Opinión

A la caza de jóvenes mentes ofensivas: hay vacantes

A la caza de jóvenes mentes  ofensivas: hay vacantes

A la caza de jóvenes mentes ofensivas: hay vacantes

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

No existe mañana más esperada para los buitres de noticias en la NFL que el llamado y, por qué no decirlo, esperado Lunes Negro, es decir, un día después finalizar la temporada regular y cuando la guillotina cae sin clemencia sobre varios entrenadores. Tan sólo ayer tres fueron despedidos, los cuales ya lo veían venir: Adam Gase de los NY Jets, Anthony Lynn de los LA Cargadores y Doug Marrone de Jacksonville. A ellos hay sumar a los tres que cayeron durante la temporada: Bill O’Brien en Houston, Matt Patricia en Detroit y Dan Quinn en Atlanta. Los seis ya viajaban en un tobogán sin freno desde mitad de la campaña y el resultado fue hasta cierto punto lógico.

Sin embargo, no vamos a hablar de lo ya sabido ni de los que hicieron estos coaches al frente de sus equipos, sino de un tema cada vez más inquietante y que habla de, o una tendencia o la impaciencia de los dueños y gerentes generales en busca de resultados rápidos, express pues, quiero decir.

ANTAÑO, A LA DEFENSIVA

Y es que la manera de buscar perfiles para contratar a un coach ha cambiado mucho con el paso de las décadas, pues antes, pongamos los años 60 o 70, el camino a seguir de muchos propietarios de equipos era el firmar a un entrenador con perfil netamente defensivo. Lejos de suponer que gustaban más de ese tipo de enfoque, estaba más que demostrado que eran los indicados para formar y forjar un equipo contendiente.

Ejemplos hay muchos, tan sólo mencionemos a cinco que construyeron verdaderas dinastías: Tom Landry con Dallas, Don Shula con Miami, Bud Grant con Minnesota, Chuck Noll con Pittsburgh o John Madden con Oakland. Cinco franquicias que dominaron al final de los 60 y todos los años 70. El común denominador entre ellos fue la marcada tendencia defensiva de sus entrenadores, algunos icónicos e innovadores como Landry, (en mi opinión, uno de los tres mejores de la historia). Muchos se preguntarán y dónde quedó Vince Lombardi con Green Bay, pues para sorpresa de varios Lombardi siempre fue un estratega de tendencia ofensiva, quizá no tan espectacular o abierta, pero sí de ataque

Es verdad que en los 40 o los 50 algunos con tendencia ofensiva marcaron la pauta como Paul Brown en Cleveland (un maestro ofensivo que ganó 7 veces el título) o Sid Gillman con Carneros y Cargadores. No obstante, la idea de los dueños de construir a partir de la defensiva era acertada, hay que decirlo.

EL CAMBIO

Aun así, con la llegada de Bill Walsh al final de los 70 a San Francisco y la visión de Eddy de Bartolo, el dueño del equipo, al ir en contra de la tradición y arriesgarse a contratar a un estratega netamente ofensivo, las cosas y las tendencias se dividieron, y es más digamos que durante los siguientes 20 años la balanza fue pareja entre coaches ofensivos y defensivos.

Sin embargo, conforme avanzó el tiempo y la evolución hacia esquemas más abiertos de un juego cada vez más vistoso y espectacular con reglas que favorecían más al ataque, la tendencia comenzó a inclinarse por la contratación de coaches ofensivos, y sin más hemos sido testigos de ese cambio con la llegada de gente como Sean Payton, Mike Holmgren, Andy Reid, Jon Gruden o Bruce Arians, pero de unos cinco años a la fecha esa tendencia se ha transformado, no para poner freno a la llegada de mentes ofensivas, sino más osado aún, acelerar ese proceso poniendo en las laterales a coaches netamente ofensivos que en ocasiones son más jóvenes que los mismos jugadores más veteranos del plantel.

En otras palabras, hacer que coordinadores ofensivos, entrenadores de quarterbacks, receptores o corredores den el paso de una manera más que prematura a las laterales como entrenadores en jefe con un modelo que parece se ha ido arraigando a la Liga: un entrenador netamente ofensivo que sólo se preocupe por el ataque y ganar, delegando la defensiva a un buen coordinador.

La fórmula no ha sido mala, ¿pero hasta dónde seguirá dando dividendos?

En la actualidad de los 32 equipos de la Liga, 14 son dirigidos por un entrenador con clara formación ofensiva, y de esos 14, siete han sido esos osados que decidieron darle la oportunidad a un joven cerebro ofensivo a sabiendas de que quizá aún no alcanzaba la madurez.

UNA NUEVA OLA

Pero para sorpresa de muchos, todos han dado el ancho y, como hemos dicho, en algunos casos son más jóvenes que los veteranos del equipo. El primero fue San Francisco al contratar a Kyle Shanahan (38 años) en 2017; ante el éxito otros seis conjuntos siguieron el mismo camino como LA Carneros con Sean McVay (31) en 2017, Green Bay con Matt LaFleur (40) en 2019, Arizona con Kliff Kingsbury (40) en 2019, Cincinnati con Zac Taylor (36) en 2019 y Cleveland con Kevin Stefanski (38) en 2020.

De esos seis, cuatro ya ostentan clasificar a playoff, mientras que los otros dos (Taylor y Kingsbury) tienen las bases correctas para hacerlo.

Con todo lo anterior mencionado, no es difícil suponer que los seis equipos que ya desde ayer o quizá desde antes buscan entrenador en jefe, hayan puesto la mira en esos nuevos cerebritos ofensivos que cada vez hay más tanto en las filas profesionales como universitarias. No olvidemos que Kingsbury dio el gran salto de dirigir a Texas Tech a los Cardenales sin ningún tipo de experiencia en el profesionalismo.

Como dijimos, los dueños son cada más impacientes, buscan resultados inmediatos, y si a eso le aunamos que también cada vez llegan más quarterbacks que se brincan su último año del colegial para ser elegibles en el Draft, pues es indispensable contar con un mentor, y que mejor que una mente ofensiva a una de defensa.

La prueba ahí esta: En San Diego un talentosísimo Justin Herbert necesita de un maestro y Lynn no lo era. En Houston Deshaun Watson pide a gritos un estratega ofensivo que explote sus innegables cualidades como pasador. En NY Jets Sam Darnold nunca pudo dar el estirón por carecer de ese mentor; podemos decir que Adam Gase no lo hizo bien, aunque como como coordinador ofensivo es muy efectivo, pero ya como coach en jefe las cosas no son iguales y eso quizá le impidió moldear al joven mariscal.

Para la próxima temporada llegarán joyas como Trevor Lawrence de Clemson, Justin Field de Ohio State o Zach Wilson de BYU, y los equipos a los que arriben deberán contar con un maestro no con un capataz.

Jacksonville y NY Jets tendrán las dos primeras selecciones colegiales, ambos equipos ya buscan entrenador en jefe y sin dudarlo será una mente ofensiva para lograr ese binomio coach-quarterback, una fórmula más que probada a lo largo de la historia como la mejor para ganar en la NFL.

Si alguien lo duda, basta mirar desde Paul Brown-Otto Graham en los 60, pasando por Landry-Staubach y Noll-Bradshaw en los 70, Walsh-Montana en los 80, hasta Belichick-Brady en los 2000 y Reid-Mahomes en la actualidad.