizar estos efectos negativos.

El Presidente está de gira en la misma semana en que se registró el día con mayores casos confirmados y muertes por el COVID 19. El aplanamiento de la curva no se ve con claridad con la información oficial disponible por lo que los gobernadores y la jefa de gobierno de la Ciudad de México insisten en continuar con las restricciones en la movilidad.

¿Cómo afecta a las organizaciones dedicadas a actividades no esenciales este doble mensaje? Unas reaccionan con prudencia y mantienen el trabajo a distancia. Otras, en su desesperación por no perder mercado o su ambición de aprovechar la circunstancia, confunden la nueva normalidad con semáforo rojo con el retorno libre a la apertura de las oficinas o negocios, sin considerar que la mayoría de los colaboradores y trabajadores utilizan el transporte público o que pueden ser parte del grupo de alto riesgo conforme la calculadora del IMSS. No son conscientes de que pueden convertir a su centro de labores en un lugar de contagio del coronavirus.

Hoy se requiere quedarse en casa. Ese es el discurso gubernamental, pero el mensaje que comunica la imagen presidencial es el contrario.

La virtualidad es el futuro del trabajo y la educación. Está no será absoluta. Seguramente será similar a lo que hoy vivimos por causa de la pandemia. Es la tendencia de las actividades de mayor productividad en una sociedad del conocimiento. La relación costo-beneficio de un servicio de consultoría, por ejemplo, aumenta significativamente con el trabajo a distancia. Los trámites gubernamentales son más eficientes en línea (gobierno abierto) y alcanzan a un mayor número de personas. La educación a distancia beneficia a los grupos poblacionales dispersos o aislados.

Espero que se corrija la contradicción en que incurre la comunicación gubernamental o pudiera abortar la estrategia de la nueva normalidad.

Hay que tomar en cuenta que el mensaje político basado en la imagen es más fuerte que el discurso. Por eso, la primera debe ser congruente con el segundo. El riesgo de que persista la incongruencia es que las sesiones informativas vespertinas de los expertos que invitan a quedarse en casa puedan ser irrelevantes si el Presidente sigue en gira. Los daños las cadenas de producción y el empleo serán más profundos si se intensificaran los contagios por una apertura acelerada y caótica.

Secretario del INAP
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