La compañía Rising Art presentará Drácula, coreografía que consta de nueve escenas atemporales con un toque historicista y con música de Philippe Finney. Es una ambientación sencilla, de vestuarios y luces simples para enfatizar el discurso corporal y actoral de los 12 intérpretes. La temporada, corta en términos actorales y larga en términos dancísticos, será del 27 de septiembre al 27 de octubre en la Capilla Gótica del Centro Cultural Helénico, entre cuadros de Murillo, gobelinos, techos labrados, candiles, cruces, y arte sacro de los siglos XVII y XVIII.

Drácula es “el mito del vampiro, de la sangre, de aquello que nos obsesiona”, dice Óscar Ruvalcaba Pérez, coreógrafo de la pieza. Agrega que es aterrorizante porque no sabemos de dónde viene la figura del vampiro, que sin embargo está en todas las tradiciones y culturas, incluida la judeo-cristiana con Lilith, la primera mujer.

Añade que esta historia y este personaje son actuales porque estamos en una época donde los avances científicos posibilitan situaciones escabrosas, en los que personalidades de la cultura pop se niegan a envejecer y los cuerpos pueden ser clonados. “Drácula, como la ciencia, es ética pero amoral. Hoy en día el horror es más posible, factible y nos hace preguntarnos si podemos jugar a ser Dios o si estamos abriendo la puerta al horror, y si vamos a poder manejarlo después.”

Raúl Tamez, bailarín que interpretará a Drácula, comenta que esta obra devuelve el sentido narrativo a la danza contemporánea y la teatralidad que le corresponde, la cual, considera, ha sido víctima de modas y tendencias.

PALOMA

Funciones: Viernes 8pm. Sábados 7pm. Domingos 6pm. Obra dirigida a adolescentes y adultos.