El Oficio // Arrostrar. Hasta febrero 9. Museo Cabañas, Guadalajara, Jalisco. www.museocabanas.jalisco.gob.mx

Santiago Merino (CDMX, 1973) al convertir el Museo Cabañas en un enorme taller de artista y resolver in situ muchas de las obras, realiza una exposición conceptual donde analiza la actualidad de la pintura y su oficio.

Merino engrapa telas húmedas a la pared y las pinta con negro o colores, y desde ellas extiende con rodillos y brochas el gesto pictórico a la pared. Cuando la tela se seca, esta se encoge y deja ver en su perímetro al blanco muro debajo; esta instalación revela así a la creación artística como un continuo indeterminado que rebasa la voluntad del artista. Otro ejemplo de transformación creativa se da cuando Santiago recorta los costados sobrantes de tela de sus cuadros y los engrapa a la pared creando nuevas piezas y asociaciones; o al mezclar serigrafía y pintura al fresco (frescoserigrafía) sobre grandes bastidores donde imprime una foto de la Nebulosa de Carina. Un breve video en loop de una caída de agua a manera de dripping desde 121 metros del último piso de La Torre Virreyes, CDMX, se torna una metáfora pospictórica del flujo creativo y la continua creación del mundo y la vida.

En Colaboraciones Forzadas, 2014-15, Merino adaptó la tradición de la pintura abstracta monocroma del siglo XX para realizar una crítica a la intervención arquitectónica de Enrique Norten al Museo Universitario del Chopo (ver Artgenetic 25ABR2015). Tanto en este ejemplo como en esta exposición, Santiago indaga la sinergia entre oficio pictórico, proceso creativo, experimentación plástico-estética y pertinencia de la pintura en el siglo XXI, lo cual delinea la noción de Discurso de Michel Foucault, basada ésta en la interacción entre representaciones y enunciaciones estéticas y formales y el entorno histórico, cultural, y sociopolítico, proceso propicio para llevar a sus últimas consecuencias las herencias del arte del siglo XX y fundamentar la actual Era del Discurso.

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