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Alimentos ultraprocesados cada vez peores; pero su consumo aumentó

Un estudio del INSP señala que su compra en México se duplicó en las últimas tres décadas. Por otra parte, un reporte de asociaciones civiles denuncia que Kellogg’s ha disminuido nutrientes de sus cereales para ahorrar sumas millonarias

Un estudio del INSP señala que su compra en México se duplicó en las últimas tres décadas. Por otra parte, un reporte de asociaciones civiles denuncia que Kellogg’s ha disminuido nutrientes de sus cereales para ahorrar sumas millonarias

Alimentos ultraprocesados cada vez peores; pero su consumo aumentó

Alimentos ultraprocesados cada vez peores; pero su consumo aumentó

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

En las últimas tres décadas, en México se incrementó la compra de productos ultraprocesados  en cerca del doble, lo cual coloca al país como el primero en América Latina y el cuarto en el mundo, señala un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). El aumento (entre 1984 y 2016) fue mayor en los hogares con mayor nivel educativo; socioeconómico medio y muy alto, de zonas urbanas de las regiones del norte del país, refiere el estudio Tendencias en compras de alimentos ultraprocesados de 1984 a 2016 en hogares mexicanos.

“Los acuerdos comerciales mundiales han dado forma al sistema alimentario de manera que alteran la disponibilidad, accesibilidad, asequibilidad y conveniencia de los alimentos listos para el consumo”, señala el artículo de la investigación, publicado en la revista Nutrients.

Para el estudio, los investigadores evaluaron las tendencias temporales de las compras de alimentos ultraprocesados en los hogares mexicanos de 1984 a 2016, datos transversales de 15 rondas de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos entre estos años fueron analizados.

El estudio refiere que las compras de alimentos ultraprocesados en México se han duplicado en las últimas tres décadas, paralelamente a una disminución gradual de los alimentos no procesados o mínimamente procesados, y las compras de ingredientes culinarios procesados. “Además, descubrimos que esta tendencia se explica solo parcialmente por los cambios sociodemográficos en el tamaño y la composición del hogar, el nivel de educación, los ingresos, las ocupaciones de las mujeres, la urbanización y la región geográfica. Por lo tanto, otros factores macroeconómicos, ambientales y socioculturales deben ser impulsores importantes de estas tendencias”.

Los especialistas recomiendan que, con el fin de mejorar los patrones dietéticos de México, el futuro ambiente alimentario, el sistema alimentario, las estrategias de comunicación y educación sobre el cambio de comportamiento deben promover el consumo de alimentos no procesados o mínimamente procesados, como frutas y verduras, granos enteros, nueces y legumbres; y desalentar la disponibilidad y accesibilidad de alimentos ultraprocesados.

“Dado que las compras de alimentos ultraprocesados se han duplicado en las últimas tres décadas y los alimentos no procesados o mínimamente procesados comprados han disminuido gradualmente, las estrategias futuras deberían promover el consumo de alimentos no procesados o mínimamente procesados, y desalentar la disponibilidad y accesibilidad de alimentos ultraprocesados en México”.

El estudio recuerda que desde la década de 1980, la industria alimentaria ha dominado el sistema alimentario con estrategias de comercialización que alientan a los consumidores a comer este tipo de productos. “Además, en la década de 1990, los acuerdos comerciales internacionales y mundiales intensificaron su papel e influencia en todo el mundo. En consecuencia, estos cambios dieron forma al sistema alimentario de manera que alteran la disponibilidad, accesibilidad, asequibilidad y conveniencia de los alimentos listos para el consumo. Por lo tanto, estos productos son ahora una importante fuente de energía en los patrones dietéticos de la población”.

KELLOGG’S AHORRADOR. Por otra parte, organizaciones de la sociedad civil denunciaron recientemente que la empresa multinacional Kellogg’s ha eliminado micronutrientes de sus productos para ahorrar en su elaboración, lo cual tiene un impacto en la dieta de los mexicanos.

Las organizaciones Fundación Changing Markets, Just Economics, ContraPeso, Proyecto Alimente y SumofUs, dieron a conocer un reporte que expone cómo estas prácticas costarán a México 250 millones de dólares en tan sólo cinco años debido al impacto que tendrá en la salud de la población la eliminación de micronutrientes esenciales en sus cereales más populares de venta en el país.

El reporte Corn Fakes: Los costos sociales y económicos de la eliminación de micronutrientes de los cereales Kellogg’s, estima las consecuencias económicas de reducir el contenido de micronutrientes en los productos que se venden como cereales para el desayuno, y revela que ­Kellogg’s ahorró millones de dólares con esta práctica con un grave costo para la salud de los mexicanos y la economía del país.

De acuerdo con el informe, se calcula que Kellogg’s ha ahorrado 85 millones de dólares en los cinco años transcurridos desde que comenzó la práctica de ir eliminando micronutrientes de sus productos más populares para el desayuno. En contraste, los costos para la población mexicana que consume los productos de la empresa son por lo menos tres veces mayores que las ganancias a corto plazo: Al eliminar tan sólo tres de los micronutrientes esenciales de los cereales para el desayuno de Kellogg’s —hierro, calcio y ácido fólico—, los costos sociales para México ascienden a 250 millones de dólares en cinco años.

“Esto significa que por cada dólar que Kellogg’s ahorra al disminuir la cantidad de micronutrientes esenciales en sus marcas de cereal más populares, le cuesta al menos tres dólares a la sociedad mexicana”, refiere el reporte. “Nuestra más reciente investigación revela el motivo detrás de la irresponsable eliminación de nutrientes esenciales de los productos de Kellogg’s: enormes ganancias a expensas de niños y familias mexicanos que consumen las marcas de cereales de la compañía”, dijo Alice Delemare, asesora senior de Campañas de Fundación Changing Markets.