Con la presencia de 150 especialistas de siete países, entre ellos investigadores de la UNAM, FAO a Inapesca, se realizará en Mérida el Primer Summit Latinoamericano por la Sustentabilidad Pesquera y Acuícola. Entre otros temas se estudiará el uso de la ciencia para determinar la evaluación de poblaciones de peces de valor comercial; trazabilidad u origen certificado de los pescados que llegan al mercado, así como avances en uso de tecnología para reducir los impactos sanitarios de la pesca y la acuicultura.

El encuentro es organizado por la organización mexicana Comepesca (Consejo Mexicano de Promoción de los Productos Pesqueros y Acuícolas), que informó que la producción pesquera en México es de 1.8 millones de toneladas anuales, de las cuales 430 mil toneladas son certificadas como sustentables.

“Parte central de este encuentro será revisar cuáles son las prácticas de vanguardia en diferentes pesquerías del mundo y cuáles se pueden adoptar en el país. Por ejemplo, en el tema de la trazabilidad, existe nueva tecnología que permite a los consumidores conocer, a través de un código QR, cuál es el origen de un pescado que van a comprar. A través de estas herramientas tecnológicas una persona puede saber, por ejemplo, que una tilapia que va a comprar procede de una granja acuícola de Chiapas; con qué tipo de alimentos fue criada y cuántas veces ha sido congelada esa carne antes de llegar al consumidor”, explicó en conferencia Luis Bourillón, vicepresidente de Sustentabilidad de Comepesca.

La tecnología y los trabajos de trazabilidad también informan a los conservadores, sales y cantidad de agua con la que se empacan y transportan diferentes pescados.

“Para el sector pesquero de México implica una gran relevancia poder contar con la presencia de diversos expertos en el tema, ya que para asegurar el desarrollo sustentable de los océanos es necesario contar con más y mejor ciencia, así como procesos que permitan tomar decisiones más objetivas, basadas en información científica y considerando la opinión de todos los actores, incluidos comercializadores y consumidores”, dijo en la misma conferencia Antonio de la Llata, presidente Nacional del Comité de Pelágicos menores, que agrupa principalmente a los productores de sardina.

En el caso de la industria pesquera que trabaja con sardinas, se aprovechan ocho especies diferentes y representan el 45 por ciento del total de volumen de pesca del país. Ellos generan 8 mil 300 empleos directos y 45 mil indirectos.

“A diferencia de lo que ocurre con la acuicultura, donde se pueden hacer estimaciones de producción relativamente acertadas, en el caso de la pesca es más difícil y por eso se necesitan herramientas de evaluación de poblaciones, pues la cantidad de peces que se pueden capturar dependen de diferentes condiciones climáticas y su presencia geográfica no siempre es la misma”, agregó De la Llata.

En el caso de la sardina, se ha avanzado mucho en los temas de certificación de prácticas sustentables pues ya han sido certificados los pescadores de Sonora (2011) y Sinaloa (2015), mientras que los de Baja California y Baja California Sur están en proceso de certificación desde 2018.

Citlali Gómez, presidenta de Comepesca explicó que esa organización trabaja para impulsar las prácticas sustentables en la pesca y la acuicultura mexicanas, para ayudar a diferenciar el pescado de legal procedencia y con trazabilidad. Actualmente 1 de cada 4 pesquerías en México están certificadas como sustentables, según el Marine Stewardship Council (MSC).

Mauricio Orellana, miembro de Comepesca, dijo que el evento es una oportunidad para ampliar las opciones de exportación del pescado producido sustentablemente en México.