El reverendo y activista afroestadunidense, James Hart Stern, ha logrado hacerse mediante engaños con el control del Movimiento Socialista Nacional (NSM), un emblemático grupo neonazi que ahora lucha para evitar la desbandada de sus miembros.

“El señor James Stern me engañó, me convenció de que para proteger a nuestro grupo del proceso judicial en el que estamos inmersos debía cederle la presidencia”, lamentó el hasta ahora líder del NSM, Jeff Schoep, quien en un comunicado alertó que el objetivo de Stern es “disolver el NSM”.

El proceso al que hace referencia Schoep se remonta a las protestas de Charlottesville el 12 de agosto de 2017, que desembocaron en la muerte de la joven Heather Heyer, atropellada por un supremacista blanco, James Fields. La Universidad de Virginia presentó una denuncia por daños emocionales y económicos contra los grupos supremacistas involucrados, entre ellos el NSM.

Lavado de imagen. Fue cuando entró en juego el reverendo Stern, quien se ofreció a Schoep para ayudarle a limpiar la imagen de su grupo de cara al proceso judicial.

De forma sorprendentemente cándida, el líder neonazi firmó la carta de compromiso que le ofreció Stern, sin haber investigado que el reverendo negro disolvió una fraternidad del Ku Klux Klan (KKK) en 2016. Tampoco sospechó Schoep cuando, entre los documentos firmados a raíz de su acuerdo con Stern, se encontraba uno por el cual le cedía la presidencia del grupo, tal y como reflejan las actas judiciales del proceso contra el NSM.

Cuando este detalle salió a la luz durante el juicio, la sorpresa fue generalizada y Schoep dimitió, recordando a sus compañeros neonazis que “son gigantes entre personas inferiores”.