1.- Impeachment en enero

De nuevo, todas las miradas están puestas en la aguerrida Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes, que se resiste a anunciar la fecha para que dé comienzo formalmente en el Senado el juicio político contra el presidente Donald Trump.

La presión crece y el fin de semana pasado prometió que haría su esperado anuncio esta misma semana. Comenzará entonces el espectáculo del impeachment contra el Presidente de Estados Unidos, tan inaudito que sólo ha ocurrido dos veces en la historia: en 1868, contra Andrew Johnson; y en 1998, contra Bill Clinton. Ambos demócratas y ambos absueltos, como ocurrirá con Trump gracias a la mayoría republicana en la Cámara alta, que le apoya sumisamente. Nada que ver con otro republicano, Richard Nixon, quien renunció al cargo en 1974, cuando sus compañeros de partido le pidieron que se hiciera el harakiri.

2.- Brexit en enero

El 31 de enero está previsto que Reino Unido se divorcie de la Unión Europea, tras el aplastante triunfo del conservador Boris ­Johnson, el mismo que llegó a decir en campaña que “preferiría estar muerto en una zanja antes que demorar el brexit”.

El premier británico —para sus simpatizantes un líder a la altura de Thatcher o Churchill; para el resto, la vulgar piñata de Trump— se ha salido con la suya, pero una cosa es abandonar la “malvada Europa” y otra comprobar que afuera hace frío y que la aventura en solitario de su gran isla podría acabar estrellándose contra las rocas si Escocia presiona al máximo por un referéndum de independencia, o si un eventual acuerdo de libre comercio con Estados Unidos acaba con el antiguo imperio colonial convertido en colonia de su excolonia.

3.- Primarias, a partir de febrero

Regresamos a Estados Unidos, a la rural e irrelevante Iowa, excepto sus 15 minutos de gloria, que ocurrirán durante la noche del 3 de febrero, cuando se sepa quién de los aspirantes a la candidatura presidencial demócrata ganó la mayoría de los 99 “caucus” (o asambleas locales).

La leyenda cuenta que quien gana en Iowa se convierte instantáneamente en favorito para ganar la candidatura y a veces la Presidencia. Bill Clinton y Barack Obama ganaron en Iowa, pero Al Gore y John Kerry, que también ganaron allí, no durmieron nunca en la Casa Blanca. A ver qué pasa este año.

4.- Elecciones en Israel en marzo

El 20 de marzo, los israelíes regresan “ootra vez” a las urnas, luego de que las dos veces celebradas en 2019 los dos principales contendientes fracasaran en su intento de formar gobierno. No pudo ni el primer ministro derechista, Benjamín Netanyahu, apoyado por colonos y ultraortodoxos, ni su adversario el general Benny Gantz, conservador moderado, apoyado (sin mucho entusiasmo) por laboristas, izquierda pacifistas y los árabes israelíes.

La esperanza de Gantz (de medio Israel y de casi todo el planeta) es que Netanyahu no se salga con la suya y la Justicia le niegue la inmunidad que ha exigido para librarse de ir a juicio por corrupción, tras ser imputado por el Fiscal General. Pero, pese a los cargos en su contra, muchos israelíes siguen viendo al actual mandatario como el líder que necesita el país para colonizar lo que queda de Jerusalén oriental y Cisjordania y evitar así que los palestinos tengan Estado propio.

5.- Plebiscito en Chile en abril

El 26 de abril es la fecha anunciada para que los chilenos decidan en referéndum si quieren continuar con la actual Constitución heredada de la dictadura de Pinochet, o si votan por una nueva Carta Magna, democrática y más justa, como exigieron a gritos millones de personas durante la Primavera Chilena que asombró al mundo a finales del año pasado.

6.- Elecciones en EU en noviembre

El Día D tendrá lugar el primer martes 3 de noviembre, cuando el mundo se entere de quién ganó la segunda guerra civil entre las dos almas de Estados Unidos. Si es reelegido Trump, habrá ganado, como en 2016, el bando de los confederados racistas, y el magnate megalómano (que irá de víctima tras ser absuelto por la mayoría republicana en el impeachment) se vengará sin piedad de todos sus enemigos, dentro y fuera del país.

Si gana el candidato demócrata (el que sea) habrá ganado el bando de Lincoln y del sentido común, y el mundo podrá respirar aliviado, al saber que el 20 de enero de 2021 Estados Unidos recuperará su normalidad y habremos despertado de la pesadilla.

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