Cultura

¡Adiós, maestro Toledo!

El artista oaxaqueño, quien padecía cáncer de pulmón, falleció anoche, a los 79 años de edad. Fue el artista vivo más importante del país, refirió el INBAL en julio, en el marco de su cumpleaños

El artista oaxaqueño, quien padecía cáncer de pulmón, falleció anoche, a los 79 años de edad. Fue el artista vivo más importante del país, refirió el INBAL en julio, en el marco de su cumpleaños

¡Adiós, maestro Toledo!

¡Adiós, maestro Toledo!

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Francisco Toledo, uno de los más importantes artistas plásticos en la historia contemporánea de México, falleció anoche, en su casa de la ciudad de Oaxaca a los 79 años, informó su familia; padecía cáncer de pulmón. El artista deja un vasto legado artístico, pero también lecciones como luchador social y promotor cultural de su natal Oaxaca. Sin su obra y ejemplo, la enseñanza y difusión del arte oaxaqueño no serían lo mismo.

La secretaria de Cultura, Alejandro Frausto, se trasladará hoy a Oaxaca para reunirse con la familia Toledo y acordar los detalles de un homenaje.

Toledo fue uno de los artistas mexicanos más populares de la actualidad que alcanzó relevancia internacional gracias no sólo a su trabajo como pintor, escultor y grabador, sino a su discurso social y político. Fue fundador del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, una de las casas de cultura que el artista fundó para promover el arte mexicano, específicamente el de su estado de origen. El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) — mediante un comunicado emitido este año el día de su cumpleaños (17 de julio)— lo consideró como el artista más importante de México en vida.

“Quienes conocen a Francisco Toledo saben que el artista juchiteco vive a la vanguardia en lo artístico, pero también comentan que cuando es necesario recorrer grandes distancias, o de un estado a otro, lo hace a lomo de caballo”, escribió la institución.

“Toledo usa la modernidad y la vanguardia de otras civilizaciones, en particular la europea, para producir sus obras y muestra un sentido de lo fantástico muy desarrollado al crear criaturas extraordinarias e inimaginables, con colores llamativos, ojos saltones, así como la mezcla de la condición humana y animal sin jerarquías”.

REACCIONES EN TWITTER. “El arte está de luto. Ha fallecido el maestro Francisco Toledo, oaxaqueño, gran pintor y extraordinario promotor cultural, auténtico defensor de la naturaleza, las costumbres y las tradiciones de nuestro pueblo. Descanse en paz", escribió en su cuenta de Twitter el presidente Andrés Manuel López Obrador.

En la misma red social, artistas, políticos, académicos y escritores externaron su pésame por la pérdida:

“El arte mexicano está de luto por el fallecimiento de Francisco Toledo, un gran ejemplo e inspiración para todos los mexicanos. Mi más sentido pésame a su familia”, escribió Elisa Carrillo.

La Secretaría de Cultura escribió: …lamentamos profundamente el fallecimiento de #FranciscoToledo, quien no sólo fue conocido por su talento y el toque irreverente y transgresor de sus obras, sino también por ser un luchador social. México ha perdido a uno de sus más grandes artistas.

“Francisco Toledo era un genio, como todos sabemos”, apuntó el columnista de Crónica,  Raúl Trejo Delarbre. “Pero además era un hombre solidario y generoso. La vida pública en Oaxaca no se explica sin él. Las artes plásticas contemporáneas en nuestro país, tampoco. Que descanse en paz”.

NECROLOGÍA. Francisco Toledo, nació el 17 de julio de 1940 en Juchitán, Oaxaca. Su carrera artística la inició como discípulo de Arturo García Bustos, después ingresó al Taller Libre de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes, pero su imaginario lo fortaleció en Europa, Estados Unidos y Tokio, pero sobre todo en su natal Oaxaca.

A mediados de 1965, regresó a México y trabajó en distintos formatos y técnicas como litografía, pintura, grabado, alfarería cerámica, escultura y más, impregnando su trabajo de mensajes sociales en busca de justicia e igualdad, siempre en conjunto y colaboración con artesanos del país de distintas regiones.

Teresa del Conde recoge un antecedente rara vez mencionado para ubicar el principio de Toledo como artista: la exposición entre diciembre de 1958 y enero de 1959 titulada Nuevos exponentes de la pintura mexicana, que se celebró en el Museo Universitario de Ciencias y Artes de la UNAM. “Allí se ofreció al público obra de Juan Soriano, Manuel Felguérez, Enrique Echeverría, Vicente Rojo, Benito Messeguer y Toledo mismo”, escribe Carlos A. Molina en su artículo “Francisco Toledo, sus inicios”, publicado en Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas.

“La crónica de la exposición aparecida en la Revista de la Universidad advierte que Toledo: ‘dibuja con la genialidad y las limitaciones de un niño”, para explicar cierto primitivismo hallado en su obra. Se advierte además que quienes más llaman la atención ahí son Toledo y Lilia Carrillo”.

Al ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes, recientemente la revista Forbes lo consideró uno de los mexicanos creativos más importantes en su edición de enero 2019, quien además ha fundado el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), la Casa de Cultura de Juchitán, la Biblioteca para Invidentes Jorge Luis Borges, el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), el Taller Arte Papel Oaxaca, el Centro de Artes de San Agustín (CASA), el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, el Cine Club, el Jardín Etnobotánico, la Fonoteca Eduardo Mata, la Biblioteca Francisco de Burgoa, la editorial Ediciones Toledo y las revistas Guchachi Reza (Iguana Rajada) y Alcaraván.

Entre sus cientos de obras destacan piezas relacionadas con sapos, murciélagos, changos, iguanas, burros: El de la lengua pegajosa, Tamazul, Gatos, Lady Caracol llega tarde a Palacio, Almohada —conformada por varias piezas—, Árbol hechizado, Teodora y su corte, así como la escultura monumental La lagartera, entre otras, algunas de ellas están en los Museos de Arte Moderno de México, París, Nueva York y Filadelfia, en la New York Public Library, la Tate Gallery de Londres y la Kunstnaneshus de Oslo, principalmente.

Su obra, que nos recuerda a los murales de Tepantitla, en Teotihuacan; su imagen volando los papalotes que se manufacturaban en su taller; su reacia defensa contra los inter