La Cámara de Representantes de Estados Unidos, de mayoría demócrata, aprobó este jueves una resolución que formaliza el proceso para abrir un juicio político al presidente Donald Trump, a un año para las elecciones en las que el republicano buscará la reelección.

Por 232 votos a favor y 196 en contra, la Cámara baja sacó adelante un texto que marca una hoja de ruta, aunque no un calendario, para continuar con una investigación que hasta ahora se ha desarrollado a puerta cerrada sobre el presunto delito de abuso de poder del presidente y conspiración con gobierno extranjero —en este caso el ucraniano— para atacar a un potencial adversario electoral, el exvicepresidente Joe Biden, favorito en las encuestas.

Congreso dividido. Se trata, no obstante, de una victoria amarga para los demócratas, no sólo porque dos representantes votaron en contra de abrir el proceso, sino porque ningún legislador republicano ha visto indicios de que el presidente ha podido cometer un delito que merezca ser investigado.

Esta negativa en bloque de los 194 representantes republicanos augura la enorme dificultad para que prospere la destitución de Trump, ya que los republicanos son mayoría en el Senado, donde se celebraría el juicio político, en caso de que la Cámara baja apruebe el impeachment.

“Quieren destruirlo”. Trump reaccionó de inmediato con un tuit en el que denunció “la mayor caza de brujas en la historia estadunidense”. Y pese a que la resolución otorga derechos a Trump para defenderse, la portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, se apresuró a definir el proceso recién formalizado como “un intento descaradamente partidista de destruir al presidente”.

La resolución permite que los abogados de Trump participen en las audiencias y que los republicanos convoquen testigos y soliciten documentos, aunque para ello necesitarían el consentimiento de una mayoría de los legisladores, lo que puede suponerles más trabas.

“Esta resolución asegura que habrá transparencia”, dijo la presidenta de la Cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, antes de la votación en el Pleno.

Pelosi, que se negó a un impeachment por la trama rusa, cambió de opinión el 24 de septiembre, tras estallar el escándalo de la llamada intimidatoria de Trump al nuevo presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, para que la justicia de Ucrania investigase los negocios en ese país de Hunter Biden, hijo de Joe Biden, con el único objetivo de perjudicarlo seriamente si finalmente es elegido candidato demócrata a las elecciones de noviembre de 2020.