¿Amigos o cómplices?

La amistad de Miguel Ángel Mancera y los hermanos Julio César y Luis Serna Chávez comenzó en la infancia con juegos, risas y aventuras. Cuentan los allegados que el futbol, fiestas y participar en arrancones los unieron más. Un ejemplo es que son amantes de las carreras de autos y fueron espectadores de la Formula 1 de la CDMX. Pero este afecto se afianzó más con la codicia de este trío que ahora es señalado por enriquecerse, como lo demuestra la posesión de bienes raíces. A Mancera y los hermanos Serna, sus subalternos cuando estuvo al frente del gobierno capitalino, los une algo más que una añeja y sólida amistad, su infinita sed de enriquecimiento y el gusto por el poder político, que después de una mala jugada los tiene al borde del precipicio y con un pie en la cárcel, pues los gobiernos de la 4T sacaron las lupas y las apuntan al ex jefe de Gobierno y a su círculo cercano, en donde se encuentran sus incondicionales Serna, que toda la vida se han prestado para cubrirlo ya sea para salir de parranda o para comprar inmuebles. Dicen que es momento de arrodillarse por que se aproxima la tormenta. ¿Será?

Morenistas desobedecen al mesías

Hay que predicar con el ejemplo, así dice el refrán popular que no están aplicando los legisladores morenistas en el Congreso de la Ciudad de México, ni porque es un mandamiento de su mesías. Y es que nos dicen que a muchos de ellos se les olvidó o más bien se están saltando el asunto de la austeridad republicana que tanto pregonaron. Resulta que algunos morenistas, tal es el caso de Ricardo Ruiz, excoordinador del flamante grupo y delfín de Alejandro Encinas, solicitó la asignación de un vehículo del Congreso capitalino. ¿Qué de raro tiene dicha acción?, pues aparentemente ninguna; sin embargo es cuando uno se acuerda que el 31 de octubre pasado, ellos mismos aprobaron en el Pleno una propuesta que impulsaron que contempla como principios de austeridad que ningún legislador pudiera tener “asignados” vehículos. Entonces, ¿qué pasó? Pues se están pasando por el arco del triunfo sus propias iniciativas. Nos cuentan que Ricardo Ruiz no es el único desobediente, también Lourdes Paz Reyes, José Martin Padilla, Paula Soto, José Luis Rodríguez, Nazario Norberto Sánchez, Carlos Mirón, Donají Olivera y Marisela Zúñiga. Qué muchachos tan desobedientes.

La Fiscalía no aprende la lección

Cero y van… ya hasta perdimos la cuenta de las veces que la Fiscalía sufre tropiezos en el nuevo sistema de justicia penal, todo porque los delincuentes han descubierto que los videos pueden explotar a su favor procedimientos descuidados de los policías. ¿El último descalabro?, la liberación de El Lunares, el extravagante capo de Tepito, quien logró su liberación por unos minutos antes de ser nuevamente capturado, ahora por secuestro. Y es que nos dicen que los cárteles, en especial el de la U, parecen haber modificado la estrategia para defender a sus miembros cuando éstos son detenidos: las fallas policiales y evidencia de ello, su mejor arma. Por eso es que gracias a la habilidad de la defensa, una jueza federal encontró inconsistencias en la detención del Lunares: el informe elaborado por dos policías capitalinos y un integrante de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) tenía inconsistencias de tiempo, modo y lugar en cuanto al arresto, y ordenó su liberación. Ahora en la Fiscalía tendrán que rezar o entrelazar los dedos para que no les vaya ocurrir lo mismo en la próxima audiencia del 14 de febrero en la que se definirá la situación jurídica del narcotraficante, quien ahora enfrenta un proceso por plagio. No se vaya a repetir la historia.

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