Dorian arrasó las Bahamas, en lo que se considera la peor catástrofe natural de su historia. Por el momento, se ha reportado la muerte de 20 personas, aunque este número es muy probable que aumente en las próximas horas, a medida que se avance en las operaciones de rescate.

“Debemos esperar que se registren más muertes”, dijo el primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis. El dirigente declaró que las noticias que llegaban sobre las islas Ábaco hablan de una devastación “sin precedentes”. Unas 17 mil personas viven en el archipiélago más afectado por los vientos huracanados de Dorian, que alcanzaron los 295 km/h.

Poco a poco se van conociendo más datos de la situación real de las islas, ya que las comunicaciones están cortadas, no funciona el tendido eléctrico y los aeropuertos no están operativos.

El jefe de ayuda humanitaria de la ONU, Mark Lowcock, pidió a la comunidad internacional que se vuelque con la población de las Bahamas, se estima que 20% de sus habitantes está siendo afectado por Dorian.

Por lo pronto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que el Gobierno está enviando efectivos de la Guardia Costera para ayudar a las víctimas del huracán.