El Fondo de Cultura Económica (FCE) no emitió una sanción al director de la filial en Bogotá: Nahum Montt, a pesar de que éste firmó contratos con empresas ligadas a su hijo, se entregó a sí mismo 89 millones de pesos y usó la tarjeta de crédito corporativa para pagar servicios de spa. Así lo evidenció un reportaje de La Liga contra el silencio que ayer retomó el periódico El Espectador.

De acuerdo con la investigación periodística, el 15 de abril de 2019, “apenas nueve días después de ser constituida, la empresa Muysua SAS suscribió un contrato de prestación de servicios con el FCE, el cual firmaron Nahum Montt como director del FCE y Maryoiry Ávila, representante legal de Muysua SAS”.

Según el contrato, esta empresa se encargaría de diseñar y brindarle al FCE un “modelo de rentabilización de negocio” a cambio de 216 millones de pesos colombianos, pagados en cuotas mensuales durante el transcurso de un año. Después, se firmaron otros dos contratos con empresas sin experiencia.

Cuando Paco Ignacio Taibo II se enteró de la corrupción de Montt lo citó el 2 de enero, porque, además, le informaron que Montt se entregó a sí mismo un adelanto de 89 millones de pesos y que a mediados de 2019 usó la tarjeta de crédito corporativa para compras fuera del ámbito editorial.

“En los registros hay pagos por artículos para el hogar en Homecenter, otro por servicios en el centro de estética Arco Iris Spa y otros más en la tapicería Muebles y Cortinas, en la peluquería Ivonne, en la tienda de cosméticos Perfumería Sutil y en el mega outlet de ropa Toberín”, destacó la investigación.

El acuerdo al que llegó Taibo II con Mont no fue una amonestación, sino que Montt pagaría de su salario “cada peso de esa tarjeta”.

“Ahí teníamos dos sopas —afirma el director general del FCE en México—: aceptar la renuncia (...) o pedirle que tenía hasta el 15 de enero para romper todos los contratos (con las empresas a las que estaba vinculado su hijo Germán Montt) y pagar la deuda de estos gastos corporativos [de la tarjeta de crédito corporativa]. Y bueno, así se firmó”.

Taibo prosigue: “¿Hicimos bien o debimos haber aceptado la renuncia?. Si aceptábamos la renuncia, no se suspendían los contratos y seguían corriendo, teníamos que entrar en juicios laborales y ¿para cuándo recobramos el dinero que se había gastado en la tarjeta corporativa?”

Fuente: www.elespectador.com/noticias/cultura/el-rey-se-pasea-desnudo-corrupcion-en-el-fce-colombia-articulo-921931