Opinión

Agresores digitales

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La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
Agresores digitales

La ofensiva en contra de la familia LeBarón en las redes sociales causa pena ajena.

Los operadores se ensañan. Los calificativos se desbordan. Lo paradójico es que muestran lo peor de los propios agresores digitales, no de la familia aludida.

Se trata de un grupo de personas que clama por justicia por la masacre de mujeres y niños de su comunidad. Acaso eligieron una estrategia equivocada. El debate sobre el camino elegido se vale, lo que no se vale es la descalificación que los pone en riesgo de nueva cuenta.

El tema continuará por lo que hay tiempo de corregir. ¿De quién es la mano que mece la cuna digital?

El gobierno sabe la respuesta; y por cierto, la mano no es la de López Obrador.

Acción concertada

Está en marcha una acción concertada que tiene el objetivo de acotar la autonomía del INE.

Integrantes del Consejo General del instituto electoral la contrarrestan haciéndola visible. No dejan pasar acusaciones sin fundamento.

El presidente consejero, Lorenzo Córdova, le mandó una carta pública al embajador de México en el Vaticano, Alberto Barranco, que se lanzó contra el INE en redes sociales.

Escribió Córdova Vianello que resulta inquietante que un representante diplomático descalifique y haga valoraciones sin fundamento en contra de una institución del Estado mexicano como es el INE.

La estrategia para acotar la autonomía del instituto avanza. Los consejeros la ponen al descubierto.

Castigo político

Los diputados se hicieron un espacio en su apretada agenda para emprender un juicio político en contra de Rosario Robles.

La extitular de Desarrollo Social y la Sedatu está siendo juzgada, aunque todavía falta conocer el veredicto del juez.

Lo que ya quedó claro fue el veredicto político. Los diputados pusieron el pulgar hacia abajo.

¿Qué pasaría, se preguntaron algunos en San Lázaro, en el hipotético caso de que el juez la encuentre inocente?

Por lo pronto el castigo político está en marcha.

Espacio en la 4T

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación busca un espacio en la 4T.

El sindicato más grande del país, dirigido por Alfonso Cepeda, navega en las aguas agitadas del cambio de régimen.

Una de las primeras decisiones del nuevo gobierno fue borrar las decisiones que en materia educativa tomó la administración anterior.

Hay baraja nueva. Cepeda Salas quiere que el SNTE sea parte del nuevo sindicalismo y comienza a asegurar que representa de manera genuina, no impuesta, a los trabajadores.

La idea es defender los intereses de sus agremiados, pero sin que esto afecte los intereses educativos del país.