La decisión del Presidente López Obrador está tomada en torno a una megaobra hidráulica, la presa El Zapotillo, sobre la que pendió el riesgo de una cancelación semejante a la del aeropuerto internacional de Texcoco. Pero la decisión de Presidencia es que no se desmontará lo que ya se había construido en años previos y se dialogará con los pobladores afectados, haciéndoles entender que no se puede destruir la inversión que ya se realizó y que tanto León (Gto) como Los Altos de Jalisco requieren del agua que se plantea obtener.

López Obrador autorizó obras destinadas a reforzar la estructura que ya fue levantada en terrenos del estado de Jalisco, incluyendo la cortina de 79 metros exactos de altura con los que se lograría obtener caudal de líquido suficiente para que ambos estados implicados queden satisfechos.

Conagua, confirmó AMLO, está siguiendo la parte técnica de la obra. Otro dato importante es que se avalan los acuerdos que alcanzaron los gobernadores de Jalisco, Enrique Alfaro, y de Guanajuato, Diego Sinhué, para echar a andar esa infraestructura.

“Nos dejaron muchos problemas”, señaló AMLO en su conferencia matutina de ayer, al abordar este tema particular, “nos dejaron contratos, se empezó a construir la presa y se llegó a elevar la cortina hasta 80 metros; el proyecto era elevarla a 110 y hubo amparos y el Poder Judicial decidió que sólo podía permitirse los 80 metros”.

Recalcó que los pobladores que se verán afectados por el vaso de la presa reclamaron desde un principio y que su gobierno desea llegar a un acuerdo con ellos, de allí que la reunión que tuvo con los gobernadores, fue seguida por una con los pobladores inconformes. Indicó que estos afectados deben entender igualmente la necesidad de los habitantes de León y Los Altos.

“El problema no está resuelto, pero se avanzó porque ya hay acuerdo entre los gobiernos de Jalisco y Guanajuato, pero falta el acuerdo con la gente (afectada); no se trata sólo de acuerdos entre gobiernos”, añadió.

La suerte de la presa se puso en duda luego de que el titular de Semarnat federal indicara que su eventual demolición era aún algo por definir.