El Sí se impuso en el reférendum para la reforma de la Constitución egipcia con un respaldo del 88.8 por ciento de los 27 millones de egipcios que participaron en el plebiscito, un escaso 44.3 por ciento del censo. Asimismo, hubo un 3 por ciento de votos nulos.

Este resultado avala la ampliación del mandato del presidente, Abedelfatah al Sisi, algo que prácticamente todo el mundo daba por descontado. Los cambios aprobados abren la posibilidad de que Al Sisi siga en el cargo hasta 2030, un resultado que el propio gobernante celebró en su primera declaración tras el voto.

En su página oficial de Facebook, Al Sisi saludó a los egipcios que “han deslumbrado al mundo con su conciencia patriótica de cara a los retos a los que se enfrenta Egipto” en estos momentos.

Tras anunciar los resultados, el presidente de la Autoridad Nacional Electoral, Lashin Ibrahim, aseguró que “a partir de este momento se aplica la Constitución” con las enmiendas que además amplían el actual mandato presidencial de Al Sisi de 4 a 6 años, con lo que el actual finalizará en 2024, lo que le da la posibilidad al exmariscal de optar a un tercer mandato de 6 años, hasta 2030.

Las reformas también permitirán a Al Sisi, como jefe de Estado, adquirir nuevas prerrogativas, por ejemplo sobre el poder judicial, puesto que personalmente podrá elegir al presidente del Tribunal Constitucional y al fiscal general egipcio.

Las reformas, además, restablecen el Senado, que había sido abolido en 2014, por lo que el Congreso egipcio volverá a ser bicameral. Por otra parte, las mujeres tendrán una cuota del 25 por ciento de los escaños de la Cámara baja, además de una representación especial de los jóvenes, los cristianos y los discapacitados en el Parlamento.

CRÍTICAS. El presidente de la Autoridad Electoral aseguró que los egipcios no se dejaron influenciar por “rumores” difundidos durante el referéndum, que no especificó, aunque hubo denuncias de compra de votos a cambio de dinero, comida y otros obsequios.

Ibrahim también agregó que el pueblo tampoco hizo caso a los llamamientos al boicot y otros que “ponen en duda” el referéndum, en referencia a la oposición egipcia y activistas que en las redes sociales habían pedido el voto por el “No” para rechazar las enmiendas constitucionales, por considerar que cimentan un régimen autoritario de Al Sisi.

La reforma constitucional es vista por figuras y grupos opositores como la derrota definitiva del espíritu de la revolución egipcia de 2011, tras la cual se limitó la permanencia en el poder del jefe de Estado.